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Touya y Shoto habían quedado cautivados por aquella sonrisa radiante que se asemejada al mismísimo sol, por aquellos brazos que daban abrazos llenos de ternura y amor. Además, de aquella voz que solía hablarles de manera dulce, tratando de siempre de mantener esa gentileza en su ser.

Touya y Shoto supieron que nadie más podría ser más perfecto para ser su mamá que aquel Joven peliverde tan encantador.

-¡Buenos días mis Leoncitos!, ¿Cómo están el día de hoy?- Preguntó Izuku a sus pequeños alumnos con una gran sonrisa.

-¡Grrr!- Gritaron todos con una sonrisas adornando sus rostros.

-¡Esa es la actitud!- Sin más, comenzó su clase, con solo unas cuantas palabras en la pizarra, que eran las "Base" de lo que trabajarían aquel día. Cantaron canciones sobre animales, contaron cuentos entretenidos y pintaron sus cosas favoritas.-¿Qué estás pintando Kiri-kun?- Preguntó acercándose al pelirrojo.

-¡Dragones!- Grito emocionado.

-¡Oh, pues que dragón tan apuesto estás dibujando!- Felicitó- ¿Y quien acompaña al dragón?, ¿No lo dejaras solo, verdad?- Kirishima negó efusivo.

-¡Está acompañado de su grupo de amigos!- Señaló un pequeño grupo de manchitas de colores- Este es Katsuki, Keigo, Hanta, Tenya, Shoto y Touya.

-Ow, muy bonitos mi amor - Felicitó con unos mimos en el cabello-¿Pero y Denki?- Preguntó Intrigado, el pelirrojo solía siempre hacer dibujo de todos sus amigos.

-¡El es el domador de dragones!- Señaló un manchón amarillo sobre el "dragón".

-Wow, Denki es muy valiente, ¿No es así?

-¡Si!- Contestó con las mejillas rositas.

-Kiri también es muuy valiende- Dijo el pequeño Denki, quien estaba a su lado, abrazándose a Kirishima.

Izuku los observó enternecido, dejándolos ser, se paseó por todo el salón felicitando a cada niño y mirándolos con ternura, el último par que quedaba eran los gemelos Todoroki.

-¿Qué dibujan, mis amores?- Preguntó con suavidad.

-¡A izu-san!- Respondieron los dos al unísono, Izuku rió.

-¿Yo soy su "cosa" favorita?- Preguntó incrédulo.

-¡Si!- Volvieron a responder los dos.

-¿Por qué?- Preguntó curioso.

-Porque Izu-san es muy bonito y tiene una sonrisa muy bonita- Dijo Shoto haciendo sonrojar al mayor por sus palabras.

-Izu-san es muy cálido y tiene mucha paciencia- Dijo esta vez Touya.

-Y queremos mucho a Izu-san- volvieron a hablar al mismo tiempo.

-Aw, yo también los quiero mucho, mis bonitos Leoncitos- Los abrazó suavemente dejando un beso en la frente de casa uno.

-¡No es justo!, ¡Yo también quiero un beso de Izu-san!- Gritó Hanta, pronto hubo un grupo de pequeñas masitas apegadas a Izuku esperando su beso en la frente.

-¿Tú también quieres un beso en la frente?- Preguntó Izuku al pequeño cenizo frente a él, solo lo hacía por diversión, pues aquel niño era muy fácil de hacer sonrojar.

-¡Yo soy el que te da la oportunidad de darme un beso!- Refunfuñó Katsuki y como dijo Izuku, ya se encontraba con las mejillas tan rojas como las de un tomate apetitoso.

Izuku negó divertido y lo tomó con dulzura, para depositar un casto beso en la frente del cenizo, haciendo que este lo mirara con los ojitos brillosos, por último dejó una caricia en su cabello.

-Ve a terminar ese increíble dibujo que me mostraste- Le dijo.

-¡Será el mejor dibujo de todos!- Gritó, antes de salir corriendo nuevamente a su silla.

El día transcurrió entre risas y juegos en aquella pequeña aula, hasta que llegó el medio día y tenía que despedirse de sus pequeños alumnos.

-¡No olviden la tarea para mañana, yo se que ustedes son muy inteligentes y lo completarán!- La tarea era rellenar de frijoles una imagen que él había plasmado en el cuaderno de los pequeños.

-¡Si Maestro Izu!- Resonó en el aula.

-¡Muy bien!- Felicitó el peliverde. Se dirigió a la salida encontrando a los padres que esperaban ansiosos por sus hijos.

Se encargó de despedir a cada niño con una sonrisa y un pequeño revoltijo de cabellos, viendo sus dulces sonrisas alejarse del salón de clases.

Pronto llegó el turno de los dos bicolor, Izuku observó a la joven frente a él, nuevamente era alguien diferente, ésta simplemente extendió una hoja de manera desinteresada, era el permiso firmado por el padre de los bicolor, que le daba la autoridad de poder retirar a los pequeños.

Además de ello, esa mañana el señor Todoroki había avisado a la dirección que una joven iba a retirar a los menores, entonces con seguridad podría dejarlos ir con aquella señorita.

-Vámonos- Miró a los pequeños con aburrimiento empezando a caminar de manera lenta hacia la salida, observando de cuanto en cuanto su teléfono y a los pequeños.

-¡Tengan un lindo día!- Les dijo Izuku a los pequeñines, estos le alzaron las manitos en forma de despedida con grandes sonrisas en sus rostros.

Cuando Touya y Shoto salieron del campo de visión de Izuku miraron a su niñera de manera desafiante, ésta era ajena a esas miradas por estar concentrada tecleando en su teléfono.

Tenían un nuevo plan en mente para ahuyentar a esa niñera, no les agradaba para nada, así que no se iba a quedar más tiempo, chocaron puños riendo de manera cómplice, la fémina solo los observó y rodó los ojos, continuó escribiendo a sus amigos lo guapo y rico que era su actual jefe, jactándose de lo afortunada que era por haber encontrado un trabajo como el que tenía actualmente.

Al llegar a casa la niñera les preparó algo a los menores, estos lo comieron de mala gana pues el sabor no era de su agrado... y esa era razón por la cual aquella niñera no debía quedarse.

Una vez acabaron sus alimentos, agradecieron (porque no son maleducados) y se retiraron de la mesa, yendo directamente a encerrarse en su habitación para hacer la tarea que había dejado Izuku, entre risas y juegos la terminaron, una vez guardado todo en su mochila para el día siguiente y viendo que ya casi era hora de que su padre regresara, se pusieron manos a la obra.

-Haremos que se vea real- Dijo Touya con una sonrisa de superioridad, chocó puñitos con su hermano y lo tomó de la mano para salir de la habitación.

Empezaron a correr juntos por toda la casa, luego empezaron a jugar a las atrapadas, despeinandose en el proceso.

-¡Dejen de hacer tanto ruido!- Gritó molesta la niñera.

Los niños la ignoraron y hablaron en voz alta con complicidad.

-¡Touya, vi en la habitación de allí!- Señaló donde se hospedaba la niñera- ¡Hay pinturas muy bonitas con polvos de colores!

-¡Suena muy divertido, vamos!- Esto llamó la atención de la niñera, corriendo a la habitación para ver a los niños sacar sus cosas de maquillaje, solo las estaban sacando de su bolso, pero eso la enloqueció.

-¡Dejen mis cosas!- Los niños fingieron asustarse por aquel grito y cuando la joven se lanzó hacia ellos, la esquivaron para correr camino a las escaleras de arriba, donde fueron interceptados nuevamente.

-¡¿Por qué te preocupan esas cosas que te hacen ver como un payaso mal pintado?!- Gritó el pequeño Touya, obteniendo una mirada completamente enfurecida de la niñera.

-¡Cállate, mocoso!- Lo próximo que vieron los gemelos, fue a la niñera alzar su mano, con claras intenciones de lastimarlos.

✦᭥ ̗̀ ̖́ Una Nueva Mami (EnjiDeku)彡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora