Destinos Entrelazados

CAP 17: La Oscuridad en el amuleto

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La sensación de peligro se cernía sobre ellos mientras Harry y Hermione se sentaban juntos en la sala común de Gryffindor, reflexionando sobre los eventos recientes. El amuleto que habían encontrado seguía en la mente de ambos; su extraño poder parecía pulsar en la misma sala, como si estuviera vivo.

-Harry, tengo un mal presentimiento sobre este amuleto -murmuró Hermione, acercándose un poco más a él mientras hojeaba un libro antiguo en busca de alguna referencia a las runas que lo decoraban-. Nunca había visto algo así antes, y si la profesora McGonagall estaba tan preocupada, significa que esto es mucho más peligroso de lo que imaginamos.

Harry asintió, su mano apretando ligeramente la de Hermione en busca de consuelo. La conexión entre ellos era un ancla en medio del caos, y no podía evitar sentirse protector hacia ella.

-Lo sé -respondió Harry, su voz llena de determinación-. Pero no vamos a dejar que esto nos asuste. Juntos, podemos enfrentar lo que sea que venga. Además, ahora tenemos más pistas, y no estamos solos en esto.

En ese momento, Ron y Ginny entraron en la sala común, ambos con expresiones serias. Se sentaron junto a Harry y Hermione, y Ginny habló primero.

-Hemos estado hablando con algunos de los profesores, y parece que nadie sabe de dónde proviene este amuleto. Ni siquiera Dumbledore -dijo Ginny, frunciendo el ceño-. Eso es lo que más me preocupa. Si ni siquiera él tiene una pista, significa que estamos lidiando con algo muy antiguo y oscuro.

Ron, que había estado mirando a Hermione y Harry con una mezcla de preocupación y curiosidad, intervino.

-Quizás deberíamos investigar más sobre los orígenes de este objeto -sugirió-. Podríamos revisar la biblioteca, o incluso preguntarle a Hagrid si sabe algo sobre este tipo de artefactos. Él conoce muchas criaturas y objetos mágicos que no suelen aparecer en los libros.

Hermione asintió, aunque su atención estaba parcialmente dividida entre la conversación y los pensamientos que giraban en su mente.

-Eso suena bien. Empezaremos en la biblioteca mañana por la mañana -dijo Hermione, su voz volviendo a ser segura-. Mientras tanto, deberíamos mantener este amuleto en un lugar seguro y no separarnos demasiado. No sabemos qué tipo de influencia podría tener si lo dejamos sin vigilancia.

Esa noche, después de discutir más detalles sobre el plan, Harry y Hermione se retiraron a sus respectivos dormitorios. Sin embargo, el sueño no llegó fácilmente para Harry. Su mente volvía una y otra vez a la extraña energía que había sentido en el amuleto, y a la posibilidad de que estuvieran enfrentando una nueva amenaza.

A la mañana siguiente, los cuatro se reunieron temprano en la biblioteca. La luz del amanecer apenas iluminaba las ventanas cuando comenzaron a buscar entre los libros más antiguos y polvorientos. Hermione guiaba la búsqueda, sacando tomos tras tomos de las estanterías, mientras los demás la ayudaban a revisar cada página.

Pasaron horas en silencio, cada uno inmerso en su tarea, pero sin éxito. Ninguno de los libros parecía tener una referencia directa al amuleto o a las runas que lo decoraban. Fue solo cuando Hermione tropezó con un pequeño y oscuro volumen que encontraron una pista.

-¡Aquí! -exclamó Hermione, llamando la atención de los demás mientras abría el libro con cuidado-. Este libro menciona un amuleto similar, creado por un mago oscuro durante la Edad Media. Según esto, el amuleto fue utilizado para canalizar una energía oscura que permitía al portador controlar las mentes de otros.

Harry sintió un escalofrío recorrer su espalda mientras escuchaba. Si el amuleto tenía ese poder, significaba que estaban en mucho más peligro del que habían imaginado.