𝐄𝐆||Cassie ha despertado en un nuevo universo paralelo al que tenía, en el todo es diferente y tendrá que descubrir con fuerza y valentía que es aquello que está mal para poder regresar a su tiempo.
¿Cassie volverá a su universo? ¿Qué le deparar...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
N.CASSIE.
Si antes estaba confusa ahora más.
¿Por qué Diego tiene tanto interés en mi?
¿Por qué no puede dejarme en paz?.
Son muchas preguntas para las pocas respuestas que tengo.
—Heather, no se porque esa actitud así conmigo. ¿Qué te hice?.
—Tú nada, solo ya no te quiero en mi vida—Le respondo.
—Así que es cierto, ¿Estás terminando conmigo?—Arquea una ceja.
—Esperad un momento—Interviene Jack.—¿Son novios?—Arquea una ceja.
—Lo éramos, porque si yo no me acuerdo que pasó entre nosotros entonces eso no pasó—Le respondo a Jack.—Además, quiero tiempo para mí—Me dirijo esta vez a Diego.
—Claro, ya sé que está pasando aquí Heather o debería llamarte Cassie—Se cruza de brazos.—Has visto a este gilipollas y te has enamorado de él—Se dirige está vez a Corbyn.
—No me he enamorado de nadie, y si bien él me provocó ese accidente pero no viene a incordiarme—Me enfrentó finalmente a él.
—Déjala en paz Diego o como quieras llamarte—Se entromete entre los dos Corbyn.
—¿Te crees importante?—Le pregunta Diego al castaño.—¿Crees que te la vas a llevar a la cama así de fácil?.
En ese mismo instante, observó como el puño de Corbyn se estampa sobre la mejilla de Diego.
—No me voy a llevar a la cama a nadie imbécil—Le dice Corbyn a Diego.—Sí tanto deseas estar con ella deberías mostrarle algo de respeto.
—Así que con esas vamos—Trata Diego de devolverle el golpe, pero Daniel lo agarra del brazo.
—Para ejercer la violencia lo haces en tu gran mansión, si es que tienes una.
—Imbéciles, me la vais a pagar—Se va Diego de aquí.
—Lo siento—Me disculpo acercándome a Corbyn.—Yo...No debí—No llegó a terminar la frase.
—No te preocupes—Se dirige Corbyn a mí.—No es tu culpa, es culpa de ese imbécil que no te sabe respetar.
—¿Qué haré al llegar a casa?—Le preguntó.—Él seguramente siga yendo hasta conseguir lo que quiere.
—No te preocupes, puedes quedarte en mi apartamento—Trata de tranquilizarme.
—¿De verdad?—Le preguntó.
—Sí, además no me molestas—Me responde.
—Gracias—Le respondo.
Sin darme cuenta, me encuentro abrazada al castaño sintiendo su calor corporal.
A los pocos minutos, nos separamos, dirigiéndonos hacía el lugar al que principalmente planeabamos ir anteriormente.
Al llegar a la cafetería, nos sentamos en una de las mesas, comenzando a hablar, de esta manera dándome cuenta de que en realidad estos chicos son tal y como los conocí en la otra dimensión y que en realidad son todo lo que necesito en estos momentos.
La tarde pasa como sí nada, llegando la hora de despedirnos.
—¿Enserio tenemos que decirnos adiós?—Se pregunta Zach al aire.—Con lo agusto que estábamos nosotros.
—Podemos hacer una maratón de películas—Propone Daniel.
—¿De terror?—Arquea una ceja Mae.
—¡Sí!—Se emociona Jack.
—Por mi vale—Acepto.
—En media hora en el apartamento de Corbyn—Nos comunica Jonah.
—Perfecto—Decimos todos menos Jonah al unísono.
Mientras los chicos, incluidos Mae y Zach se van a sus respectivos apartamento para tomar todo lo necesario para esta noche de películas,yo me dirijo junto a Corbyn hacía su coche, subiéndonos ambos en este.
Una vez dentro del coche, Corbyn arranca, dirigiéndonos ambos hacia su apartamento.
Durante el camino a este ambos vamos en silencio, pudiendo decir que ambos quizás nos sentimos cómodos con la presencia del otro.
—¿Puedo preguntarte algo?—Me pregunta Corbyn.
—Claro—Le respondo.
—¿Te gusta Diego?—Me pregunta.
—No, no me gusta—Le respondo.—Y sí te soy sincera, lo quiero lejos.
Una sonrisa se refleja en el rostro de Corbyn, dándome a entender de qué mi respuesta le ha gustado quizás un poco más de la cuenta.
Tras unos minutos, llegamos al edificio dónde reside.
Ambos nos bajamos del coche, caminando hacía el edificio.
Entramos en este, subiendo al ascensor hasta la tercera planta, bajandonos del ascensor.
Finalmente, Corbyn abre la puerta de su apartamento, adentrándonos al interior de este.
—Bienvenida a tu nuevo hogar Cassandra Harris—Me da la bienvenida Corbyn a su apartamento con una sonrisa en su rostro.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Bueno hasta aquí el capítulo 3 hasta el próximo capítulo 4