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《𝙰𝚁𝙲 𝙾𝙵 𝙲𝙷𝙸𝙻𝙳𝙷𝙾𝙾𝙳》
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La niña no pudo conciliar el sueño en toda la noche debido a la emoción por saber cómo comenzaría su nuevo camino.
El día siguiente llegó y la emoción creció aún más. Yami se despertó rápidamente, algo inusual en ella, ya que solía levantarse más tarde. Fue al baño, se aseó y se dispuso a buscar ropa adecuada para la ocasión, solo para darse cuenta de que no había llevado nada consigo, ni siquiera ropa. Se sintió deprimida por un momento, pero entonces le vino a la mente su tío Ryu.
Esta ingrenso en la habitacion de ryu con sumo silencio para no despertarlo, esta se acerco hacia su cama en puntillitas este se retorcio en lacama haciendo que el aliento de la menor sd parara junto a su cuerpo. esta se acerco a la cama y saudio con suavidad este se volvio retorcer para luego abrir sus ojos adormilado.
—Hola... —hizo una pausa para levantarse y estirarse—. Oh... Yami, espera a que me prepare y empezaremos.
—No tengo ropa de deporte —espetó la niña, mirándolo fijamente mientras se quedaba en el borde de la cama.
Hubo un silencio. Ryu la observó, parpadeando lentamente, como si intentara ubicarse o, al menos, comprender el contexto de la situación, aún medio dormido.
Ryu se levantó lentamente, haciendo que la niña se desplazara a un lado para dejarlo pasar. Caminó hacia el pequeño armario que había en la esquina de su habitación, el cual abrió con cuidado para no hacer ruido. Empezó a rebuscar entre sus pertenencias hasta que encontró lo que buscaba.
Sacó un conjunto de ropa deportiva. La camiseta, de un gris descolorido, tenía el logo de un antiguo torneo de artes marciales apenas visible en el pecho. El material estaba un poco desgastado, con un par de hilos sueltos aquí y allá, pero aún era cómodo al tacto. Junto a la camiseta, unos pantalones cortos negros, que aunque mostraban signos de uso, como costuras ligeramente deshilachadas, seguían en buenas condiciones para entrenar, esto obvia menina junto unos zapatos que parecían ser un poco grandes para la niña, pero eran perfectos. Aunque no era ropa nueva, se veía que había sido bien cuidada, y sin duda sería perfecta para la ocasión.
