Katsuki despertó en medio de la noche, suspiró y miró a su derecha.
— ¿Cómo es que puedes dormir tan pacíficamente mientras yo tengo sueños húmedos? — Susurra para Izuku, que dormía a su lado profundamente sin percatarse de nada a su alrededor.
Hizo un puchero antes de acurrucarse a su lado, inhaló el aroma de su cabello y cuello, casi ronroneando del cariño que sentía en su corazon... Y en su entrepierna.
Siguió susurrando palabras hasta que poco a poco empezó a soltar palabras cada vez más sucias al oído de Izuku que aun dormía.
Katsuki sabía que debía controlarse, pero el deseo que sentía era demasiado intenso para ignorarlo. Cada vez que susurraba en el oído de Izuku, sus palabras se volvían más atrevidas, más cargadas de la pasión que lo consumía.
— ¿Sabes, Zuzu? — murmuró, su voz baja y ronca, apenas un susurro en la oscuridad. — No tienes idea de lo que me haces sentir... de lo mucho que te deseo.
Se acercó más, su cuerpo pegándose al de Izuku, sintiendo el calor que irradiaba de su piel. Su mano se deslizó suavemente por el torso de Izuku, dibujando lentamente líneas imaginarias sobre su piel, disfrutando de la sensación bajo sus dedos.
— Si supieras lo que estoy pensando en hacerte ahora mismo... — continuó Katsuki, dejando que sus labios rozaran suavemente la oreja de Izuku, quien seguía sumido en un sueño profundo, completamente ajeno a la tormenta que se desataba en el interior de Katsuki.
Con cada palabra susurrada, Katsuki sentía cómo su deseo crecía, al igual que su frustración. Se debatía entre despertar a Izuku y darles rienda suelta a sus impulsos, o simplemente dejarlo dormir y lidiar con su propio cuerpo de alguna manera.
Sin embargo, una parte de él disfrutaba del juego, de la idea de que estaba compartiendo esos pensamientos tan íntimos y oscuros con su esposo, incluso si Izuku no estaba consciente de ello.
— Eres tan... hermoso, — susurró Katsuki, su voz cargada de deseo mientras su mano comenzaba a deslizarse por el abdomen de Izuku, bajando lentamente. — Te necesito, Izuku... tanto que me duele.
Izuku se movió ligeramente en sueños, su cuerpo respondiendo inconscientemente al toque y la cercanía de Katsuki. Este pequeño movimiento hizo que el corazón de Katsuki latiera aún más rápido, aumentando la tentación de despertar a su esposo y dejar que esa pasión reprimida explotara.
Pero justo cuando estaba a punto de tomar una decisión, Izuku murmuró algo en sueños, un pequeño gemido que resonó en la oscuridad de la habitación. El sonido fue como un balde de agua fría para Katsuki, quien se congeló, dándose cuenta de lo cerca que había estado de perder el control.
— Maldición, — susurró para sí mismo, alejando su mano lentamente y volviendo a acurrucarse contra Izuku, esta vez con la intención de calmarse. — No ahora... no así.
Katsuki dejó escapar un suspiro frustrado, tratando de tranquilizarse mientras inhalaba profundamente el aroma de Izuku.
Bajó su mano por su propio cuerpo hasta adentrarse entre sus pantalones y empezar a tocarse mientras inhalaba el olor de su esposo. Su mano subía y bajaba rápido por el largo de su miembro despierto, jadeando suavemente mientras empezaba a mordisquear la oreja de Izuku.
— Mmnh... — Izuku murmuraba empezando a despertarse, al sentir a Katsuki jadeando a su lado se quedó totalmente quieto y en silencio, sabiendo perfectamente lo que hacía, pues no era la primera vez que lo encontraba así.
— Sé que despertaste, amor... — Su voz ronca susurraba contra la oreja de Izuku mientras la lamia, el contrario tembló visiblemente. — Mmnh... Vamos, dame permiso antes de que me corra en mis putos calzones.
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Midoriya-sensei ||BKDK||
FanfictionDespués de perder su quirk y su sueño de ser el héroe número uno, Izuku se vuelve profesor de U.A. enseñando y transpasando a la siguiente generación su amor por los héroes y sus técnicas de análisis de quirk. A su vez, Katsuki Bakugo se vuelve un p...