Jeon Jungkook, un establecido y reconocido cazador de monstruos es asignado a ayudar a un príncipe gitano a enfrentar y eliminar al Conde Drácula. Es un hombre maldito con un pasado que no recuerda y una misión que constituye su único propósito en l...
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Yoongi siguió corriendo hasta salir de la torre, rumbo al puente que lo unía al castillo, pero se detuvo al ver cómo unos rayos caían a unos metros de distancia, en la otra torre y en el castillo mismo.
La lluvia caía con fuerza, provocando que el frío fuera aún más intenso.
—Oh, cielo...-murmuró.
Miró por encima y retrocedió rápidamente cuando un rayo cayó con fuerza justo frente a él. Se levantó como pudo, sosteniendo la vacuna contra su pecho. A sus espaldas, una luz parpadeante se iba acercando. Cuando se dio vuelta, vio a Igor que se acercaba hasta él con un palo grande, eléctrico, en sus manos.
Yoongi se asustó y rápidamente quiso evitarlo, pero Igor, en cada oportunidad, lo tocaba con ese palo haciéndolo gritar de dolor por las fuertes descargas eléctricas que le producía a su cuerpo.
Jungkook subió lo último que le quedaba con gran esfuerzo hasta llegar al lugar donde el monstruo Frankenstein estaba. Rodeó la cama, tomó una manija comenzando a girar esta para elevar la cabecera de la cama de hierro.
—¿¡Qué estás haciendo!?.—le gruñó enojado al verlo ahí, tratando de ayudarlo.—¡Debes buscar el antídoto!
—¡Mis amigos lo hacen por mí!.—le avisó con fuerza por la incesante lluvia.
—Amigos...
—¡Sí! ¿Quieres uno?.—preguntó tratando de quitar la correa que apresaba su cuerpo.—¡Se enroscaron los pernos! ¡Esto va a dolerte!.
—Estoy acostumbrado...
—¡Te hará saber que estás vivo!.—le avisó antes de arrancarla con fuerza de su cuerpo con todo y pernos, provocándole un fuerte grito que resonó en eco entre las torres.
Los rayos caían sin control, hasta que uno lo alcanzó provocando que Jeon retrocediera por la descarga y que la misma pasara por el cuerpo del monstruo, haciendo una explosión de energía que comenzó a descender con rapidez. Algunos sirvientes tuvieron que saltar de sus lugares para no ser alcanzados por la electricidad.
—¡Toda la energía!.—gritó el Conde con sus brazos al aire al presenciar semejante logro.
La energía pasó por cada cable que cubría los techos y paredes del enorme salón del castillo, junto a los miles de huevos que aceptaban toda la energía, comenzando a moverse después de recibirla.
—Un rayo más y mis niños van a vivir.—mientras hablaba, miró hacia arriba y su expresión cambió al ver a Jeon tratando de liberar al monstruo.
Su cara comenzó a cambiar al igual que su cuerpo, sus dientes salieron y su vestimenta cambió dejando ver sus enormes alas. Cuando terminó de transformarse, se elevó rápidamente, saliendo por un ventanal haciendo añicos este y dirigiéndose hacia donde Jeon estaba.
