una noche muy fea

88 4 0
                                    

Saber que Samuel y Michael no murieron aquel día en El Cairo golpeó a Lincoln con una intensidad que jamás había anticipado. La noticia llegó como un torbellino, sacudiendo los cimientos de su mundo y desafiando todo lo que creía saber sobre su pasado y su presente. El peso de saber que sus viejos compañeros aún estaban vivos era abrumador. Era un alivio, sí, pero también traía consigo una serie de desafíos emocionales que Lincoln no estaba preparado para enfrentar. Su corazón se encontraba en una disyuntiva entre la alegría de reunirse con sus amigos y el temor de enfrentar un pasado que parecía interminable.

Linkpy, el alter ego oscuro y violento que residía en lo más profundo de su mente, estaba igualmente agitado. Lincoln había trabajado incansablemente para mantener a raya a esta entidad despiadada, que había sido su sombra durante mucho tiempo. La revelación de que Samuel y Michael seguían vivos era una variable que complicaba aún más su ya complejo estado mental. Linkpy, con su sed de sangre y su visión distorsionada de la realidad, veía la situación como una oportunidad para desatar el caos. Cada pensamiento que Lincoln tenía era interrumpido por las insinuaciones crueles y despiadadas de Linkpy, quien proponía soluciones drásticas y violentas para resolver el problema de Reina y su pandilla.

En el confinamiento de su cuarto, Lincoln se encontraba sentado en la cama, la cabeza entre las manos, sumido en una profunda desesperación. La habitación estaba en silencio, salvo por el murmullo ocasional de la voz de Linkpy, que se hacía presente en su mente. La oscuridad de la noche fuera de la ventana parecía reflejar el tormento interno que Lincoln estaba atravesando. "¿Qué debo hacer?", se preguntaba, mientras sus pensamientos giraban en un torbellino constante. La voz de Linkpy, fría y calculadora, murmuraba en su mente, sugiriendo métodos salvajes y crueles para deshacerse de Reina y su pandilla. "No puedes confiar en nadie más. Solo en mí", insistía Linkpy, su tono rebosante de sed de sangre. "Tu debilidad está poniendo en peligro todo lo que hemos construido. Si no actúas, nada cambiará."

El ambiente en la habitación estaba cargado de tensión. Lincoln intentaba encontrar claridad, pero los susurros de Linkpy lo mantenían en un estado de alerta constante. La noticia de Samuel y Michael era un peso emocional que ni siquiera él podía entender completamente, y la presión de Linkpy para actuar de manera violenta solo lo sumía más en la desesperación. Su mente se encontraba atrapada en un conflicto constante entre la necesidad de resolver la amenaza que representaba Reina y el temor de perder el control y permitir que Linkpy tomara las riendas.

Desde su cuarto, situado justo al lado del de Lincoln, Lynn había estado escuchando la conversación a través de la pared. Su preocupación por Lincoln había crecido exponencialmente en las últimas semanas. El estrés acumulado por sus entrenamientos y partidos, junto con la carga emocional de sus experiencias pasadas, estaba comenzando a afectarlo de manera profunda. Lynn sabía que Lincoln necesitaba una distracción, algo que pudiera ofrecerle un respiro de sus preocupaciones constantes. La idea de una fiesta, aunque inicialmente le parecía trivial, podría ser justo lo que necesitaba para relajarse.

La intervención de Lori llegó en un momento crucial. Al tocar la puerta de Lincoln, su entusiasmo y energía parecían ofrecer una chispa de esperanza en medio de la oscuridad que envolvía a Lincoln. Lori entró en la habitación con una sonrisa radiante, tratando de aliviar la tensión que parecía dominar el espacio.

Lincoln, tengo noticias - exclamó Lori, su entusiasmo palpable. La alegría en sus ojos ofrecía un breve respiro de la tormenta emocional en la mente de Lincoln. Su energía vibrante contrastaba con la atmósfera sombría en la habitación.

Lincoln, con la mente todavía atrapada en la confusión, apenas pudo responder. El peso de la noticia y la presión de su alter ego lo mantenían en un estado de constante ansiedad.

El Soldado LincolnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora