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/Una semana para el cumpleaños de Michelle.../
Todo se siente vacío, como si nada tuviera sentido, o mejor dicho, como si vivir no tuviera sentido...
Él hermano de mi papá ha llamado más seguido, incluso, consiguió mi número para seguir atormentandome.
——— ••• ———
Mi celular vibró de repente; alguien estaba llamándome. Al mirar la pantalla, noté que era un número desconocido.
Contesté, y una voz familiar resonó al otro lado de la línea. —¡Mimi!—
—¿Cómo conseguiste mi número? —respondí, con tono seco.
—¿Por qué tan seria? Eso no importa. Solo quería decirte que te he extrañado demasiado; me encantaría regresar a esos tiempos cuando tenías trece —dijo con un tono victimista.
—Pues yo no quiero volver a esos tiempos. No quiero verte nunca más en mi vida; solo me haces daño —respondí, mientras las lágrimas amenazaban con escapar.
—Afortunadamente volveremos a vernos, veo que has crecido mucho. —el rostro que formó me dió demasiadas náuseas.
Antes de que pudiera decir algo más, colgué y rompí en llanto. Sentía un miedo profundo de volver a verlo.
——— ••• ———
Me aterra demasiado el hecho de saber que volverá a hacerme daño.
Ya era demasiado tarde; no podía evitar su llegada. Él estaba en camino, y yo debía actuar para asegurarme de no volver a verlo.
Me levanté de la cama y saqué unas hojas y una pluma de un cajón. Cada movimiento intensificaba el peso de la culpa en mi pecho, como si el simple acto de escribir pudiera aliviarla... o tal vez hacerla aún más punzante.
Al terminar de escribir, las lágrimas seguían brotando. Sentía una profunda culpa, pero no quería permitir que más dolor entrara en mi vida.
Dejé las hojas sobre mi escritorio y me dirigí al baño. Abrí la llave de la tina y observé cómo el agua comenzaba a llenarla lentamente. Después, extendí la mano hacia una pequeña caja escondida detrás de la tina, era un escondite bastante obvio, pero afortunadamente quedaba fuera del alcance de la mirada de mis padres.
Cuando la tina estuvo llena, me sumergí en ella aún con la ropa puesta. Mi respiración se aceleraba, y el frío del agua envolvía mi cuerpo, intensificando cada sensación.
