Capítulo 08

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El día comenzó con una dosis extra de emoción y alegría

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El día comenzó con una dosis extra de emoción y alegría. Era un sábado soleado, y las calles de la ciudad estaban llenas de vida. Ambas se encontraban en su pequeña cafetería favorita de la última semana, la cuál vendía ricos churros con chocolates. Jennie apenas podía contener su emoción mientras el aroma de aquel aperitivo recién hecho flotaba en el aire, haciéndola sonreír de oreja a oreja.

—Si sigues mirando esos churros así, van a derretirse solo con tu mirada —bromeó Lisa, riendo mientras observaba a la menor devorar el suyo con una expresión de pura felicidad.

—¿Y si lo hacen? Al menos sería la forma más deliciosa de derretir algo —replicó Jennie, juguetona, mientras le daba un mordisco sin quitarle los ojos de encima a Lisa, quien la miraba con una sonrisa que escondía algo.

—Te estás divirtiendo demasiado con eso —señaló la pelinegra, sus ojos brillando con una traviesa complicidad.

—¿Qué quieres decir? ¿No es esto lo mejor del mundo? —Jennie levantó su churro victorioso, como si fuera un trofeo.

—Oh, estoy segura de que hay algo aún mejor esperando por ti hoy —Respondió Lisa con una sonrisa que solo aumentó la curiosidad de su novia.

—¿De qué hablas? —preguntó Jennie, entrecerrando los ojos mientras tomaba un sorbo de su chocolate caliente, notando la expresión misteriosa de la contraria.

—Bueno... —Lisa jugó con su taza, manteniendo su voz casual—, solo digamos que tengo una pequeña sorpresa para ti.

—¿Una sorpresa? —Se inclinó hacia adelante, sus ojos brillando de anticipación—. ¿Qué tipo de sorpresa?

—Si te lo digo ahora, no sería una sorpresa, ¿verdad? —Lisa se levantó, dejando un par de billetes sobre la mesa para pagar la cuenta, y luego extendió la mano hacia la bajita—. Confía en mí, te va a encantar.

Jennie tomó su mano, su emoción aumentando con cada paso mientras caminaban juntas por las calles adoquinadas. El sol brillaba cálidamente, haciendo que la ciudad pareciera aún más hermosa.

—¿Vas a decirme al menos a dónde vamos? —insistió, apretando la mano de Lisa, pero su sonrisa era más grande que su impaciencia.

—Ya casi llegamos, lo prometo —respondió, guiándola con una expresión de diversión y cariño en su rostro.

Finalmente, llegaron a un pequeño local pintado de colores vivos, con un letrero que decía "Centro de Adopción: Hyunji". Jennie parpadeó, sorprendida, mientras su corazón comenzaba a latir más rápido.

—¿Aquí es? —preguntó, tratando de contener su emoción.

—Aquí es —confirmó Lisa, abriendo la puerta para que Jennie pasara primero—. Sabes cuánto hemos hablado de tener una mascota, y pensé que hoy sería el día perfecto para hacerlo realidad.

hands! | jenlisa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora