❝𝐅𝐈𝐑𝐄 𝐎𝐍 𝐅𝐈𝐑𝐄❞ 𝘁𝗼𝗱𝗼𝗿𝗼𝗸𝗶 𝘀𝗵𝗼𝘁𝗼̄

𝗖𝗔𝗣𝗜𝗧𝗨𝗟𝗢 𝗧𝗥𝗘𝗦 | 𝗩𝗔𝗖𝗜𝗔

Había cometido errores en el pasado como cualquier persona. Shoto Todoroki no había sido siempre el ser humano amable y generoso que es hoy en día. Alguna vez, hace mucho tiempo, comenzó a comportarse como su padre y era algo que no podía soportar.

Por suerte o desdicha, pudo cambiar para mejor y fue puesto a prueba muchas veces. Todavía le dolía Touya, pero lo consolaba saber que su hermano ya estaba descansando. Por supuesto que sí hubiera tenido la oportunidad de evitar todo ese desastre, lo hubiera tomado. Y de hecho, cambiaría muchas cosas del pasado.

Eso incluía el trato hacia la familia Nakai. A Jinichi lo trataba las veces que eran necesarias y a pesar de no conocerlo profundamente, Shoto podía hacerse una idea de cómo era realmente. Ningún padre cariñoso y amoroso con sus hijos los vendería a un hombre que solo buscará preservar un linaje.

Y Shoto sabía que Himari estaba consciente de lo que su matrimonio significaba. Por eso, tampoco podía culparla totalmente de su profundo odio hacia él. Shoto nunca se esforzó por agradarle, incluso se atrevía a confesar con vergüenza que le gustaba atormentarla con su presencia. Y la forma más sencilla de hacerlo era con su pequeña hermana, coja y sin don.

Él nunca se metió directamente contigo. Solo te trataba con frialdad y a Himari, le hacía comentarios hirientes y mordaces cuando a ella también se le ocurría hablar de su padre y ocasionalmente, el tema con su madre.

Después de que Jinichi rompiera su compromiso, Shoto estaba feliz con su nueva libertad, pero tenía todavía una sensación amarga en el pecho. No sabía exactamente cómo describir sus sentimientos hacia ti, ya que nunca fue bueno expresándose. Notaba algo de culpa, vergüenza y arrepentimiento, incluso algo de lástima.

Tenía la sensación de que eras como una pequeña muñeca de porcelana, que con cualquier movimiento, podría acabar con su propia existencia. Eso lo rectifico hace dos noches, cuando te encontró llorando desconsolada por un amor que no era más que imposible, era ahora prohibido.

Y por alguna razón, se sentía ligeramente preocupado por eso.

Shoto soltó un suspiro mientras se dejaba caer sobre el asiento de su auto. Agitó su cabeza ante las divagaciones de su mente. Sacó las llaves y abrió la puerta. Sus ojos se encontraron con la fachada de la casa de su padre. No era un inmueble muy grande, de hecho, a Shoto le sorprendió que su padre comprara una casa tan sencilla. El estilo japonés aún predominaba y a lado de la puerta, brillaba la placa con el apellido Todoroki sobre ella.