El Carruaje.

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Llevábamos más de medio día viajando. Los caminos eran buenos y aún el clima era cálido. Asique tenía las ventanas abiertas, disfrutando del sutil calor y la brisa veraniega. Estábamos sentados juntos, mirando a lados opuestos. En varias ocasiones me preguntó si estaba cómodo y le contestaba que sí. Nyra me había dado algunas golosinas para ir disfrutando en el viaje y las compartí con él. Llegaríamos a la primera posta antes del atardecer. Ahí los caballos descansarían un poco y podríamos estirar las piernas. La caravana era grande, nosotros íbamos en el medio más o menos y Sara con su padre, iban más adelante.

Mientras seguíamos el camino pense que ahora podría estar teniendo un viaje más divertido si aceptaba viajar con ella, e iba a hacerlo, pero no me gustó ver la mirada que me dio cuando lo propuso, asique preferí no hacerlo. Que no lo quisiera, no quería decir que me gustara lastimarlo a propósito. Después de todo, él estaba en la misma situación. Ambos obligados a casarnos para mantener la palabra de ambas casas.

Llegamos a la primera posta y baje del carruaje para caminar un poco. Entre tanta gente me cruce con ella y nos pusimos a hablar. Nos reíamos porque habíamos notado las mismas cosas durante el camino y me sentí mejor al tener a alguien con quien compartirlo. Me dijo que una vez que lleguemos a la posada, baje mi abrigo del techo, ya que el camino desde ahí, se empezaba a tornar frío.

Un llamado nos hizo a todos volver a los carruajes e iba a hacer lo que me dijo, pero cuando abrí la puerta noté que, en el interior, ya estaba mi ropa de abrigo. Subí y toqué la suave piel con ambas manos. Gire la cabeza rápido cuando escuché la puerta abrirse y me senté en mi lugar para que él se acomodara también. Se sentó a mi lado y el carruaje inicio su andar. No me gustaba la energía que emanaba, lo mire y estaba muy serio.

Daeron - Que tiene? - dije con un tono desinteresado.

Lord Stark - Nada.

Daeron - Está muy serio.

Lord Stark - Siempre estoy serio. - dijo sin mirarme y revolee los ojos

Daeron - Me refiero a que está más serio de lo normal. ¿Qué tiene? Dígame.

Lord Stark - No es nada majestad.

Daeron - Puedo preguntarle lo mismo todo el viaje si es necesario, para que me diga la verdad.

Lord Stark - Y recibirá la misma respuesta. - giro a verme y ahora podía notar tristeza en sus ojos.

Daeron - De acuerdo. - volvió la vista hacia la ventana. Pero no me quedé tranquilo. - Entonces hay tres opciones.

Lord Stark - Majestad.... - saqué mis manos de los bolsillos y me puse a contar.

Daeron - Una. Está cansado del viaje y no ve la hora de tocar un colchón para poder descansar. Dos. Tiene hambre. Yo también tendría esa cara si tuviera hambre, créame. Soy un demonio cuando estoy falto de alimentos. - río

Lord Stark - Majestad, en serio...

Daeron - O tres... - interrumpí - Me vio hablando con Sara. - Sus ojos mostraron el mismo destello que la última vez que la mencioné. - Es el número tres, ¿verdad?

Lord Stark - Estoy bien majestad. Pero gracias por preocuparse.

Daeron - Mi Lord, no hay nada de malo en hablar de eso.

Lord Stark - Temo que si lo haya. - agachó la mirada y juntos sus manos en sus rodillas – No me gusta sentirme como me siento cuando lo veo reír con ella. Es mi hermana y la amo, pero ¿qué? ¿Ahora siempre dudaré de ella porque usted la quiere? No es fácil para mí está situación. Usted tenía otras expectativas de felicidad y ahora está atascado conmigo. No me parece justo, pero aquí estamos.

Matrimonio por conveniencia / DaeganDonde viven las historias. Descúbrelo ahora