Era una palabra un poco fuerte, pero de alguna manera, era la palabra que se acercaba a su sentimientos.
Cuando aceptó casarse no tomó en cuenta que, no tenía voz en nada, los preparativos lo hizo Woobin y su familia, con costo y lo dejaron escoger el sabor del pastel.
El sol de la mañana se filtraba por su ventana, sus ojos estaban cerrados. Aún no quería levantarse, como quisiera quedarse así para siempre, no quería que el día empezara, quería detener el tiempo, ir a buscar a su amor y escapar de ahí pero, esta era la realidad.
Una realidad donde los humanos no viven un felices para siempre.
Aquel final que tantas veces le leyó en los libros de cuentos de hadas a su pequeño rubio y a su Kookie.
Sus hermanos...
Jamás pensó en querer tanto a una persona como quiere a sus hermanos, pero probablemente aquel hombre responsable de robar todos sus suspiros, estaba por tener un lugar junto a sus hermanos.
Porque todo lo que hace es por sus pequeños, cuando sus padres los dejaron, tuvo que tomar decisiones importantes, una de ellas era asumir el rol de padre y madre, y obligándose a madurar antes de tiempo.
Tal vez vivía un poco resentido con la vida, nunca pudo cumplir sus sueños.
Ser actor.
Tantas veces cuando miraba en un televisor aquellas personas detrás de una pantalla, actuando y dando lo mejor de sí...
Oh... cuánto lo soñó.
Le duele el corazón pensarlo, pensar que la carrera de sus sueños era solo eso, sus sueños.
Y ahí estaba a punto de seguir arruinando su vida, porque eso lo caracterizaba, eso hacía muy bien.
Arruinar su vida.
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¿Qué es el amor?
En sus reflexiones, el amor se revelaba como un vasto océano de sentimientos y temores. Era un espejo que no solo la belleza de la conexión humana, sino también las grietas de la vulnerabilidad.
El miedo había sido su guardián, un lugar que mantenía los sentimientos y emociones cerradas bajo llave. El amor para él, podía ser hermoso, pero también le había parecido un fuego, un calor que podía quemar demasiado. Así, en su afán de evitar el dolor, se había alejado de sentir eso.
Recordaba con claridad cómo Jin había desnudado su corazón, incluso antes de desnudarse físicamente ante él.
Fue muy valiente de su parte pero, en lugar de aceptar esa confesión, Taehyung sintió miedo.
Hipócrita.
Así se consideraba.
Había disfrutado cada beso, cada caricia y cada toque de Jin, sin detenerse a pensar en su tío. No había reflexionado completamente sobre cómo sus acciones podría herir a quienes estaban a su al rededor, solo se había dejado llevar por el momento.
