𝐚 𝐛𝐧𝐡𝐚 𝐟𝐚𝐧𝐟𝐢𝐜𝐭𝐢𝐨𝐧 | 𝗽𝗿𝗼 𝗵𝗲𝗿𝗼! 𝘁𝗼𝗱𝗼𝗿𝗼𝗸𝗶 𝘀𝗵𝗼𝘁𝗼 𝘅 𝗳𝗲𝗺! 𝗿𝗲𝗮𝗱𝗲𝗿
❝Nacida dentro de una familia perteneciente a la élite de los héroes, tu destino era el de servir como moneda de cambio. Unir a dos familias con...
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El tan ansiado día había llegado.
Himari se veía hermosa usando su vestido de novia. Al final se decidió por uno más elegante y romántico, confeccionado en delicado encaje blanco. El escote en forma de corazón realzaba la feminidad y los detalles sutiles de pedrería adornaban el corpiño, brindando un toque de brillo bajo la luz. Las mangas largas de encaje transparente aportaban un aire sofisticado. La falda, con suaves capas de tul, creaba un volumen etéreo y fluido, perfecto para una entrada memorable.
Tu hermana se acomodó el velo y luego estiró su cuello para mirarte.
—¿Cómo me veo? — preguntó con una sonrisa pintada de rojo. Le diste una sonrisa amorosa.
—Magnífica — respondiste y te acercaste a ella —. No existirá otra novia más hermosa que tú.
Justo como se pronosticó, el sol iluminaba cada parte de la ciudad. El calor no llegaba a ser sofocante a pesar de que era mediodía. Las corrientes de aire fresco lograban mantener un equilibrio perfecto sobre el clima templado. Además que la tela de tu vestido no era muy gruesa. Himari había insistido mucho acerca del tipo y el color de la tela; que al final terminó siendo un lino azul grisáceo.
Naturalmente, tu hermana te había escogido para ser una de sus damas de honor y como el furor de las bodas occidentales no pasaban de moda entre las japonesas, Himari convenció a Tenya de casarse bajo sus propias reglas: con vestido occidental blanco, en un templo sintoísta y con muchos invitados presentes. ¡Ah! Y por supuesto siguiendo un definido código de vestimenta: todos debían de usar el mismo tono de azul.
El fotógrafo se acercó a ustedes para tomar unas cuantas tomas mientras los invitados empezaban a arremolinarse alrededor de la entrada de la capilla. Pudiste ver a los padres de Tenya así como a su hermano, con quienes intercambiaste un par de palabras antes de que Himari te llevará hasta dónde estabas.
—¿Sabes si ya llegó? — te preguntó, ajustándose el corsé.
—Estoy segura que sí — respondiste mientras sostenías su ramo lleno de rosas blancas, azules y rosas. Himari empezó a abanicarse con sus propias manos.
