Para Megumi Fushiguro no era una opción ser buen novio, debía serlo sin cuestionarse o sin excepción. Aunque se sentía mal de no hacer las cosas como a él le gustaría hacía lo posible, ya que no podía conducir para llevarla a una cita sorpresa, no podía ir muy lejos por su cuenta a comprar el ramo de flores más lindo para su pareja, le era muy complicado viajar juntos o incluso hacerle alguna comida especial para ambos. Aún así, demostró que su corazón y atención siempre la tendría, con ayuda de su mejor amigo buscaba algún detalle para entregárselo, pero siempre decía que no era lo mismo.
Su relación curiosamente para él, era muy sana a pesar de las dificultades que él se ponía ante esos hechos anteriores, porque ella adoraba la presencia de su novio, adoraba cuidarlo, sin problemas ayudaba a la hora de vestir o cambiarse, aunque este al comienzo ponía objeción de algún apoyo, recientemente se dejaba consentir por la joven castaña que cuidaba de él. Sabía que dentro de poco podría ser el novio que a Megumi le gustaba ser, después de tiempo entendió que quizás el destino le dio una razón para terminar con su ex pareja, la razón se encontraba de pie cepillando su cabello.
Seguía usando silla de ruedas aún después de la operación ya que evidentemente no iba a ser de la noche a la mañana ponerse de pie después de un tiempo sin hacerlo. El proceso era lento, pero sabía que sería el mejor. Después de cada terapia, pasaba la tarde con sus hermanos aprovechando un poco la mentira que le decía a su novia, quería que fuera sorpresa el momento en que ella lo pudiera ver de pie, pero las palabras ante la frustración de ella siempre eran las mismas: "Te amaría aunque no pudieras moverte en lo absoluto, cuidaría de ti hasta nuestro último momento juntos".
Si eso no fuera una afirmación a formar una vida juntos el resto del tiempo, creería que las palabras de amor son solo mentiras que uno dice en momentos de locura. Pero siempre eran hechos lo que demostraba, lo consentía tanto que incluso pensó en vivir así, pero eso solo era un capricho para sentirla cerca, quería creer que después de todo no era lastima lo que ella sentía por él. Pero en algunas noches olvidaba que ella pudiera sentir eso, lo que demostraba ante el amor que destilaba era imposible dudar de ella. Sabía que no eran simples noches de sexo, no era la calentura del momento, era simple amor que hacían.
—¿Tus hermanos? —preguntó en voz alta un poco preocupada.
—Sí, insisten en que quieren conocerte —respondió mientras bebía de su café—. Es por eso que los cité aquí, ¿no hay problema o sí?
—Si lo hay, no vengo con ropa un poco más formal y no estoy lista para ello —mencionó nerviosa—. Sabía que esto pasaría pronto, pero no así, al menos creí que avisaras para estar lista.
—Pero tu ropa no tiene nada de malo —cruzó sus brazos—, es más yo pienso que está bien, no necesitas venir vestida muy exagerada, te aseguro que estás bien así.
Por su parte, ella veía atentamente sus prendas de vestir, no estaba mal, al ser los comienzos de la primavera usaba un vestido en tono azul cielo, al igual que unos zapatos blancos en conjunto a su bolso. Era muy sencilla y casual para la cita que habían acordado en la cafetería "solos", no pensó que de imprevisto conocería a sus hermanos. Sus padres era otro tema que a pesar de todo, ellos confiaron desde el principio en la castaña que no tenía miedo ante eso, pero mencionar a sus hermanos era otro tema aparte.
—No te preocupes, te aseguro que estarán felices de conocerte —sonrió amablemente—, aunque uno de ellos tiene gestos de molestia no es así.
—Que alivio —mencionó en sarcasmo ante el comentario—. No quiero ser hipócrita, pero siempre la primera impresión dice mucho ¿no lo crees?
—Probablemente, pero al final a veces eso suele ser hipócrita, es mejor ser como siempre.
Observó a través de la ventana el auto que conducía la abuela de ellos, comentó que los dejaría aquella tarde a su cuidado. Confirmó por medio de un mensaje que se encontraba ahí, el menor de los gemelos se bajó emocionado tirando del brazo de su hermano para que bajara, pero a pesar de ser muy serio en ocasiones era muy celoso conforme a su hermano mayor. Sabía que recién volvió a sus vidas, volvieron a tomar su atención y el tener nuevamente una novia sonaba a alejarlos otra vez. Mientras Shota se emocionaba por que su hermano nuevamente tuviera pareja, ya que el pelinegro les decía que era una mujer muy amable como su madre, que lo cuidaba en todo momento y le demostraba amor.
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╰❥Heridas (Megumi y tú)
FanfictionMegumi Fushiguro, después de su accidente pretende alejarse de todas las personas que lo estiman. Su tutor, quien lo ha cuidado desde niño, busca que vuelva a ser el mismo chico amable y tierno que era en su juventud. Aunque esto le está tomando más...