Capítulo 13

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La habitación se sumía en un silencio opresivo mientras la siniestra sonrisa de Charlie se expandía en su rostro, su mirada gélida fija en las dos fugitivas. La oscuridad que emanaba de ella parecía devorar toda esperanza. Emily, con los ojos llenos de terror, retrocedió varios pasos, desesperada por encontrar una salida. Su mente era un torbellino de pánico, y su corazón latía con una fuerza que dolía.

Lute, sintiendo la desesperación de Emily y la amenaza inminente, hizo un esfuerzo por recomponerse. Sus ojos buscaron a Adam, quien permanecía estático, dividido entre la lealtad y el horror. La sombra de Charlie se alargaba mientras caminaba lentamente hacia ellas, disfrutando de su miedo, saboreando la desesperación en el aire.

Charlie: (voz suave pero amenazante) Tuvieron su oportunidad. Podrían haber tomado la decisión correcta y quizá las hubiera dejado escapar... pero eligieron mal. Y ahora, las enterraré aquí y nadie sabrá lo que les pasó. (ríe maliciosamente)

Lute dio un paso adelante, su voz rota pero decidida.

Lute: (desesperada) ¡Estás loca! ¡Aléjate! ¡Adam, por favor, no nos abandones!

El grito de Lute resonó como una súplica en la oscura habitación, pero Charlie simplemente la miró con una mezcla de desprecio y burla.

Charlie: (con un tono venenoso) ¡Cállate! Y no vuelvas a mencionar su nombre. Ese derecho es solo mío. ¡MÍO!

Lute: (con valentía) ¿De verdad crees que Adam te merece? No eres más que un monstruo, Charlie. No hay amor en lo que haces, solo obsesión.

Las palabras de Lute perforaron el aire como dagas, provocando una chispa de furia en Charlie. Sin perder la sonrisa, Charlie dejó escapar un suspiro cargado de odio.

Charlie: (con un tono peligroso) ¿Quién te crees que eres para hablarme así? Tú, Eva, todas... ninguna de ustedes merece a Adam. Él es mío y solo mío. Eres solo un estorbo. Un desecho que debe ser eliminado.

Mientras hablaba, la forma de Charlie comenzó a cambiar, su cabello rubio se alzó como llamas mientras su piel se teñía de un rojo infernal. Su cuerpo se transformó en una figura demoníaca, sus ojos destellando con un brillo macabro. El tridente que apareció en su mano emitía un poder oscuro que amenazaba con consumir todo a su alrededor.

Lute y Emily se miraron, incapaces de ocultar su miedo. Estaban agotadas, débiles y heridas, sin posibilidad alguna de defenderse. Emily intentó articular una súplica, pero su voz se ahogó en su garganta seca y sangrante. Lute, a pesar de su debilitado estado, se puso de pie, tambaleándose, pero con la determinación de una guerrera dispuesta a morir luchando.

Charlie disfrutaba de cada momento, cada respiración dificultosa de sus víctimas era un tributo a su poder. El odio de Charlie la alimentaba, su sed de venganza la dominaba.

Charlie: (burlona) Dime, ¿qué prefieres perder primero? ¿Tus brazos... o tus piernas?

El silencio fue su única respuesta. Ninguna de las dos mujeres podía enfrentar lo que venía, pero sus miradas reflejaban una resistencia silenciosa. Charlie apretó su tridente, su energía demoníaca fluyendo por su cuerpo como veneno líquido.

Charlie: (riendo) ¡Muy bien! Entonces serán ambos... ¡Adiós, brazos y piernas! ¡Jajajaja!

Pero justo cuando Charlie estaba a punto de atacar, una mano fuerte se cerró alrededor de su muñeca, deteniéndola en seco. Adam, con su expresión endurecida y sus ojos llenos de dolor, la miraba fijamente.

Charlie: (confusa) ¿Adam? ¿Qué haces? Esto es por nosotros... todo es por ti.

Adam: (con voz firme) Charlie, me mentiste. Ya lo recuerdo todo. Usaste tu poder para controlarme.

Eres mi obsesión (Adam x Charlie Yandere) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora