La emperatriz de Ame

capitulo 44

**Capítulo 44: La Llamada a la Realidad**

La atmósfera en el castillo de Amegakure había cambiado drásticamente desde la llegada de Tsunade y Kakashi. Sakura, aliviada por la presencia de su familia, empezó a encontrar algo de normalidad en su vida nuevamente. La alegría de tener a sus padres cerca hizo que se sintiera más esperanzada y reconfortada.

**Sakura** estaba en el jardín, disfrutando del aire fresco mientras su madre, Tsunade, le preparaba un pequeño picnic. La tarde estaba llena de risas suaves y momentos emotivos. Rock Lee, quien había sido un apoyo constante, llegó con dulces y postres, entregando una carta especial a Sakura.

**Sakura (con una sonrisa genuina):** - "Rock Lee, no sé cómo agradecerte todo lo que has hecho por mí. Has sido un verdadero amigo en este tiempo tan difícil."

**Rock Lee (sonriendo modestamente):** - "Sakura, no tienes que agradecerme. Me alegra saber que pude ayudarte. Todos necesitamos un poco de apoyo a veces."

Mientras Rock Lee se retiraba, Sakura abrió la carta de Sai, y sus ojos se llenaron de lágrimas al leer las palabras de aliento y amor. En ese momento, Sasuke, desde una distancia, observaba con una mezcla de enojo y remordimiento. Cada acto de amabilidad hacia Sakura hacía que se sintiera más culpable por sus propias decisiones.

**Sasuke (en voz baja, para sí mismo):** - "¿Cómo pude ser tan cruel? ¿Qué he hecho con ella?"

Mientras Sasuke se hundía en la autocompasión, se dedicaba a aumentar el poder de su nación, expandiendo su influencia y construyendo una Amegakure aún más poderosa. Sin embargo, su éxito en el poder no podía llenar el vacío que sentía en su corazón.

Esa noche, Tsunade se acercó a la habitación de Sakura con una voz suave y reconfortante. En un acto de ternura maternal, le cantó una canción de cuna a su hija, una melodía que Sakura recordaba de su infancia y que la llenaba de paz.

**Tsunade (cantando suavemente):** - "Duerme, pequeña estrella, el sol se va a ocultar... tus sueños serán dulces, en la noche descansarás..."

**Sakura (con lágrimas en los ojos, susurrando):** - "Gracias, mamá. Esto es lo que siempre necesité."

Mientras Sakura se acurrucaba en la cama, escuchando la voz tranquilizadora de su madre, Kakashi se dirigió al despacho de Sasuke. Con una expresión seria y decidida, se enfrentó a él.

**Kakashi (con voz firme):** - "Sasuke, necesito que entiendas algo. Si Sakura vuelve a ser encerrada así, me la llevaré a casa y anularé este matrimonio."

**Sasuke (con una mirada indignada):** - "Soy el emperador de Amegakure. Usted no tiene derecho a hablarme así."

**Kakashi (sin inmutarse):** - "Soy ex-emperador de Konohagakure. Sin Sai, tu imperio sería escombros. Debes recordar que hay cosas más importantes que el poder."

Con esas palabras, Kakashi salió del despacho, dejando a Sasuke sumido en una profunda reflexión. La confrontación le mostró a Sasuke una dura realidad: su poder y dominio no podían reemplazar el amor y la conexión humana que había perdido.

El capítulo concluye con Sasuke en su despacho, sentado solo con una botella en la mano, sintiendo el peso de la culpa y la desesperación. Mientras mira por la ventana hacia la noche estrellada, empieza a comprender que su búsqueda de poder había destruido lo más valioso en su vida. La dureza de su realidad y la visión de la felicidad de Sakura con sus padres le dejaron una herida profunda.

**Sasuke (pensando para sí mismo):** - "¿Cómo llegué a esto? ¿He perdido todo lo que realmente importa?"