capitulo 8

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**Capítulo 8: Rumores en la Oscuridad**

Sakura estaba en su habitación, sentada junto a una ventana que ofrecía una vista parcial del oscuro castillo de Ame. La lluvia golpeaba suavemente los cristales, acompañando el sonido del papel al desdoblar una carta que acababa de llegar. Era de su hermano, Sai. Sus ojos recorrieron las líneas con atención, sintiendo una mezcla de preocupación y determinación mientras leía las palabras de su hermano.

"Sakura, debes tener cuidado. Danzo está cada vez más inquieto. Su influencia en Ame no es tan fuerte como solía ser, y no ve con buenos ojos que alguien de fuera, especialmente una joven, se inmiscuya en los asuntos del imperio. Él ha vivido enriqueciéndose a costa de la miseria de los demás, y teme perder ese poder. No te fíes de él", leyó en voz baja, mordiéndose el labio inferior.

La advertencia era clara. Danzo representaba un obstáculo, uno que no podría ignorar si quería mantener su posición y avanzar en sus planes.

Una sirvienta golpeó suavemente la puerta, interrumpiendo sus pensamientos.

—Milady, el vizconde Rock Lee ha venido a escoltarla. La espera abajo.

Sakura asintió y guardó la carta en su bolso. Descendió las escaleras del castillo, y allí estaba Rock Lee, esperándola con su típica sonrisa llena de entusiasmo.

—Sakura, es un honor acompañarte hoy. Estoy seguro de que tu visita al pueblo traerá esperanza a los aldeanos —dijo Rock Lee, con su característico entusiasmo.

Sakura le devolvió la sonrisa, sintiendo una calidez en su corazón al ver la sinceridad en los ojos de Rock Lee. Sabía que podía confiar en él.

—Gracias, Lee. Estoy ansiosa por conocer más de los habitantes de Ame y ver en qué puedo ayudar.

Mientras caminaban por las calles empedradas y húmedas del pueblo, los ojos curiosos de los aldeanos se posaban en ellos. Los murmullos comenzaban a surgir, especialmente al ver la cercanía entre la nueva emperatriz y el vizconde. Sakura se detuvo en varios puestos, comprando productos, escuchando las necesidades de la gente, y haciendo promesas de mejorar sus condiciones de vida.

—Gracias, milady. No sabíamos que alguien como usted se preocuparía por nosotros —dijo un aldeano, con los ojos llenos de gratitud.

—Siempre me preocuparé por el bienestar de mi gente. Haré todo lo que esté en mi poder para que Ame prospere —respondió Sakura, con firmeza.

Rock Lee la observaba en silencio, admirando la forma en que Sakura se conectaba con las personas. Sabía que la situación podía complicarse en la corte, pero también entendía lo importante que era para ella establecer ese vínculo.

—Sakura, tu dedicación es admirable, pero debes tener cuidado. Algunos pueden no ver con buenos ojos que te acerques tanto al pueblo —advirtió Rock Lee, su voz llena de preocupación y aprecio.

Sakura lo miró por un momento, viendo la genuina preocupación en su rostro. Rock Lee siempre había sido honesto con ella, y eso era algo que valoraba profundamente.

—Lo sé, Lee. Pero si quiero ganar su respeto y su confianza, debo mostrarles que no soy solo una figura en el castillo. Ellos deben saber que me importan.

Rock Lee sonrió, asintiendo con la cabeza.

—Eso es lo que te hace especial, Sakura. Eres diferente, y ellos lo notarán. Solo… no te olvides de cuidarte.

Mientras regresaban al castillo, los rumores seguían creciendo. No tardaron en llegar a oídos de Sasuke, quien los escuchó con el ceño fruncido desde la ventana de su oficina. La idea de que Sakura y Rock Lee fueran más que simples aliados lo incomodaba, aunque no lo admitiera.

Esa noche, al regresar al castillo, Sasuke decidió confrontarla. La encontró en los jardines, disfrutando del aire fresco.

—Sakura, he oído que has pasado el día con Rock Lee. Sabes que tu lugar está en la corte, no en las calles. Los rumores pueden dañar tu reputación, y la del imperio —dijo Sasuke, su voz firme, pero con un tono que revelaba algo más que simple preocupación.

—¿Desde cuándo preocuparse por el pueblo es motivo de escándalo? No me quedaré encerrada en una torre, Sasuke. Si queremos que Ame prospere, debemos conectar con su gente —replicó Sakura, con un tono desafiante, pero no sin un leve rastro de tristeza.

—Entiendo tu punto, pero no olvides quiénes somos. Eres mi esposa, y como tal, debes mantener la dignidad de tu posición —respondió Sasuke, mirándola con seriedad, pero con una leve suavidad en su mirada.

—Mantener la dignidad no significa ignorar a los que más lo necesitan. Haré lo que deba hacer para asegurar el futuro de Ame —contestó Sakura, decidida, pero con un leve temblor en su voz que Sasuke no pasó por alto.

Sasuke no pudo evitar admirar la determinación en sus ojos. Sin embargo, esa misma determinación la hacía ver ambiciosa, incluso peligrosa.

Más tarde esa noche, Sakura se reunió con Rock Lee en los jardines, lejos de las miradas inquisitivas.

—Sakura, hoy vi cómo te conectaste con el pueblo. Fue inspirador. Si hay algo que pueda hacer para ayudarte, no dudes en pedírmelo —dijo Rock Lee, con una sonrisa sincera.

Sakura se sintió reconfortada por sus palabras. Sabía que Rock Lee era alguien en quien podía confiar plenamente.

—Gracias, Lee. Tu apoyo significa mucho para mí. Estoy decidida a hacer que Ame prospere, y sé que puedo contar contigo para lograrlo.

—Siempre estaré a tu lado, Sakura —aseguró Rock Lee, su tono lleno de sinceridad y afecto.

Sakura sintió una cálida sensación de camaradería, y en ese momento, supo que Rock Lee sería un aliado valioso. Antes de despedirse, le confesó algo que la inquietaba.

—A pesar de todo mi esfuerzo, a veces me siento como una extranjera aquí. Sé que muchos no me aceptan, y eso me preocupa.

—No dejes que esos pensamientos te detengan. Estás haciendo un gran trabajo, y con el tiempo, todos verán tu verdadero valor —dijo Rock Lee, con confianza y una mirada que transmitía seguridad.

Sakura sonrió, agradecida por las palabras de Rock Lee. Sin embargo, sabía que el camino sería difícil. Mientras se dirigía a sus aposentos, recibió otra carta de Sai, quien le sugería mantener sus verdaderas intenciones ocultas y mostrarse amable y dulce, pero siempre con sus propios objetivos en mente.

Con una sonrisa calculadora, Sakura guardó la carta y se preparó para lo que vendría. Sabía que la verdadera batalla estaba por comenzar, y estaba más que dispuesta a enfrentarse a lo que fuera necesario para asegurar su lugar en Ame.

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La emperatriz de AmeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora