Atrapado Entre Espíritus

8- Luz, Agua y Sangre

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Narración: Elías

(Tiempo presente)

Cuando veo que Ulises se detiene de golpe, me siento mas tranquilo, si lo conozco, se que no dañara a nadie si se lo pido.

Cuando me llevan por el pasillo a toda velocidad, siento como si estuviera cayendo, la vista se me nubla y cada parpadeo siento que tarda una eternidad, no me puedo mover, ya perdi toda movilidad de mi cuerpo y solo puedo sentir como mis parpados se cierran ocasionalmente y mucho menos me puedo defender de los soldados que me llevan a la fuerza en esta camilla.

Cuando el soldado que encabezaba el escuadron que me "escoltaba" por la fuerza, llamaba al acensor que era lo suficiente grande como para que todos e incluso la camilla cupieramos dentro, escuchaba la voz del sargento Blake quien se acerca a toda velocidad hacia nosotros.

-Terrence!! -exclamo Blake con enojo hacia el soldado que habia ordenado que me sedaran -El coronel me ordeno hablar con el antes de que...

-Sargento Winston para usted... El mismo coronel ordeno la aprencion de este joven de inmediato, usted ya tuvo su tiempo Blake -Dijo Terrence.

-Sargento Winston? De que mierda estas hablando cadete?

-Significa... Que ahora yo ya no soy tu esclavo, Blake...

Cuando crei que seguiria escuchando mas discuciones entre Blake y Terrence, la campana del ascendor sono y las puertas metalicas estaban por abrirse, todos reaccionaron y se colocaron al rededor de la camilla para adentrarnos al ascensor... Pero no fue asi.

Cuando las puertas del ascensor se abrieron, un hombre con bata blanca, lentes cuadrados y una cuantas canas en las patillas salia del elevador con una pequeña caja de carton y unos papeles en la mano.

Ese hombre me recordaba mucho a mi padre, eran muy parecidos, tenian la misma estatura, el mismo peinado e incluso tenian la misma expresion de enojo.

-Qué creen que estan haciendo? -dijo aquel hombre de bata blanca.

-Doctor... El coronel quiere hablar con el chico asi que le agradeceria que no se meta en lo que no le importa -dijo Terrence a mi lado mientras con una mano se aferraba a una de las patas de la camilla.

-Es una maldita broma?... -dijo el doctor con molestia en su voz -El no va a ir a ninguna parte, no me importa quien quiera hablar con el, para eso existe la hora de visita la cual solamente pueden pasar si tienen permiso lo cual dudo que tengan -dijo.

-Nathan... Yo... -solto Blake con un sutil suspiro, parecia que lo dijo involuntariamente.

-Señor Blake... Podria ayudarme a regresar al joven a su habitacion por favor? -dijo el doctor amablemente.

-El sargento Blake solo obedece ordenes de parte del coronel... Aparte tu no puedes prohibirnos llevarnoslo -grazno Terrence.

-Qué no puedo? -el tono de voz del doctor era una combinacion entre sarcasmo y risa -El es MI paciente -dijo elevando su tono de voz -Y el no puede salir amenos de que yo lo autorise, ustedes no se lo pueden llevar sin una orden judicial y sin eso pues... Tendran que obedecerme.

La vena de la frente de Terrence estaba a punto de reventar, el estaba hirviendo en furia pero porque el doctor tiene razón y no les queda de otra mas que obedecer sus ordenes.