Capítulo 23

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Luisana se despertó con un sentimiento de calma, la noche anterior le había traído un poco de alivio y paz. El café que había tomado la había ayudado a despejar su mente y a pensar con más claridad. Ahora, al levantarse, sintió una ligera mezcla de nervios y anticipación. Felipe había propuesto encontrarse para hablar, y ella sabía que era el momento de enfrentarse a la conversación pendiente.

Se preparó con tranquilidad, eligiendo un conjunto casual pero cómodo. Aunque no quería parecer demasiado preocupada, también quería que Felipe sintiera que estaba lista para hablar. A las 10 de la mañana, Luisana se dirigió a la cafetería donde habían acordado encontrarse. El lugar era acogedor, con una decoración cálida y un aroma a café recién hecho que siempre le había gustado.

Cuando llegó, Felipe ya estaba allí, sentado en una mesa cerca de la ventana. Se levantó al verla, con una sonrisa que intentaba ocultar su preocupación. Luisana le devolvió la sonrisa, aunque su mente estaba llena de pensamientos sobre la conversación que estaba a punto de tener.

—Hola, Lu —dijo Felipe, mientras la ayudaba a sentarse. —Gracias por venir. Espero no haberte interrumpido en algo importante.

—No, para nada —respondió Luisana, mientras se acomodaba en su silla. —De hecho, necesitaba hablar con alguien. Gracias por estar aquí.

Felipe llamó a la camarera para pedir un café para cada uno, y una vez que se sentaron nuevamente, comenzó la conversación.

—Así que... —dijo Felipe, rompiendo el hielo. —¿Cómo has estado desde que Mateo se fue?

Luisana suspiró, sintiendo un peso en el pecho al recordar la ruptura.

—Ha sido difícil, la verdad. Pero estoy intentando seguir adelante. A veces siento que estoy en una montaña rusa de emociones.

Felipe la miró con una mezcla de simpatía y curiosidad. Sabía que había algo más que Luisana no le había contado.

—¿Todavía estás pensando en lo que pasó entre tú y Mateo?

Luisana asintió, su mirada se dirigió al café que acababa de llegar. Tomó un sorbo, pensando en cómo empezar.

—Sí, en realidad, estoy tratando de entenderlo todo. Mateo me hizo daño, y eso me ha afectado mucho más de lo que esperaba.

Felipe frunció el ceño, preocupado.

—¿Hay algo más que quieras contarme? Me parece que hay algo que no estás diciendo.

Luisana miró a Felipe a los ojos, buscando la manera de expresar sus sentimientos más profundos.

—Hay algo que no te he contado —empezó, su voz temblando ligeramente. —Desde que Mateo me engañó, he dejado de creer en el amor. Todo lo que pensaba que era verdadero y sólido se desmoronó. Me duele aceptarlo, pero siento que el amor ya no es algo en lo que pueda confiar.

Felipe la escuchó en silencio, sus ojos llenos de comprensión. Sabía lo importante que era para Luisana hablar de sus sentimientos y, aunque le dolía escuchar lo que decía, quería estar allí para ella.

—Siento mucho que estés pasando por esto, Lu. —dijo Felipe, tratando de ofrecer consuelo. —No es justo que tengas que enfrentar todo esto sola. Y quiero que sepas que, aunque el amor puede ser complicado, no todos te harán daño. Hay personas que realmente quieren lo mejor para ti, y yo estoy aquí para apoyarte en lo que necesites.

Luisana asintió, sintiendo un pequeño alivio al escuchar las palabras de Felipe. La conversación continuó, abarcando más aspectos de sus vidas y fortaleciendo la conexión entre ellos. Aunque la herida aún estaba fresca, Luisana comenzó a sentir que, al menos, tenía a alguien en quien confiar y con quien hablar sobre sus problemas.

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⏰ Última actualización: Oct 05 ⏰

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