Capítulo 17

501 55 0
                                    

Cuando llegaron a su hogar Buck dejó sus cosas en el cuarto que compartía con Eddie, en medio viaje de regreso la abuela de Eddie había llamado diciendo que se encargaría del niño para que tuvieran su rato libre.

-Bueno mi Eddie hermoso, ¿me haría usted el honor de sentarse a mi lado en esta cama?- Buck sonreía enamorado viendo a su novio quitarse la camiseta que cargaba.

Por el espejo el castaño veía al rubio, luego se dió vuelta.

-Nuestro hijo está aquí.- mencionó tocando su barriguita.- Nuestro bebé crece, Buck.-

El rubio se levantó y cayó de rodillas frente a su pareja, depositó unos besos en el abultado vientre de Eddie.

-Nuestro gusanito ya está diciéndonos que forma parte de nuestra familia y que no es un sueño.-

Buck bajó sus manos a la orilla del pantalón de su novio, tiró de ellos hacia abajo y lo dejó completamente desnudo.

Eddie se sonrojó por la acción de Buck.

-Buck... vamos a bañarnos primero, amor.- El rubio empezó a frotarse en los muslos de su novio repartiendo besos en ellos.

-¿Por qué? Hueles muy bien y estoy seguro que sabrás mejor...- diciendo eso se levantó y le empezó a besar con ferocidad, queriendo devorar por completo la boca de su novio.

Eddie empezó la lucha por el dominio del beso, comenzó a desvestir a su pareja mientras apretaba el cabello de su novio y jaloneaba para escuchar sus jadeos.

Buck lo acomodó con suavidad en la cama, poniendo almohadas y sábanas para que Eddie no se sintiera incómodo.

-¿Estás cómodo ahí, amor?- Eddie asintió mientras lo jaló para seguir comiéndole la boca a besos.

Buck se dejó hacer y luego se separó, antes que el latino protestara bajó hasta el miembro de su novio y le hizo una seña para que vea todo por el espejo de cuerpo entero que tenían a un lado de la cama.

En cuanto Eddie viró su rostro hacia el espejo Buck le dió una pequeña succión a la cabeza del pene, lo que tomó a Eddie por sorpresa y le sacó un jadeo.

Buck movió sus manos a los pezones de su pareja, estimulándolos mientras engullía más el miembro del latino.

Eddie no podía quitar la mirada del espejo, era como ver porno en vivo pero con él de protagonista; empezó a abrir sus piernas inconscientemente y Buck se aprovechó de eso, llevó una mano al trasero de su chico y dejó de chupar.

Antes que su novio protestara untó sus dedos en todo el líquido que brotaba del pene de Eddie.

-No queremos lastimar esta parte ni al gusanito.-

El rubio sonrió en grande al ver a su pareja taparse el rostro, avergonzado.

Volvió con su felación y mientras lo hacía frotaba la entrada de Eddie con sus dedos, sin previo aviso introdujo un dedo hasta el nudillo; el jadeo de sorpresa no se hizo esperar, su novio estaba tan apretado por dentro que casi parecía la primera vez que lo hacían y, es que, si esa barriga no estuviera ahí fácilmente pasaría como su primera vez.

Empujó más profundo el dedo y empezó a moverlo al ritmo de la felación, Eddie estaba hecho un montón de jadeos y pequeñas frases inentendibles.

Cuando lo sintió relajado un segundo dedo se sumó dentro de Eddie, el gemido que salió de sus labios fue un poco agudo; Buck empezó a calmarlo jugando con los pezones mientras chupaba, cuando eso funcionó empezó a mover los dedos de adentro hacia afuera y en forma de tijera hasta que escuchó un pequeño grito de parte de Eddie y lo sintió tan suelto: ¡lo había encontrado! Ese punto que tanto placer causaba.

Siguió la estimulación, arremetía cada vez contra la próstata de Eddie.

Lo único que se escuchaba en la habitación eran gemidos de parte del castaño y pequeños gruñidos del rubio, cuyas vibraciones estimulaban más el pene de Eddie.

- Buck... Ah~... Buck, ya casi... ¡EVAN!- Eddie miró a su novio como queriendo matarlo, Buck había detenido todo movimiento en el momento menos apropiado.

-Tranquilo, amorcito; ahora viene la parte más bonita.- Subió la mirada al vientre de su novio.- Gusanito, perdón por profanar tu casita pero papi quiere pasarla bonito ahora mismo y yo también.-

Un tirón de cabello lo sorprendió.

-Evan Buckley, si vuelves a hablar con nuestro hijo en un momento así verás como te bajas la maldita erección.-

Al escuchar su nombre completo de los labios del latino Buck decidió dejar de jugar con la muerte; vertió una gran cantidad de lubricante en su pene y en la entrada de su novio.

Lentamente empezó a penetrarlo, escuchando cada sonido y viendo cada gesto; se detuvo cuando la punta entró y escuchó a Eddie soltar un agudo gemido.

-¿Ya está?- Buck rió ante las palabras del castaño.

-Es apenas la punta, amor.- Eddie se sorprendió un poco.

-No la recordaba así.- Su novio se rió leve.

-Estábamos algo borrachos, el alcohol hace que nos sintamos más relajados y en ambiente.- Diciendo eso se introdujo por completo en Eddie.

Los músculos del latino se tensaron y un grito salió de su boca.

-Cariño, me apretas.- Al ver que ni diciendo eso se relajaba, Buck se inclinó y le susurró al oído. -Si sigues así no podré volver a tocar ese sitio que tanto te gusta.

Eddie relajó un poco el cuerpo y Buck cambió la posición de un movimiento, ahora Eddie estaba montando a Buck.

-Muévete a tu antojo, precioso. Soy todo tuyo.- La voz de Buck resonó en las cabeza de Eddie y se tomó la palabra, aunque se sentía pesado poco a poco empezó a dar pequeños saltos sobre el miembro de su novio hasta que volvió a dar con su próstata; desde ese momento en adelante los movimientos eran desenfrenados, Buck movía sus caderas para ir más profundo y Eddie se dejaba caer.

La perfecta sincronía hizo su efecto y en poco tiempo ambos llegaron al orgasmo, uno en el interior y el otro manchando el abdomen de su pareja.

-Buck, estoy cansado.- Eddie cerró los ojos aún encima de Buck.

-Amor, no duermas; voy por toallas y agua para limpiarnos.- Acomodó a su novio delicadamente en la cama, le tocó el vientre y fue al baño.

Cuando regresó vió a Eddie durmiendo de lado, por sus muslos escurría semen pero no parecía incomodarle; Buck sonrió y, con una toalla, comenzó a limpiar con cuidado el cuerpo de su novio.

Cuando llegó al vientre hinchado de Eddie se detuvo.

-Hola gusanito, tu papi y yo te esperamos con ansias; eres nuestro pequeño milagrito y te amamos, yo te amé desde que empezaste a ser una posibilidad hasta que te convertiste en una realidad. Ya quiero que te muevas, pero falta un tiempo. Te amo, a tí y tu papito.- Después de decir eso le dió un beso a la barriga de Eddie y se acostó junto a él, su novio se acurrucó a su pecho.

Ambos se quedaron dormidos; un día había pasado, uno muy placentero y amoroso.

You Make Me StrongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora