Capítulo 8

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Había pasado un mes desde el susto del embarazo.

Aún no le habían puesto nombre a su relación, simplemente pasaron de ser mejores amigos que compartían momentos juntos a vivir juntos y compartir besos y caricias.

Ese día Bobby estaba haciendo el desayuno, tenía jugo de naranja, huevos y sándwiches de jamón y queso; ese desayuno era para sus chicos.

Hen y Chim ya estaban en la mesa sirviéndose, Buck y Eddie llegaron después; estaban recién llegando a la parte de arriba y Eddie bajó corriendo al baño.

-Buenos días a tí también, Eddie.- Chimney se sorprendió.

Buck saludó y luego bajó a buscar al latino, extrañado por su comportamiento.

-Eddie, ¿qué pasó? ¿Te sientes bien?- Buck estaba preocupado.

-Yo... se veía delicioso pero sentí el olor de los huevos y me entraron unas ganas de vomitar.- Eddie aún sentía las náuseas haciendo estragos en su estómago.

Buck fue hacia Eddie y le empezó a sobar la espalda tratando de aliviar el sufrimiento.

-Voy a subir y quitar los huevos de la mesa.- Eddie le miro y le sonrió como muestra de agradecimiento.

Un leve pensamiento corrió por la mente de Eddie mientras veía a Buck salir...

¿Y si...?

No, no podía ser. Ya hace un mes que lo hicieron y no se habían tocado desde ahí, al menos no habían tenido sexo en sí.

Buck regresó.

-Ya está, ya puedes subir.- Eddie jaló a Buck del brazo.

-Buck, ¿podría ser que...?- y miró su vientre.

El rubio lo entendió.

-No lo se, podríamos ir al médico luego del turno.- Eddie asintió más calmado.

Cuando subieron los chicos estaban extrañados y preocupados.

-¿Estás bien, Eddie? Quizás tienes una bacteria en el estómago, eso provoca náuseas por olores.- Hen le dijo mientras veía como Eddie intentaba tomar un poco de jugo con miedo aunque al parecer le gustó.

-O quizás estás en estado...- Chim lo soltó sin más, Buck y Eddie tosieron.

-Si está o no asumo que pronto lo sabremos, Chimney.- la voz de Bobby apareció detrás de ellos.

Buck se levantó y le dijo algo al oído.

-Bien, vamos a mi oficina. Eddie, tú también.-

Todos miraban confundidos.

Cuando ingresaron a la oficina de Bobby éste cerró la puerta con seguro.

-Buck, espero que esto no sea un juego.- Bobby parecía serio.

-Cap... resulta... no fue a propósito...- Buck empezó a tartamudear, así que Eddie tomó la palabra.

-Hace un mes que Buck vive conmigo, estuvimos juntos y ahora no se si podría estar en espera.- Eddie dijo lo último bajando la cabeza y en voz baja.

Bobby bajó la cabeza mirando hacia su escritorio.

-Chicos, ¿comprenden lo que me están diciendo?- alzó la cabeza un poco para verlos a la cara.

Buck estaba muy nervioso y Eddie se veía visiblemente afectado.

-No lo tomen a mal, me preocupo por ustedes. Quiero lo mejor para todos pero ustedes son especiales para mí; Buck, tú en especial.-

Buck asintió; para él Bobby era como un padre, ese padre que siempre quiso y que le fue negado en su momento.

-Yo... cap... yo te aprecio como un padre, y sentimos lo que pasa pero... si Eddie resulta estar...- Bobby le interrumpió.

-Si Eddie resulta estar embarazado te harás cargo de ese bebé y me dejarás conocerlo.- Buck sonrió.

-Todos lo conocerían; tú y Athena son como mis padres y me parecería magnífico que fueran los abuelos del niño o niña.- a pesar del susto inicial Buck se veía bastante contento.

-Bien, espero que pienses en lo que dices. Ese bebé será el más protegido de la ciudad con un abuelo bombero, una abuela policía y unos padres bomberos y ex militar.- sonrió Bobby.

Eddie seguía en su mundo, si tenía un bebé ¿Cómo lo cuidaría?¿Buck seguiría con él sólo por el bebé? ¿De verdad Buck lo quería a él o estaban juntos porque sentía culpa?

Muchas cosas pasaban por su mente cuando sintió la mano de Buck en su espalda.

-Eddie, estabas perdido. El capi nos acaba de dar el día libre para poder ir al médico.- Eddie miró a Bobby y sonrió cansado.

-Gracias, capi. Nos vemos pronto y le enviaremos los resultados en cuanto los tengamos.- Bobby asintió y ellos salieron. 

Subieron al carro de Buck y se pusieron en marcha al médico.

-Eddie, ¿estás bien?- Buck estaba preocupado por la falta de habla.

-Yo... no me siento preparado, Buck. ¿Y si estoy embarazado? ¿Cómo se lo diremos a Christopher? ¿Y si no le agrada a Christopher la idea?- empezó a hiperventilar.

Buck detuvo el carro en una bahía de parada.

-Eds, respira junto conmigo. Inhala, exhala, inhala, exhala...- Eddie empezó a regularizar su respiración.

-Eddie, si estamos esperando un bebé yo estaré a tu lado, seremos los mejores padres para él o ella. Con respecto a Christopher, ese niño es el amor en persona, estará muy feliz de tener un hermanito con quien jugar.- Eddie estaba lagrimeando.

-Oh, cariño. No llores, mi amor. Estamos juntos en esto.- Buck lo abrazó y Eddie sollozó, no quería que esto terminara.

-Buck, ¿Tú me quieres? ¿Me querrás aunque no esté esperando? ¿No te aburrirás de mí luego?- y Buck lo entendió.

-Creo que no dejamos un punto claro, mi amor.- se separó de Eddie y lo tomó por los hombros.

Eddie lo vió con extrañeza.

-Edmundo Díaz, pensé que no sería necesario decirlo porque mis acciones hablaban por sí solas pero al parecer si lo necesitamos.- Buck tenía toda la atención de Eddie.

-Eddie, ¿Puedo tener el privilegio de ser tu novio?-

A este punto Eddie estaba con los ojos muy cargados de lágrimas.

-¿Prometes que no es sólo por la sospecha de un bebé?-

Buck rió.

-No es por el bebé, me gustas desde que te conocí. Admito que no fue un buen inicio pero cuando descubrí tu faceta de padre... Te volviste especial, Edmundo Díaz.- Eddie tomó una mano de Buck.

-Sí, sí Buck; sí a todo, quiero pasar contigo unos minutos, un par de hora, unos días, toda la vida. También me gustas y... salgamos de una vez de la duda, vayamos a saber si seremos o no padres de nuevo.-

Eddie iba a soltarlo cuando sintió un tirón.

Lo siguiente que pasó fueron los labios de Buck contra los suyos, primero como una leve presión y luego un movimiento; siguieron el ritmo del beso hasta que les faltó el oxígeno.

Se separaron, sonrieron y Buck se puso en marcha al hospital.

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