Al día siguiente cuando Mihawk salió de su oficina, fue despedido con una sonrisa cómplice por parte de Shakky. Hoy iba con Zoro y Perona al acuario, había un pequeño alivio en esa actividad la última vez que había ido fue antes de su compromiso fallido.
Zoro y Perona estaban emocionados mientras se dirigían al acuario, jugaron varios juegos aunque la que más platica daba era claramente la mayor. El viaje en coche estuvo lleno de risas y planes sobre qué animales ver primero. Perona estaba particularmente entusiasmada con los pingüinos, mientras que Zoro demostró su interés por los tiburones al señalarlos cuando le pasaron un folleto de las atracciones.
En lo personal nunca le agradaron ese tipo de lugares, toda vida marina debida ser libre en el mar junto a los suyos, pero ese lugar en especial albergaba animales descuidados o rescatados controlandolos en lo que se recuperaban. Incluso era uno de sus benefactores.
Al llegar al acuario, Mihawk observó a su alrededor, habían agregado y quitado una que otra decoración, pero el resto seguía siendo igual. Perona corrió hacia el área de los pingüinos, arrastrando a Zoro con ella, y por consecuencia a Mihawk que tenía al niño en sus brazos.
El breve recorrido que tuvo junto a la niña le devolvió algunos recuerdos, a medida que avanzaba el día, ya habían visitado casi todos los centros de atracción, solo les quedaba el espectáculo nocturno en el centro de las instalaciones.
Sin embargo, a medida que avanzaban entre la multitud la sensación de inquietud empezó a instaurarse en su pecho. Mientras observaban como comenzaba, sintió que alguien los estaba observando. Fingiendo indiferencia, comenzó a recorrer el área con la mirada, buscando cualquier cosa fuera de lo normal.
Finalmente, notó a un hombre en la distancia, alguien que claramente no estaba interesado en los tiburones. Sus ojos se encontraron y con eso una ola de recuerdos.
De sus labios solo salió una pequeña palabra.
- Shanks...
El nombre se le escapó en un susurro casi inaudible, pero el eco en su mente fue molesto. Hacía años que no veía a Shanks, y menos en circunstancias como estas.El estaba ahí, entre la multitud, y por un breve instante, Mihawk sintió como si el tiempo se hubiera detenido.
Shanks estaba observándolo con una expresión que Mihawk no pudo descifrar del todo: había algo de sorpresa, pero también una chispa de reconocimiento, como si estuviera evaluando cuánto había cambiado el hombre que alguna vez conoció tan bien. Mihawk, por su parte, no podía evitar sentirse un poco aturdido.
Con Zoro en brazos y Perona agarrada a su pantalón, no estaba preparado para una confrontación, menos aún con Shanks, que siempre había sido una tormenta de emociones y complicaciones en su vida.
Los recuerdos de su pasado juntos comenzaron a revolotear en su mente como polillas alrededor de una llama. El primer encuentro, el amor que se encendió rápido y furioso, y finalmente, la separación amarga.
Terminaron mal, y aunque Mihawk había tratado de enterrar esos recuerdos, la presencia de Shanks los estaba desenterrando sin piedad.
Intentó mantenerse firme, recuperar el control que tanto apreciaba. Y fue ahí cuando noto la cabellera azul al lado del pelirrojo, no era el único que estaba acompañado esa noche.
Ninguno se movió, el show terminó y Mihawk hizo todo lo posible por mezclarse con la multitud.
- ¿Papá? ¿Está todo bien? -Pregunto Perona mientras caminaba de la mano del pelinegro.
- Si, mañana tienen clases y no pueden dormir muy tarde, ya nos vamos. -Respondió con aquel tono frío que siempre lo caracterizó, la niña se quedó callada, y de repente parecía ser el primer día que estaban todos juntos.
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¡Esto no es un hotel!
Fanfiction-¿Error de envió?- Sugirió el mayor de los hermanos mientras reía. -Y aunque así fuera, que clase de persona deja dos niños sin nada frente a una casa, EN UNA SIMPLE CAJA. Imagínate si no hubieran terminado en manos de Mihawk. -Doffy solo rodo sus o...