╰❥Capítulo 03: Equipo

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Gojo comenzaba a darle un recorrido de bienvenida a la joven castaña, estaba emocionado de que el azabache haya aceptado de último momento el trabajo que ella podía ofrecerle como su enfermera. Shoko por otro lado, le había entregado una lista de medicamentos y alimentos que debe consumir Fushiguro que le recetaron en el hospital al igual que las consultas médicas agendadas.

Los ojos color miel veían todo a su alrededor analizando cada situación, de igual manera escuchando cada detalle de las indicaciones que le ofrecía la pareja.

—Megumi normalmente despierta temprano, por lo que puede comenzar a requerir tu presencia temprano.

—¿Qué es exactamente temprano?

—Probablemente entre las seis y ocho de la mañana —respondió mirando el reloj—, en ocasiones suele despertar tarde, pero es mejor estar prevenida.

Una vez que terminó el recorrido, entregando todo lo necesario para aprender este primer mes, comenzaría el trabajo difícil que era cuidar a Megumi. Pues el mencionado no lo dejaría tan fácilmente, en su mente se encontraba planeando una y otra vez, qué iba hacer y cómo lo iba a lograr. Aplicaría lo mismo que en sus prácticas de la universidad, aunque por el momento la misma persona poseía todo lo malo que aprendió de sus pacientes. Aunque no pareciera, estaba preocupada de cómo llevar paz entre ambos, era ser un equipo para poder ambos obtener un beneficio.

Una vez el recorrido terminado, le asignaron una habitación al frente de la del azabache, para estar cerca incluso en las noches, se encontraba aquella habitación amueblada y con algunas pertenencias que podría usar sin problema. Gojo dejó el equipaje de ella en dicho lugar para que comenzará desempacar, anunciando que hoy no apoyaría en los cuidados del joven al que empezaría a trabajar, anunciando que sus días de descanso serían domingo y lunes, en algún caso extraordinario se le solicitaría trabajarlos.

Pasaron algunos minutos antes de indicarle que era la hora de la cena, a lo que se acercó a la mesa donde comerían el nuevo velador, la señora Tsuki que estaba a cargo de la casa, una nueva señora que le ayudaría en limpieza general y ahora ella, la nueva enfermera. Gojo a pesar de que se consideraba empleado al igual que su esposa, comían en gran comedor junto a Megumi por la costumbre, lo cual hasta el momento el joven no los había ahuyentado.

Satoru iniciaba las conversaciones a las que solo respondía su esposa tratando de que el más joven se uniera a ellos, esperando que los tres volvieran a conversar en cada cena como de costumbre, volver a traer a sus pequeños a este hogar donde amaban estar junto a su hermano mayor. Pero debían seguir en casa, esperando a que su mal humor bajara, ya que la última vez, les gritó y lanzó aquello que le mostraban con tanta emoción como solían hacerlo. Misma razón que Shoko dejó de asistir aquel hogar, misma razón que el pelinegro respetaba a la castaña.

—Anda Megumi, conversa un poco, ya me siento loco hablando yo solo —se giró a verlo.

—Pues habla con tu esposa —respondió sin verlo.

—No me molesta, pero a ella sí —continuó suplicando—. Anda, ¿quieres hacer algo estos días?

—Morirme —respondió en susurro—, terminé. Dile a la señora Tsuki que gracias por cocinar, nos vemos luego. Buenas noches y hasta pronto, Shoko.

La mencionada dio un suspiro, ella sí había alcanzado a escuchar su respuesta.

—Buenas noches Megumi —respondió—, espero verte mañana y en los próximos días.

No respondió, solo comenzó a mover su silla por sí solo, sabían que el proceso de su dolor iba a ser difícil, pero esperaban que pronto volviera a ser el mismo que ambos criaron con algunas dificultades, pero amaban. El mismo que nunca se iba sin despedirse de un abrazo y un beso en la mejilla o la frente, que siempre le gustaba escuchar sus historias en el hospital e iba a visitarla. Se levantó de la mesa en dirección al patio, el albino prefirió dejarla sola mientras él recogía los platos sucios.

╰❥Heridas (Megumi y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora