Capitulo X

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|This love (taylor’s version) – Taylor Swift|

En el piso de abajo estaban mis padres, cada uno en sus celulares. Del teléfono de mi mamá se escuchaba una canción bastante editada y escandalosa. Seguí de largo hacia la cocina, en la que no encontré a mi abuela. De regreso a la sala, avancé hasta la puerta principal, no sin antes que mi padre interrumpiera:

—¿Buscas al abuelo?

—No, a la abuela.

—Está en su cuarto —respondió mamá agregándose a la conversación.

—Gracias. —Me dirigí al piso de arriba y sinceramente ya me estaba quedando sin aliento, podría ser patinadora y todo, pero no salgo a correr nunca, mi rendimiento físico estaba del asco.

Luego de subir otra vez, me encontré frente a la habitación de los abuelos. Toqué la puerta.

Unos segundos después la abuela me abrió.

hola, hija ¿Qué pasa?

Quiero hablar contigo, ¿Estás ocupada? —dije en español con un acento muy americano.

No, para nada, pasa. —Se hizo a un lado para que pudiera pasar.

Entré a la habitación, a la que muy pocas veces he estado, pero igual recuerdaba cómo la palma de mi mano. Las paredes estaban pintadas de color hueso, tenía una cama matrimonial y mesas nocturnas a cada lado de esta, y un armario de madera, también color gris en el que me metía de niña y fingía estar adentrándome en Narnia. Y la puerta del oscuro baño que era un poco espeluznante.

—Dime, ¿Qué pasó que no le puedes decir al abuelo? —dijo cruzando los brazos y sentándose en la cama.

—Yo no…— Me quedé sin habla, ¿En serio era tan unida a él? Suspiré— No es eso, es solo que siento que no lo entendería; mi amiga necesita un consejo y no quiero que mi mamá ni mi hermana se comprometan porque la quieren mucho, pero ella no quiere que lo sepan. Solo me lo confió a mí y yo no sé que decirle, así que acudí a ti para que me ayudes, ayudarle. ¿Puedes no decirle a nadie?

Ella me vio con el ceño fruncido.

Hija, pareces rapera. Te entendí apenas.

—¡Abuela! —me quejé.

—Okey, creo que lo comprendí, pero entiende que ya no estoy para esto. Dime.

—Si antes apenas me entendiste ahora será peor.

Le conté que mi amiga se encontró con un chico y le pareció lindo, sin más. Luego se volvieron a encontrar—Hay que omitir detalles para ser más creíbles—, pero le chico estaba con sus amigos y por muy raro que parecía se empezaron a hablar todos, una chica del grupo le pidió su número para amigar, “mi amiga” aceptó con gusto y está chica que ni recordaba le escribió invitándola a su cumpleaños, agregando que al chico que mi amiga había visto se le hizo linda, y ahora no sabe que pensar o hacer.

—¿Por qué la juventud de ahora es tan complicada? Si a mí en mis épocas me gustaba un muchacho lo tenía en la mira y le coqueteaba sin más. —Me senté junto a ella.

—Ahora la gente teme que los desconocidos sean posibles criminales, o no sé —dije dudando, ya que a duras penas yo sabía porque no quería conocerlos, o por lo menos, no quería que me vean como una rara intensa.

—No lo creo, sino no la hubiera invitado a su cumpleaños, muy íntimo.

—Tiene sentido, pero lo peor es que mi amiga solo le respondió con un “okey” a la chica, luego de lo que dijo del chico guapo.

Ese maldito verano [EN PROCESO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora