Una vez mas, el despertador sonó de tal manera que me sangran los oídos pero de mala gana me despierto y levanto de la cama, enciendo la luz y observo que todo en mi habitación esta igual que el día anterior.
Mi habitación es de un tamaño perfecto, no es ni muy grande pero tampoco es pequeña, los muebles están esparcidos por todo el lugar, no tengo la gran cosa, solo lo común que tendría un adolescente en su habitación pero lo que más me gusta es el color de las paredes: azúl eléctrico.
-Otro dia en ese infierno - digo entre dientes
Me quito la pijama, tomo una toalla y me dirijo al baño, ahí me doy una ducha y al salir vuelvo a mi armario y saco mi uniforme para ir a la escuela.
Voy a mi espejo y me peino y observo cada detalle de mi rostro cuidado cada detalle en el y cuando veo hacia abajo veo el el buró que esta a lado de mi cama y veo el collar de plata que lleva como dije una estrella de 6 puntas que me regalo mi hermana, el que tanto me gusta, me lo coloco al rededor del cuello y me le quedo viendo.
–¡Hijo ya ven a desayunar! –me grita mi madre desde la planta baja.
Solo tomo mi mochila y me la colocó detrás de la espalda y bajo hasta la cocina y hay esta mi amorosa madre preparando el desayuno.
–Se me hace tarde , no puedo quedarme mucho tiempo, si no no llegare a tiempo a la escuela – le dije a mi madre.
–Esta bien pero al menos déjame ponerte tu almuerzo –me respondio.
En lo que ella lo hacia, de las escaleras alguien venia bajando.
–Buenos días –dijo mi hermana después de liberar un bostezo tan grande que creí que se le caería la mandibula.
–Buenos días hija, te levantaste temprano hoy –le dijo mi madre a Mery.
–Si, es que hoy voy a tener una entrevista de trabajo y es a las 8 en punto - dijo Mery tallandose la cara para despertarse.
-Wow que bueno, ya vas a tener trabajo!!! - le dije a mi hermana y ella me voltea a ver con una sonrisa risueña.
En eso, mi madre puso sobre la mesa un plato con un emparedado de queso para mi hermana y a mi me dio una bolsa de papel con mi almuerzo.
-Gracias, ya me tengo que ir, que te vaya bien en la entrevista - dije mientras tomaba paso hacia la puerta para irme.
-Gracias que te vaya bien en la escuela - me dijeron las dos al mismo tiempo.
Al salir me dirijo a la escuela queriendo que cuando llegara estuviera reducida a cenizas o escombros pero en el fondo sabia que no iba a ser así y me tenia que resignar y aceptar mi destino.
En el camino me voy encontrando a muchos vecinos de mi colonia y saludo a cada uno de manera amable y sencilla, algunos me regresaban el saludo de igual manera, otros solo me ignoraban y otros simplemente me miraban como si el que los saludo fuera un monstruo o un fenómeno pero salude a todos de cualquier manera sin importar su reacción o palabras.
Por fin llegue a ese infierno de escuela.
-¡Buenos días rarito!-oi a mis espaldas e inmediatamente un huevo de olor putrefacto se estrello en mi cabeza.
-Que no me vas a saludar raro? -me dijo la voz detrás de mi.
-Que es lo que quieres está vez Alan? - dije sin voltear para atrás.
-Tu ya sabes lo único que quiero Elías, que seamos amigos - y otra vez un huevo se volvió a estrellar, esta vez en mi cara.
-Ay perdon no vi que estabas hay-
dijo riendo con sus dos amigos Ivan y Cristóbal.-¡Te veremos luego rarito o mejor... te oleremos!- me gritaron cuando salieron corriendo de hay.
-traquilo, no te enojes, ya sabes que pasa cuando te enojas - me dije a mi mismo deramando una lágrima de coraje por mi mejilla.
Fui al baño de hombres y me mire al espejo y vi hay mis ojos marrones a punto de estallar en llanto, mi cabello castaño lleno de huevo podrido y mi cara igual, sentía mucha rabia quería que esos desgraciados pagaran por lo que habían hecho.
Saque de mi mochila unos pañuelos y me limpie la cara y me enjuague el cabello en el grifo del lavamanos ya me veía otra vez normal pero la peste era horrible, en ese momento un niño entro al baño y al verme llevo su manga a la nariz y salio corriendo de hay, ¿Comó me quitaría ese olor tan nauseabundo?, después volvió a entrar alguien mas, esta vez era Ian mi mejor amigo.
-Aqui estas, te estuve buscando por todas partes, ¡Mierda! ¿que es ese olor?- me dijo
-Fue otra vez Alan y sus amigos, ya no se que voy a hacer, ¡APESTO! - dije mientras intentaba resistir el llanto del coraje al no haber hecho nada para evitarlo.
-No te preocupes yo te puedo ayudar, mira ponte esto- me dijo
-¿Qué es esto?- le pregunte
- Es una loción que me regalo mi padre, no es muy buena pero es muy fuerte y neutralizara el aroma, aun seguirás oliendo pero ya no tanto - me dijo Ian mientras me rociaba el cabello y el cuerpo.
-Listo ya quedo
-Gracias Ian no se que hubiera hecho sin ti
-Tranquilo para eso estamos los amigos, pero ahora tenemos que ir a clases o si no la maetra nos regañara por llegar tarde- me dijo mientras guardaba su loción
Al llegar al salón de clases tocamos la puerta y entramos.
-¿Donde estaban jóvenes ? Los estaba esperando - dijo la profesora mientras entrabamos
-Lo siento maestra, Elías tuvo un percance y lo estuve ayudando - dijo Ian
-Esta bien pero que no se vuelva a repetir ¿Entendido?
-Si maestra no se volvera a repetir se lo prometo - le dije a la maestra
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Bueno amigos aquí les dejo la primera parte del capitulo 1
Espero que les vaya gustando y si veo que a alguien le interesa saber mas sobre Elías y su historia subiré la siguiente parte más rápido y mas largo que esta
Por favor dejen sus comentarios y díganme que les parece
Hasta luego
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Atrapado Entre Espíritus
FantasyEdad: 15 años Nombre: Elías Amigos: Ian (Vivo), Ulises (Fallecido) Rango de peligro: Extremo Habilidades: Habla con los muertos... Y otras desconocidas. Quién nunca a pensado que existe un lugar a donde todo el mundo va a parar cuando la muerte recl...