Capítulo 21

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Hen iba de un lado a otro en el comedor de la estación, Eddie sentado en el sillón y Chimney en una silla; Buck y Bobby se encontraban en la oficina hablando sobre el nacimiento del bebé.

-Te digo que esa barriga no parece de seis meses, apuesto 20 dólares a que son gemelos.-

Chimney puso el dinero en la mesa.

-Apuesto 40 a que son mellizos.-

Eddie suspiraba.

-En el eco se ve claramente un solo feto, no dos.-

Hen le puso los ojos en blanco.

-Oye, se supone que somos paramédicos. ¿Cuántos partos atendemos semanalmente? Y de esos, ¿cuántos padres no sabían que tendrían gemelos o mellizos?-

Chimney la señaló.

-Ella tiene un punto, Díaz. Los ecos no son cien por ciento seguros, solo te muestran que hay un bebé dentro.-

Karen, la esposa de Hen, llegó a la estación y la invitaron a subir.

-Vaya, veo que empezaron las apuestas. ¿Qué apostamos?-

Hen se abrazó a su chica.

-Yo apuesto a que son gemelos.-

Chimney alzó su mano.

-Yo a que son mellizos.-

Eddie habló.

-Y el eco muestra un solo feto.-

Karen reía pero sumó 20 dólares a que eran mellizos.

Maddie llegó junto a Athena y con ellas traían a Chris.

Ellas también realizaron su apuesta, Maddie a mellizos y Athena a gemelos.

Evan y Bobby salieron de la oficina.

Buck se acercó a su hijo y lo alzó en brazos.

-Vamos, campeón, a tu papi le gustará tenerte cerca.-

-¿Acaso nadie está viendo el eco fijado en el tablero?-

Eddie negaba con la cabeza, divertido por la apuesta.

-Bueno, toda la familia reunida.-

Bobby Nash se movió a abrazar a su mujer y cada cuál hizo lo mismo.

-Eddie, ¿cuándo tomarás tu licencia por paternidad?-

Athena lo observaba fijamente.

-Cuando entre al octavo mes, aun faltan dos.-

Sus amigos se pusieron a discutir y reír entre ellos.

En medio de la risa un pequeño golpecito lo hizo callar y humedecer sus ojos.

-Eddie, cariño, ¿qué ocurre? ¿Te duele algo?-

El latino no dijo nada y agarró la mano de su novio posicionandola en su vientre.

Buck no entendía hasta que lo sintió: un pequeño golpecito.

Ambos padres sonreían y a la vez soltaban pequeñas lágrimas, lo que llamó la atención de los demás y de Chris que estaba sentado al lado de ellos.

-Capi, ven.-

Cuando escuchó a Buck llamarlo, el capitán del 118 se acercó a Eddie y a Buck.

-¿Qué sucede?-

Eddie tomó la mano de Bobby y la puso en su hinchado abdomen.

-Ey, gusanito, tu abuelo también quiere sentirte.-

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