|Otro atardecer – Bad Bunny, The Marías|
Él estaba a mis talones mientras yo caminaba adelante.
Nos quedamos en silencio, tal vez era porque puede que tuviera un aire intimidante o quizá no hacía falta hablar. El silencio estaba cómodo.
La distancia de un puesto a otro era considerable, nos tardamos su tiempo, aunque no creía que hubiera sido eterno, más bien al contrario.
Me encontré con Paris concentrada en su celular con la cara más arrugada que haya visto.
—¿Esa es la cara o el culo? —le pregunté bromeando. Me mira de reojo hasta que luego se dio cuenta que era yo, luego ve a Charlie y se asombra.
—¡Hola! ¿¡Cómo has estado, niño!? —Se levantó de su asiento para abrazarlo, él acepto el abrazo, pero con extrañeza.
«Estamos en las mismas» Pensé.
—Dime, ¿Qué haces aquí? —continuó mi hermana con una voz dulce, así como la que hacía mamá al hablar con algún paciente.
—Que sí quieres rodarte a la carpa de ellos… y conmigo —dije yo pasando una mano por mi nuca. Charlie me señaló con el pulgar.
—Sí, eso. Si quieres.
—Mm, no lo sé… yo…—Vi a mi hermana con intensidad, con ganas de quemarla viva si decía que no. Ella me miró y le sonrió al chico— Por supuesto. Si me ayudas con las cosas.
Ella se giró a recoger algunas cosas regadas en las bolsas.
—Brooklyn, por ahí quedó la dona que te dejé.—Arrugué la cara, me sentía llena.
—No, gracias. Quédatela, estoy bien.
Mi hermana se giró y me vió con las cejas alzadas.
—Más raro.—Se encogió de hombros.
«Por favor, no me hagas pasar vergüenza»
—Brooke, toma tus cosas. No pretenderás que cargue con eso.—La voz de Paris me hizo espabilar y con eso tomé mis cosas y me fui, para evitar que me dijera algo. Lo que quedó lo llevó Charlie.
Cuando llegamos a la carpa, Paris vió a los dos chicos e hizo iluminar su cara con una sonrisa.
—Hola, ¿Todo bien? —saludó mi hermana.
—Hola, chica. —Madelaine la saludó con las manos y Paris se acercó a darle un abrazo. Cuando se soltaron mi hermana vió a Murphy.
—Ah. Hola, tú —saludó al amigo de Charlie.
«Tanto saludo me está dando como ansiedad»
—¡Regresé! —dije sin más, dejando mi bolso en la mesa y sentándose en el puesto de antes.
Charlie soltó las bolsas llenas de comida y se sentó otra vez en la hielera.
—Creo que está demás decir que hay una nueva invitada —dijo haciendo que todos nos riamos.
—¿Pongo música? —preguntó mi hermana.
Ahí me percaté de una cosa.
Paris no tenía dónde sentarse.
¡Ups!
—Claro —respondió Madelaine.
Paris sacó la bocina de su bolso y colocó reggae, de Bob Marley, siendo específica. Dejó la corneta en la mesa y tomó una toalla para tenderla en el suelo y se acostó.
«Bueno, eso está mejor»
—Madelaine, ¿Me prestas tu sombrero?, por favor —preguntó mi hermana con una sonrisa y la pelirroja se lo lanzó.
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Ese maldito verano [EN PROCESO]
Teen FictionTodas las personas tenemos defectos, pero se supone que el amor de tu vida tiene que tolerarlos y aceptarlos. Eso es mentira, una GRAN mentira. El amor de tu vida te ayuda a ser mejor persona, a mejorar mutuamente, como una dualidad. Te han mentido...