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Akaashi despertó con el sonido de la lluvia contra su ventana. Se había quedado con los brazos cruzados y la cabeza apoyada en un montón de almohadas. Le costó un momento recordar donde estaba y con quien estaba, al final hizo un esfuerzo y se incorporó para ver a Bokuto. La película llevaba más de dos horas y casi que llegaba al final, y Bokuto estaba junto a él, enrollado y medio abrazando con pocas fuerzas la gruesa manta azul marino que le había prestado. Miraba con los ojos entrecerrados la pantalla del ordenador, casi parecía como si estuviera dormido.

-¿Bokuto?- Su voz sonaba adormilada. Lentamente, los ojos amarillos de Bokuto se desplazaron hacia Akaashi.- Lo siento, es que he visto esta película tantas veces que me he quedado dormido.

- Nah, no te preocupes. Es tu casa, duerme cuanto quieras.

- No si tengo invitados.

- No te preocupes, de verdad, al fin de cuentas no soy solo "un invitado", somos amigos.- Volvió a dirigir su atención a la película.- Estuviste como una hora dormido.

Akaashi suspiró y se frotó la nuca un poco avergonzado.

- En el fondo te envidio... Ojalá pudiera volver a dormir así.

Eso se sintió como un flechazo de culpa en el pecho

- Perdona... Soy un insensible...- Akaashi se reprendió mentalmente.

- No le des muchas vueltas, tranquilo.- Él se movió para sacar una pierna y patear a Akaashi levemente de manera divertida. - La película me a hecho compañía. ¡Me está gustando mucho! Aunque es un poco confusa... Supongo que ahora tengo una excusa par verla de nuevo.

"Extraño". La única forma que veía Akaashi para describirle era "Extraño". Parecía imperturbable ante muchas cosas y descarado sobre otras, diciendo frases sin pensarlas antes.

- Estás... ¿Cansado?

- Agotado.

- Cierra los ojos aunque sea. Voy a por agua.- Akaashi se puso de pie con algo de esfuerzo.

Poco después, regresó a la habitación y se encontró con que Bokuto había cambiado por completo su posición en la cama: Estaba recostado boca arriba, con la cabeza apoyada sobre las almohadas de Akaashi. Sus manos descansaban sobre su estómago, la manta oscura seguía rodeando su espalda y tenía la cabeza ladeada al lado opuesto a Akaashi. De nuevo, si la situación fuera otra, Akaashi habría pensado que Bokuto ya estaba profundamente dormido.

Se acercó a la cama en silencio. La habitación estaba a oscuras a excepción del suave brillo anaranjado de su lámpara. Dejó las bebidas a un lado y se metió en la cama con cuidado, como si intentara no "despertarlo". Se tumbó en el lado contrario de Bokuto y miró al techo.

El silencio se extendió sobre ambos por un tiempo que parecía una eternidad.

- ¿Cómo es? El no poder dormir.

La respuesta de Bokuto tardó un poco en llegar.

- Horrible.- Giró la cabeza, ahora mirando a Akaashi.- Apenas puedo mantener los ojos abiertos durante el día y apenas puedo mantenerlos cerrados durante la noche.- Soltó una risilla irónica.

- ¿Es muy frustrante?

- Al principio, cuando no entendía por qué. Pero ahora prácticamente me he acostumbrado.- Se echó el pelo hacia atrás.- Pero lo hecho muchísimo de menos, el poder dormir, soñar.-

Akaashi observó a Bokuto, escuchando cada palabra que decía.

- Recuerdo que tenía unos sueños loquísimos, sobre todo antes de algunos partidos de vóley.- Él volvió a reír, esta vez nostálgico. - Soñaba que cometía un error durante un remate, y luego me despertaba súper frustrado y me animaba diciéndome constantemente que era y sería el mejor.

- ¿Sigues pensando que eres el mejor?- Sus ojos verdes buscaron los de Bokuto, quién suspiró con una débil sonrisa.

- Sí.

Bokuto cerró los ojos después de eso. Se le veía exhausto.

Akaashi se quedó en silencio y entrelazó los dedos sobre su estómago, relajando su cabeza en la almohada. Ambos no dijeron palabra alguna después de eso, terminando la conversación tan repentinamente como había empezado.

....

Próxima actualización: 23.08.2024 [23:45 hora España]

In Another Life (Bokuaka) [ESPAÑOL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora