愛━ 𝐓𝐇𝐄 𝐎𝐓𝐇𝐄𝐑 𝐌𝐀𝐍 - 𝐌𝐢𝐧𝐬𝐮𝐧𝐠

Prólogo

“El otro hombre nunca tendrá su amor para quedárselo.”

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Las tenues luces de la ciudad palpitaban en la oscuridad, como luciérnagas que danzaban en un velo de misterio. En ese escenario de contrastes, Jisung se encontraba inmerso en un torbellino de emociones, atrapado en la red invisible de un amor prohibido y tormentoso.

“Su primer encuentro con Minho fue como un eclipse fulgurante”

Donde el sol ardiente de la pasión eclipsó la razón, creando un universo privado donde solo existían ellos dos. La intensidad de su amor era una fuerza arrolladora que desafiaba las normas y los compromisos.

“Sin embargo, con el paso del tiempo, la realidad se tornó amarga.”

Jisung, inicialmente cegado por la vorágine del romance, comenzó a discernir las grietas en la fachada de su idilio. Cada encuentro clandestino estaba marcado por la sombra del esposo de Minho, una presencia silenciosa pero omnipresente que lo atormentaba.

En un vano intento por alcanzar la inalcanzable perfección, Jisung se esforzaba por emular al esposo, consciente de que jamás podría igualar su belleza y posición social. Las promesas de Minho de un futuro juntos y un divorcio inminente se diluían gradualmente, dejando en su lugar la cruda realidad de ser él amante, el  que solo existía en las sombras.

ㅡ No importa cuánto lo intente, siempre seré el segundo en su vida ㅡResonaba en la mente de Jisung como un mantra lacerante. Cada gesto de afecto se convertía en un recordatorio amargo de su posición, mientras el esposo de Minho disfrutaba de una vida de lujos, atenciones públicas y el amor del hombre que él anhelaba.

Las lágrimas se convirtieron en sus compañeras inseparables en las noches solitarias, un reflejo del dolor de un amor no correspondido y la resignación ante una realidad inmutable. En su corazón, anidaba la certeza de estar atrapado en una historia sin final feliz.

Las lágrimas que humedecían su almohada en la penumbra eran el tributo silencioso a las noches donde el peso de ser la sombra de otra vida se hacía insoportable.

El apartamento que compartían en secreto, un refugio efímero de pasión, ahora resonaba con los ecos de palabras ahogadas y risas fugaces. Cada rincón estaba impregnado de la tensión entre el deseo y la desolación, marcado por momentos intensos que, al desvanecerse, dejaban un sabor agridulce.

Jisung se encontraba en una encrucijada emocional. La promesa de un amor “eterno” por parte de Minho se desvanecía como las estrellas al amanecer, dejándolo solo con las cenizas de un romance marchitado. Aunque su corazón anhelaba la liberación, sus pies parecían estar enraizados en un terreno traicionero, donde el amor se mezclaba con la tortura emocional.

A pesar de las constantes promesas de un “divorcio” que nunca llegaba.

“Las semanas se transformaron en meses, y los meses en años.”

Cada día sin un cambio tangible alimentaba la duda en el corazón de Jisung.

“¿Era realmente posible un futuro juntos?”

“Las noches se alargaban y las estaciones cambiaban sin traer consigo la prometida liberación.”

Jisung se vio sumido en la desesperación, observando impotente cómo el amor que creía eterno se convertía en una sombra tenue de lo que una vez fue.

En su búsqueda de respuestas, se vio confrontado a un espejo implacable que le devolvía la cruda realidad de su situación. No importaba cuánto amara a Minho, ni cuánto intentara imitar al esposo, siempre sería la segunda opción, el hombre que ocupaba un lugar secundario en la vida de alguien más.