capitulo 1

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: El Palacio de los Recuerdos**

**El Jardín del Imperio**

En el espléndido Imperio de Konohagakure, el gran palacio se alzaba como un símbolo de poder y prosperidad. Las estatuas de los antiguos héroes del imperio adornaban sus pasillos, y los jardines florecían con una gama de colores vibrantes que reflejaban el bienestar de la familia imperial. Era un mundo de opulencia, mantenido por una firme mano de gobierno.

**Sakura Hatake**, la princesa de dieciséis años, vivía rodeada del amor y la seguridad que solo una familia real podía ofrecer. Esa mañana, se encontraba en la cocina con su madre, **Tsunade Senju**, ayudando a preparar el desayuno. Aunque había sirvientes y cocineros, Tsunade siempre disfrutaba de esos momentos familiares, y Sakura, aunque a veces lo encontraba tedioso, valoraba esas instancias de cercanía.

**Sakura:** —¡Mamá, las galletas están perfectas! —dijo, mirando las bandejas recién horneadas. —Deberías dejarme hacerlo más a menudo.

**Tsunade:** —Solo porque te encanta comerlas, Sakura. —respondió Tsunade con una sonrisa cariñosa. —Pero es bueno ver que te interesas en ayudar. No olvides que tu padre y yo también tenemos que hacer sacrificios para mantener el imperio.

**Naruto**, el hermano de diecisiete años, se unió al grupo con su típico aire juguetón. Su cabello rubio despeinado y su sonrisa traviesa contrastaban con la elegancia del entorno.

**Naruto:** —¡¿Aún están preparando el desayuno?! ¡Estoy hambriento! —exclamó, mientras se acercaba a la mesa.

**Sai**, el hermano mayor de diecinueve años, se sentó en la mesa con una expresión serena. A pesar de su actitud reservada, se notaba que tenía un profundo afecto por sus hermanos.

**Sai:** —Naruto, siempre tan impaciente. —dijo, levantando la vista de sus lecturas de estrategia. —¿No te has dado cuenta de que el desayuno es la comida más importante del día?

**Naruto:** —Sí, sí, ya lo sé, pero también es la más sabrosa. —respondió Naruto, mientras se servía una generosa porción de galletas.

**Desayuno en Familia**

El desayuno era un ritual familiar. **Kakashi**, el emperador, se unió a ellos con su carácter calmado pero autoritario. Su presencia era una mezcla de sabiduría y severidad, una cualidad que había cultivado a lo largo de años de gobernar con mano dura para asegurar la estabilidad del imperio.

**Kakashi:** —Buen provecho a todos. —dijo, mirando a su familia con una sonrisa suave. —Hoy tengo un par de reuniones importantes, pero me alegra ver que todos están bien.

**Sakura:** —Papá, ¿podrías decirnos más sobre las reuniones? —preguntó Sakura, intentando mostrar interés genuino mientras mantenía una sonrisa calculadora.

**Kakashi:** —Son asuntos de estado, Sakura. —dijo Kakashi con un tono serio. —A veces, tomar decisiones difíciles es necesario para mantener el imperio en orden.

**Sakura:** —Lo entiendo, papá. —respondió Sakura, sintiendo una mezcla de respeto y deseo de algún día tomar el control de esas decisiones.

**Un Paseo en los Jardines**

Más tarde, Sakura, Naruto y Sai se dirigieron a los jardines del palacio para disfrutar de un rato al aire libre. El sol brillaba y el ambiente estaba lleno de risas y juegos.

**Naruto:** —Vamos a jugar una partida de shogi, ¿les parece?

**Sai:** —¿Otra vez, Naruto? —dijo Sai con una sonrisa. —Siempre terminas ganando.

**Sakura:** —No se quejen, al menos yo no me quejo de perder. —dijo Sakura, mientras se unía al juego. —Además, es una buena forma de pasar el tiempo juntos.

El juego se convirtió en una competencia amistosa, con Naruto haciendo bromas y Sakura mostrándose competitiva. La risa y la camaradería llenaron el aire, creando un contraste con el ambiente a menudo solemne del palacio.

**El Secuestro**

La tranquilidad del día se desmoronó cuando, mientras Sakura y Naruto jugaban cerca de una fuente, un grupo de rebeldes del Imperio de Konohagakure, liderados por **Deidara**, atacó. El secuestro fue rápido y sorprendente. Deidara, con su habilidad para moverse sigilosamente, se llevó a Sakura sin que ella pudiera reaccionar completamente.

**Sakura:** —¡Naruto, ayuda! —gritó Sakura, mientras los rebeldes la arrastraban hacia una carreta oculta.

**Naruto:** —¡Sakura, no! —exclamó Naruto, pero era demasiado tarde. Sakura fue llevada lejos del palacio.

**Los Días Oscuros**

Sakura fue mantenida en un escondite miserable. La comida era insuficiente y en mal estado, y el agua estaba contaminada. **Deidara** no solo la mantenía físicamente debilitada, sino que también la sometía a una tortura psicológica constante.

**Deidara:** —¿Sabes por qué estás aquí, princesa? —preguntó Deidara, con una sonrisa fría. —Si no fueras una princesa, ya estarías muerta. Tu posición te da protección, pero no es infalible.

**Sakura:** —¿Qué quieres de mí? —dijo Sakura, tratando de mantener la calma mientras su mente se llenaba de miedo.

**Deidara:** —Solo quiero que comprendas cuán frágil es tu vida. —dijo Deidara, mientras la observaba con desdén. —El poder que crees que tienes es solo una ilusión.

**La Revelación del Poder**

Finalmente, **Kakashi** localizó a Deidara y ordenó su captura. El castigo fue severo y brutal. Sakura, todavía en un estado debilitado, fue llevada a una distancia segura para observar cómo su padre infligía latigazos a Deidara. La escena era dura, pero el espectáculo de autoridad y venganza dejó una impresión profunda en ella.

**Sakura:** —Así es como se usa el poder... —murmuró Sakura para sí misma, mientras veía el castigo. La realidad de su situación la golpeó con más fuerza que nunca.

**La Decisión de Sakura**

Recuperada y de vuelta en el palacio, Sakura comenzó a mostrar un cambio. Su experiencia la llevó a desarrollar una actitud más calculadora y ambiciosa. La vulnerabilidad que había sentido durante su secuestro la impulsó a buscar el poder absoluto para nunca más sentirse débil.

**El Anuncio del Matrimonio**

En una reunión privada, **Sai** informó a sus padres sobre una propuesta de matrimonio de **Ame**. La noticia era un punto de conflicto en la familia.

**Sai:** —Padre, madre, hemos recibido una propuesta de matrimonio para Sakura desde Ame. —dijo Sai con un tono grave. —El matrimonio es parte de una estrategia para asegurar recursos y estabilizar la región.

**Kakashi:** —¿Estás seguro de que esto es lo mejor para Sakura y el imperio? —preguntó Kakashi, con una expresión conflictiva. —Mantener nuestra línea de sangre es importante, pero el poder militar y los recursos también son esenciales.

**Tsunade:** —Es una decisión difícil, Kakashi. —dijo Tsunade, mirando a su esposo con preocupación. —Sakura tiene el potencial para convertirse en una figura poderosa, pero no podemos ignorar el impacto de esta propuesta.

Kakashi se debatía entre la lealtad a su línea de sangre y la posibilidad de aumentar el poder militar del imperio. La decisión no era sencilla, y la perspectiva de entregar a su hija a otro imperio le pesaba en el corazón. Mientras tanto, Sakura, ahora más decidida que nunca, vio en el matrimonio una oportunidad para avanzar hacia sus propios objetivos de poder y control.

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La emperatriz de AmeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora