O11

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Joshua

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Joshua

Pudimos escuchar el zumbido de la voz de Joy mientras hablaba. Casi me daba miedo pensar lo que ella le decía a Jeonghan, pero él se rió por teléfono y empezaron a hablar como viejos amigos. Él respondió sí, no, y de vez en cuando absolutamente, pero lo dejé para que se defendiera y me acerqué a Seungcheol.

Ahora estaba de pie, apoyándose en su escritorio, y yo caminé directamente hacia él, deslicé mi mano por el costado de su cuello y lo besé. Hablé en voz baja para que sólo él pudiera oír: —Ella está tratando de conseguir el dinero.—

Me miró con esperanza en sus ojos miel y susurró:

—¿Te vas a quedar?—

—Quiero hacerlo. Dios, quiero hacerlo.— entonces miré a Jeonghan y le susurré a Seungcheol: —Pero si no puede ser... No quiero hacerle daño.—

Seungcheol tiró de mi cara hacia atrás para mirarlo.

—Y por eso mismo, Josh, es por lo que quiero que te quedes.—

Le di una sonrisa triste —Yo tampoco quiero hacerte daño.— susurré.

Seungcheol no dijo nada. Él solo me besó. Lento y suave, con sus manos sosteniendo mi cara, me consumió. Hasta que Jeonghan habló a nuestro lado. —Bueno, está un poco indispuesto en este momento.— le dijo Jeonghan a Joy —Oh, no, nada de eso. Sólo tiene la lengua en la garganta de Shua.—

—No le digas eso.— siseó Seungcheol.

Jeonghan le ofreció el teléfono a Seungcheol —Ella quiere hablar contigo.—

Me encogí, y Seungcheol tomó el teléfono y se aclaró la garganta. —Choi Seungcheol al habla.—

Jeonghan me miró y se rio de la conducta formal de Seungcheol, y Seungcheol se acercó a la ventana para poder hablar con Joy en privado. O ser sermoneado en privado, como probablemente fue el caso.

Jeonghan me empujó contra el escritorio y me besó. Duro. La diferencia entre ellos todavía me sorprendía, desde la seriedad de Seungcheol hasta el paquete de energía de Jeonghan. Se echó hacia atrás sólo para sonreírme. —Tu amiga Joy me quiere.—

Me reí. —¿La deslumbraste con tu encanto juvenil?—

—Totalmente.—

Asentí hacia Seungcheol —¿Debería preocuparme por lo que ella le está diciendo?—

—No.— dijo Jeonghan riendo. Luego me besó de nuevo.

Aparté mi cara de la suya y me reí. Tratar de evitar que Jeonghan me besara cuando quería hablar estaba resultando imposible.

—¿Joy no fue dura contigo?—

Sonrió. —Bueno, me dijo que si te hacía daño, me convertiría en el gay más popular de la costa al arrancarme las pelotas. ¿Eso cuenta?—

T | jihancheol Donde viven las historias. Descúbrelo ahora