CAPÍTULO 18

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Demian Mekris.


Golpeo el saco con fuerza, una vez, dos veces, tres veces hasta no poder más, el sudor me recorre el cuerpo, algunas gotas caen al suelo, mi cabello atado empieza a soltarse y se pega a mi cara pero no le prestó atención, no me molesta mucho estoy acostumbrado a tenerlo en la cara o desordenado.

Desperté temprano solo para ver cómo Daemon salía de la habitación como alma que lleva el diablo sin decir a dónde coño se iba, discutimos, nada grave pero es un idiota, al cual amo y admiro mucho, pero ha estado actuando raro desde que llegamos a Grecia hace un par de días, desconozco si es por lo de los italianos y la droga despreciada o por Rosse.

Tengo a mi gente sobre ella cuidando y vigilando cada paso que da, se que ha estado corriendo para un tal Mike, tipo que por lo visto le debe a su amiga quien casualmente es la mano derecha del Boss de la mafia negra.

Keres Black. Presiento que podría ser un problema muy pronto.

También se que estuvo haciendo tratos con gente peligrosa para hacerle un favor un tipo llamado Enrique y que esté le pago.

Se que ha estado haciendo, pero no he podido verla ni hablar con ella porque no atiende mis llamadas, ni importa cuantas haga, jamás responde.

Daemon dijo que el solucionaría ese asunto pero no he visto que haya estado haciendo algo más que estar gritando todo el día, no quiero presionar lo así que si no veo movimiento de su parte me tocará mover a mi.

— Deja de decir eso por el amor de Dios.— la voz de Kenan resuena por el gimnasio como un eco suave. — no es nada.

— ¿Nada? Kenan Mekris te comportas como un puto idiota.

¿Esa es la voz de Isis?

Dejo de golpear tan fuerte para poder escuchar, Kenan termina de entrar siendo seguido por Isis una chica del servicio de las muchas que hay.

— No fue nada, solo hablamos, no porque salí con ella significa que paso algo.

Seguramente si, es hombre.

Yo también soy hombre, pero no tan idiota.

Creo...

— Dijiste que me amabas.

— Ajá ¿y?

Auch.

La escena es magnífica ante mis ojos, Isis le da una fuerte cachetada que lo hace voltear la cara y se marcha como perro rabioso azotando la puerta, Deamon le hubiese cortado la mano solo por eso.

Kenan permanece con cara de imbécil mientras frota la zona roja y observa por donde se marcho Isis.

Amo los chismes de la mañana.

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