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Ya era diciembre, a una semana de ser navidad, ya no me emociona está época, hace años se fue la chispa.
Y bueno, yendo a lo que pasó con Lukas, solo se ha comportado más "amoroso" conmigo, poniéndome apodos lindos, más muestras de afecto y regalos, que, por cierto, los mejores.
Todos estos actos los han notado nuestros amigos e insisten en preguntar que somos, la misma respuesta de siempre "mejores amigos".
Ahora mismo estaba en mi casa, en la sala, comiendo fruta y viendo mi celular, viajaba de aplicación en aplicación, en la barra de notificaciones apareció un mensaje de Mia.
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Me dirigí a la puerta, y sí, ahí estaba.
— Pasa. — me hice a un lado para que se pasara.
— Gracias, que educada. — me agradeció mientras se sentaba en el sillón donde anteriormente estaba sentada.
— Lo sé, yo siempre. — me senté junto a ella. — ¿A qué se debe su valiosa visita? —
— Lukas y tú. — yo pegué un leve grito de frustración y tapé mi cara con mis manos. — Mich, yo sé que mienten, hay algo ahí, a los chicos, los puedes hacer tontos, pero quienes más percibimos somos las chicas y yo. — me tomó del hombro.
— Es que qué quieres que te diga, la respuesta será la misma de siempre, somos mejores amigos. — la miré, me frustraba, pero a la vez me divertía como insistían en preguntar. — No hay nada fuera de lo común, y si te refieres a que hemos estado más cariñosos, no tiene nada que ver, seguimos siendo mejores amigos. —
— Mich, es que yo presiento que te gusta Lukas. — su semblante era serio, dios, me quiero pegar un buen tiro por estarle mintiendo a mi mejor amiga.
— ¡Miaa! ¿Qué dices? — mi estúpida sonrisa estaba delatando todo.
— ¡Te gusta, lo sabía! Estás sonriendo demasiado, sonríes demasiado cuando mientes, tú aplicas perfectamente la de "si sonríes es porque mientes". — me miró con diversión.
— ¡Pero no digas nada! — la señalé con un dedo en forma de "amenaza" — Sí, si me gusta Lukas. — vi como sonreía al escuchar mis palabras.
— ¡Lo sabía! Guardaré el secreto, pero ¿Él ya sabe? Me imagino que sí, anda muy amoroso. — asentí ante su pregunta. — ¿¡Entonces ya andan!? —
