ʟᴀ ꜱᴏᴍʙʀᴀ ᴅᴇ ᴜɴ ꜱᴜᴇÑᴏ |ᴛᴡɪʙʀᴀ

𝕮𝖆𝖕í𝖙𝖚𝖑𝖔 2 - Ominoso

—Es solo que... la pesadilla se siente tan real... —murmuró Twilight mientras se sentaba frente a Rarity, sirviendo té en pequeñas tazas.

Las ojeras bajo sus ojos se habían profundizado y su apariencia se deterioraba con cada minuto que pasaba. Había pasado otra noche sin dormir, sin encontrar ninguna pista sobre el extraño sueño que la atormentaba.

Rarity había venido a visitarla, esperando que un poco de compañía pudiera aliviar la angustia de su amiga. Pero las cosas no iban como esperaba. Applejack estaba abrumada con el trabajo en la granja, Pinkie Pie había sido llamada al Festival del Imperio de Cristal para organizar las fiestas, y Rainbow Dash y Fluttershy estaban de viaje. Incluso Rarity, con su apretada agenda de pedidos, había hecho un esfuerzo por estar allí, preocupada por la reciente ausencia de Spike y la creciente ansiedad de Twilight.

—Oh, querida, eso suena como una terrible pesadilla. ¿Has pedido ayuda a la Princesa Luna? —preguntó Rarity con un tono de genuina preocupación, observando el evidente deterioro en el rostro de su amiga.

—Sí, lo hice. Ella trató de entrar en mis sueños, pero... —Twilight se quedó en silencio, recordando la conversación que tuvo con la Princesa Luna unos días antes, cuando Spike aún estaba en casa.

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—Nunca he experimentado algo así... Es realmente desconcertante —admitió la Princesa Luna, su voz reflejando un inusual cansancio.

—¿Qué quiere decir, princesa? —preguntó Twilight, sintiendo que su ansiedad crecía.

—Twilight —habló la Princesa Luna con una firmeza poco común en ella—, es normal a veces despertarse sin recordar los sueños, incluso si han ocurrido. Pero yo... tengo la capacidad de acceder a ellos y descubrir verdades ocultas. Sin embargo, anoche, cuando traté de entrar en tus sueños, me encontré con algo muy extraño...

—¿Lograste averiguar qué está causando las pesadillas? —La esperanza se reflejaba en los ojos de Twilight, deseando que la causa fuera algo tan simple como el estrés. Pero la respuesta de Luna la dejó sin aliento.

—Twilight... —dudó la Princesa Luna antes de continuar—. No vi nada.

—¿Cómo es eso posible? —Twilight apenas podía creer lo que estaba oyendo.

—No vi nada —repitió Luna, su expresión perturbada—. Entré en tus sueños y encontré un vacío. No había rastro de una pesadilla, ni de un sueño, solo oscuridad. Y una presencia... ominosa, que parecía lista para devorarme si me quedaba allí por más tiempo.

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Rarity permaneció en silencio, atónita, mientras Twilight relataba la explicación de la Princesa Luna. Un escalofrío recorrió su espalda mientras trataba de procesar la gravedad de la situación.

—¿Un vacío oscuro? —preguntó Rarity, con la voz temblorosa—. ¿Y una presencia ominosa? ¿Qué podría ser tan poderoso que ni siquiera la Princesa Luna pueda ver tus sueños? Por favor, dime que esto es una especie de broma. ¡Esto es absolutamente terrible! ¡Tenemos que hacer algo!

Aunque Twilight agradecía la preocupación de su amiga, sentía que debía enfrentarse a esto sola. Después de todo lo que sucedió en el Imperio de Cristal con el Rey Sombra, creía que sus amigas merecían un descanso de problemas y conflictos.

—Gracias, de verdad, Rarity... pero esto no me está afectando tanto, solo me quita algunas horas de sueño —sonrió Twilight, tratando de restarle importancia, aunque sabía que no era cierto. En su mente, ya había decidido cargar con esta carga sola—. Además, ya sabes que las chicas están muy ocupadas con sus propios asuntos.