JUSTICIA /5/

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4 semanas después


Ya era costumbre que, con Emi y los demás quedemos más seguido cada vez que salíamos nos lo pasábamos muy bien y nos divertíamos bastante. La confianza con todos había crecido, pero aún más con Milo.
Últimamente, estábamos haciendo muchas pijamadas con Emi y las demás chicas, solíamos ver pelis, chismear o hacernos skincare.


Era sábado y estaba sentada en la sala algo aburrida, Iván estaba stremeando así que no podía hacer nada con él. Estaba boludeando con el teléfono hasta que sonó el timbre, supuse que era Emilia, por lo que me puse muy contenta, ya no me iba a aburrir más. Me levanté del sofá y fui a abrir la puerta con la sorpresa de que no era Emi.

Era mi madre. Pero no venía sola, venía con policías


-Que haces aquí? - dije sorprendida - venirte a buscar, ¿no es obvio? - dijo mientras me agarraba del brazo tratando de llevarme - no soltame no quiero ir con vos - dije alterada tratando de soltarme - como que no?, que te dijo tu hermano para no querer estar con tu mamá.

Iván bajó por las escaleras por el escándalo - que pasó - dijo tratando de ver quién estaba en la puerta - que haces aquí mama?, soltala, ¿no ves que no quiere ir con vos? - dijo acercándose a mí. - seguridad el secuestro a mi hija - dijo mamá victimizándose y mintiendo - que decís si él es mi hermano como me va a secuestrar- traté de decir, pero la policía entro a por Iván


- hey no, porque se lo llevan, él no hizo nada - lloriquee tratando de ir por él, pero mama me agarró - ya está no pasa nada- dijo abrazándome, pero yo la empujé - no quiero ir con vos, dejame ser feliz con Iván- dije gritando, pero un policía me agarro y me metió al coche en el que seguidamente se subió mi mamá.


Arrancaron y vi a lo lejos como me alejaba cada más de Iván, esto era una pesadilla. Cundo llegamos a casa de mi mamá bajamos del coche y mientras ella abría la puerta yo me fui corriendo al único sitio que sabía, a la plaza. Llegué y rápidamente me senté a los pies de un árbol abrazando mis rodillas y escondiendo mi cabeza entre ellas y comencé a llorar. Sabía que este momento iba a llegar, pero no esperaba que de este modo. Solo esperaba que todo se solucione y me dejen vivir tranquilamente con mi hermano.


Mientras lloraba alguien dijo mi nombre y se sentó al costado mío, sea quien sea, no quería que me vieran en ese estado, así que no levante la mirada, pasó su brazo por mis hombros y comenzó a hablar


-¿Estás bien Maia?- al fin reconocí quién era, era Mateo, negué con la cabeza - que te pasa boluda, sabes que me lo podés contar- dijo a lo que levante la cabeza y lo miré, limpió mis lágrimas con la yema de su dedo y le empecé a contar todo.

Cuando acabé me abrazó y le correspondí el abrazo, la verdad era que lo necesitaba, necesitaba a alguien que me escuche desahogarme.


Se empezó a hacer de noche y como no tenía otro lado a donde ir tuve que ir a casa de mi mamá. Cuando llegué toqué el timbre y abrió mi madre algo enfadada

-Al fin que llegas pelotuda, como me desobedeciste, hoy no hay cena para vos - dijo a lo que rodé los ojos, ya estaba acostumbrada a ese comportamiento, solo le dije una cosa - habrá juicio? - pregunte - claro que hay, pero seguro que yo gano - ignore su comentario - y cuando es? - en 3 días.
Subí a mi habitación, tenía que conseguir si o sí que Iván ganase el juicio, y ya sabia como hacerlo.


=====

Me desperté y vi un mensaje de Mateo diciéndome si estaba mejor, al instante sonreí y dije que sí. Estuve un día entero encerrada en mi cuarto, no me apetecía hacer nada, solo quería ver a Iván, durante ese día vino Mateo para animarme y para apoyarme, lo apreciaba mucho. Me vestí y bajé ignorando a mama, abrí la puerta para irme, peroella me freno.

- ¿a dónde vas? - dijo agarrándome del brazo - a casa de una amiga - respondí sin mirarle y soltándome- tú no te vas - dijo desafiante - me da igual lo que digas, yo me voy - dije y salí de casa cerrando la puerta detrás de mí. Había quedado con Emi y nadie iba a impedirlo.

Cuando llegué a su casa piqué el timbre, no pasaron ni cinco segundos y ya abrieron la puerta, se vio a una Emilia preocupada lanzándose hacia mí para darme un abrazo.


-me tenías preocupada boluda, no respondías ni los mensajes ni las llamadas - dijo sin soltar el abrazo - es una larga historia - dije cuando me empezó a picar la nariz en señal de que iba a llorar cosa que Emi notó - ya se la historia me la contó Mateo - dijo separándose de mí e invitándome a dentro de la casa.

Ahora solo necesitaba distraerme y dejar de sobre pensar todo tanto, el día que Mateo estuvo en mi casa la pasé muy bien, me divertí y me reí mucho, pero cuando se fue sentí otra vez ese extraño vacío que solo se llenaba estando con él. También quería estar con Cami, pero no quería que se preocupara.


Con Emi estuve hablando un poco de todo (chismeando), pero, en un momento, salimos a dar una vuelta por el barrio. Nos sentamos en un banco y seguimos hablando de pelotudeces.

Mientras hablábamos se acercó un señor trajeado.

-perdone usted es la señorita Maia - preguntó el hombre a lo que asentí - me presento soy el abogado Fernández, abogado de su hermano, pronto se celebrará el juicio y queríamos saber unas cuantas cosas -hablo rápidamente a lo que puse atención


- ¿nos ha dicho Iván que usted sufría abuso físico por parte de su mamá durante su estancia en España, es eso cierto? - pregunto a lo que asentí, Emi me miraba un poco asustada, nunca le conté sobre aquellas situaciones que viví en el pasado - y tiene algún tipo de pruebas para corroborarlo? - asentí y empecé a buscar videos y fotos de esos momentos en mi teléfono, cuando las encontré se lo enseñe

- Okey ahora le pasaremos un mail donde tendrá que enviar esas pruebas, todo esto para testificar en contra de tu madre -dijo a lo que respondí - se podrá hacer que en vez de mandarme vivir con mi papá viva con mi hermano? - pregunte con un nudo en la garganta, Emilia me agarró la mano en forma de apoyo - claro, si usted desea eso, se podrá intentar, muchas gracias por colaborar - dijo a punto de irse


- perdone - dije rápidamente - dígame - mi hermano está bien - pregunté, desde que se lo llevaron no supe nada de él - sí, no se preocupe, muy pronto estará con él - asentí y se fue

Estuve llorando en el hombro de Emilia un buen rato hasta que vino Mateo, le conté todo y me consoló como ya era tarde, me acompaño hasta casa. Entré y no había nadie, la verdad no me importó mucho, subí a mi pieza y me dormí al instante.



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Notita-

Quinto capitulo. Se que es un poco de relleno pero va a valer la pena, confien.

Gracias por leer y cuídense.❤

(1252 palabras)

Un amor adolescente  [Milo j]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora