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— Porque... me hubiera gustado que yo hubiera sido ese chico, claro, sin sobrepasarme. — Lukas comenzaba a acercarse hacía a mí y me tomó de la mandíbula. — O mejor dicho... ¿Puedo? —
Asentí levemente, segundos después, Lukas juntó sus labios con los míos y lo transformamos en un beso lento, nuestros labios sincronizaban tan bien, ¿cómo es que él besa tan bien?
La falta de aire se hizo presente, nos separamos, estábamos tan agitados, ¿y como no? nos besamos por mucho tiempo, como si los dos necesitáramos ese beso.
— Elle, yo... — lo interrumpí besándolo de nuevo. Estaba besando a mi mejor amigo por mi propia cuenta, dios mío.
Él me tomó de la cintura para apegándome más a él, yo pasé mis brazos sobre su cuello, estábamos disfrutando demasiado el beso, solo que la falta de aire lo arruinaba.
— Mierda, besas tan bien. — miré los labios de Lukas tenían una leve hinchazón y estaban tornados a su color natural.
— Digo lo mismo de ti, sabes muy bien como sincronizar los labios. — me miraba con una sonrisa tan coqueta, dios, ¿siempre fue así de atractivo?
— No te lo dije porque no quería perder nuestra amistad, pero Elle... me gustas. —
— Lu... creo que... — antes de que siguiera me interrumpió.
— Elle, despierta. — lo miré confundida.
Abrí mis ojos y vi a Lukas junto a Lidia.
— Gracias al cielo, estas bien. — Lidia mostró una expresión de alivio.
— ¿Qué pasó? — estaba tan confundida, al instante de tomar postura se hizo presente el dolor de cabeza.
Recordé lo que pasó con Lukas, o más bien, lo que soñé, porque fue un sueño, que real se sintió.
— Te pasaste un poquito de tragos. — Lukas hizo una seña con su mano dando a entender "poquito"
— Ay dios, ¿Qué tanto hice? — no soportaba el dolor de cabeza.
— Le diste un pico a Mia, te besaste heavy con un vato de por ahí, nos bailaste a TODOS y te vomitaste en tu propio disfraz. — enlistó Lukas con sus dedos por cada cosa que decía Lidia
— En mi vida vuelvo a aceptar tragos. — llevé mi mano a mi cabeza, tenía demasiada taquicardia. — Please denme una pastilla para la resaca, me siento super mal.
Lidia fue por ello, Lukas se quedó conmigo.
— Lu... — lo llamé, él me miró de inmediato.
— Dime. —
— Soñé rarísimo contigo. — ese maldito sueño se repetía en mi cabeza.
