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—JAJAJA— Enji no podía recuperar el aire de lo mucho que se estaba riendo al escuchar a sus hijos relatar la "pelea" que había tenido Izuku con una maestra del Jardín.

—Y luego sonó ¡Pam!— Dijo Shoto haciendo sonidos mientras movía sus manitos.

—Y luego la voz de la señorita directora.— Terminó Touya.

—Dios, que día que tuvieron— Enji se limpió la lagrimita que había escapado de sus ojos de tanto reírse.— ¿No tuviste problemas por eso?— Preguntó a Izuku.

—No, la directora me creyó a mí antes que a ella, solo nos advirtió que no lo volviéramos a hacer.

—Uh, que bueno, al menos pusiste en su lugar a esa maestra.— Enji observó a los ojos a Izuku, sintiendo una corriente eléctrica atravesar su cuerpo, como siempre que hacia contacto visual con el peliverde menor.

—Si, nadie lastimará a mi pequeño.— Dijo Izuku orgulloso, para luego darle un bocado a su comida. Los gemelos dejaron de comer, frunciendo el ceño.

—¿Tú pequeño?— Preguntaron al unísono, Izuku asintió con una sonrisa, no leía el ambiente.

Los pequeños labios abultados de los niños empezaron a temblar y fue cuando Izuku se dió cuenta de lo que pasaría. El llanto doble de los bicolor alertó a los dos adultos, Izuku se limpió los labios y las manos antes de acercarse a los niños y los bajó del asiento para abrazarlos.

—¿Qué pasó mis amores?— Preguntó con dulzura. Los pequeños se aferraban a su cuello mientras lloraban.

—¡Llamaste... Mi Pe-pequeño a otro niño!—Explico Shoto.

—¡Nosotros también somos tus pequeños!— Siguió Touya

—¡Mamá ya no nos quiere!— Expuso Shoto, a Izuku poco le importó que se olvidará del acuerdo que habían hecho, pero eso no evitó que Enji los observara sorprendido.

—¡Mamá quiere a otro niño!— Dijo Touya está vez.

—Mis amores, yo quiero a todos sus compañeritos...— Los gemelos lloraron más fuerte, a Izuku le bajó una gotita por la frente.—Pero a ustedes los amo.— Los gemelos parecieron disminuir su llanto— Ustedes son muy, muy especiales para mi, los pequeños que más amo.— Dijo acariciando sus mejillas y retirando rastros de lágrimas.

—¿Por qué eres nuestra mami?— Preguntó Touya. Izuku asintió.

—Porque soy su mami—Volvió a abrazar a los pequeños, está vez los bicolor solo sorbian sus naricitas.

—¡Nosotros también te amamos mami!— Dijeron Shoto y Touya. Izuku sonrió y les ayudo a soplar su nariz en la servilleta, para luego dejarlos en las sillas y continuar comiendo, Izuku sentia la mirada de Enji sobre él, sabía que debía darle una explicación luego. Lo observó y asintió, como dándole a entender que luego le contaría.

Luego de recoger los trastes y lavarlos, se dedicó a jugar con los gemelos, rellenaron rompecabezas, jugaron a las escondidas, incluyendo a Enji y cuando ya estaban cansados, Izuku los dirigió arriba a su dormitorio luego de despedirse de su padre con un beso en la frente.

—¿El cuento de la Caperucita, cenicienta, la bella y la bestia... Cuál?— Preguntó Izuku a los pequeños.

—¡Caperucita!— Decidió Touya.

—¡Si, Caperucita!— Confirmó Shoto.

—Bien, Caperucita, será— Les leyó el cuento y notaba con ternura como los pequeños caían dormidos, luego de despedirse de forma suave y un beso, salió de la habitación.

Cuando bajo, se encontró a Enji en la sala revisando algunos papeles del trabajo, al ver al pecoso, dejó las cosas a un lado y se retiró los lentes dejándolos en la mesa.

—Se que tienes muchas preguntas, responderé a ellas.— Dijo Izuku llegando al lado de Enji.

—Espero que sean respondidas con sinceridad— Pidió, Izuku asintió algo nervioso.

—Claro que si— Aseguró.

—¿Por qué mis hijos te dicen mamá?— Fue al punto.

—Bueno, ¿Me permites un momento?— Enji asintió y vio a Izuku entrar a su habitación para salir a los segundos con una hoja coloreada, cuando Izuku se la extendió se tuvo que volver a colocar los lentes para observar bien el contenido, sorprendiéndose.

—¿Esto...?

—Ellos me pidieron casi llorando que sea su mamá, dijeron que... Era porque yo— Izuku relató todo en palabras de los gemelos, sin omitir el detalle que los pequeños bicolor quieren "Casarlo" con su papá— Cuando vi sus rostros llorosos no pude evitar decirles que si sería su madre, lamento si esto le genera incomodidad.— Pues si bien estaban en una época donde las bodas entre personas del mismo sexo era completamente aceptada, aún podrían haber ciertas personas que no estaban de acuerdo.

—Ya veo, mis niños te escogieron como su madre— Concluyó Enji.

—Asi es.

—¿Y no quieres serlo de verdad?— Preguntó Enji con una sonrisa, tal vez la copa de whisky que se había tomado antes que Izuku bajara del primer piso le estaba afectando... Tal vez.

—¿Disculpe?— Preguntó Izuku con las mejillas totalmente rojas, no sabía si era por la vergüenza ante las palabras contrarias.

—Bueno, mis niños han rechazado a muchas niñeras por diversas razones, que te hayan elegido a tí, quiere decir que encontraron a la persona indicada para cuidar de ellos... Y para mí— Izuku lo observaba parpadeando varias veces con las mejillas tan rojas que por poco se convertía en tomate.

—¿Q-Q-Qué qui-quiere de-decir?

—Que.. tal vez podríamos darnos la oportunidad de conocernos, bueno, solamente si tú quieres, no te podría obligar a nada.— Enji se aclaró la garganta— Si congeniamos podríamos ser una bonita familia.— Pasó saliva de manera lenta.

Izuku lo pensó, no había tenido pareja jamás, si bien hubo chicos y chicas que lo pretendieron, no tuvo esa chispa, esa emoción en el estómago al estar con esa persona como lo tenía con el papá de los gemelos, al principio pensó que eso estaba mal, pues el señor veía por sus pequeños, pero ahora el pelirrojo le estaba diciendo aquello y... ¡¿Quién era el para negarse?

—Po-Podemos intentarlo...— Dijo dificultosamente, la vergüenza hacia que se mordiera la lengua.

—¿Estás seguro?, No quiero que te sientas presionando por-

—¡Estoy bien!, ¡Acepto que deberíamos darnos una oportunidad!— Gritó sonrojado hasta el cuello.— ¡Cu-Cuide de mí, por favor!— Pidió, levantándose del sillón para hacer una reverencia de 90 grados.—¡Y-Y q-que tenga buenas noches!— Gritó antes de tomar la hoja que le habían dado los gemelos y correr a encerrarse a su habitación.

Enji lo observó con una sonrisa, para luego dejar escapar una risa nasal, se puso sus lentes y continuó ojeando el papeleo que minutos atrás había dejado de lado.

Mientras que en la segunda planta observaban con sonrisas traviesas ambos bicolor, tenían miedo de lo que podría haber pasado, pero al parecer, todo había resultado como esperaban, chocaron puñito orgullosos de sí mismos.






































Enji vio la oportunidad y no la desaprovechó (😂), tal parece que los gustos Todoroki son otro nivel.

Esos pequeños gemelos son el mejor dúo de cupidos JAJA.

🐑💗

✦᭥ ̗̀ ̖́ Una Nueva Mami (EnjiDeku)彡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora