–Espera ¿Qué tu que?,no lo entiendo...¿lo dices enserio?
No sabia que mas decir, normalmente no llegas con alguien y le dices "oye que chaqueta tan genial y puedo ver fantasmas", sentía una sierra eléctrica dentro de mi esófago y los nervios me atacaron por todas partes, ese era uno de los pocos momentos en la vida en la que dices:" tragame tierra" ,pero por desgracia no podía desaparecer como tantos fantasmas que había visto por toda mi vida, aun seguía allí, si antes cuatro horas se me pasaron como cuatro minutos ahora cuatro segundos parecían cuatro años.
–Ssss... si, lo digo enserio –dije tartamudeando y con nerviosismo.
Ya era todo, se acabo, Ian tenía la misma expresión que Alan el día que le conté lo mismo, ya lo sabia desde el fondo de mi corazón, ya el único amigo y compañero que tenia en toda la escuela se esfumaria y me dejaría solo otra vez.
Su expresión demostraba confusión y necedad, era la misma cara que tienen todas las personas cuando les cuentas la estupidez mas grande del mundo. Con su pura cara supe que no me creería, después de un silencio interminable, Ian rompió la tensión del lugar hablando primero.
–De acuerdo... te creo.
–Si ya se que es algo difícil de creer y tal vez no lo comprendas pero solo dejame explicarte... – dije con tono desesperado, estaba tan distraído pensando en una explicación que no le preste atención a lo que Ian acababa de decir.
–Elías no es necesario, si te creo.
-Pero dejame explicarte... –seguí insistiendo en tratar de convencerlo aunque aun no le prestaba atención, después sentí como si me golpearan a la cara las palabras de Ian, a lo que mi reacción fue –...espera ¿me crees?
–Si en verdad te creo, yo no te conozco desde hace mucho tiempo pero se cuando mientes y cuando no, y esa no es tu mirada de cuando mientes sino una mirada sincera y sin una gota de falsedad y aparte... mi...
Ian no podía terminar la oración, creo que trataba de decirme algo de alguien cercano a el, pero su cara adopto una expresión de tristeza, sus ojos se tornaron grandes y tristes, sus propias palabras habían hecho que Ian se sintiera mal, tal vez recordó algo de su pasado pero no me atreví a forzarlo a que terminara de decirme por que la verdad es que en ese momento, yo estaba mas confundido que el.
–¿Estas bien?– pregunte.
–Este... si, estoy bien, solo... olvidado.
No comprendía, pensé que si le contaba y me llegaba a creer el tendría un centenar de preguntas, pero yo estaba aun mas confundido y quería ser yo el que preguntara.
–Pero ¿por qué me lo cuentas? Creo que algo tan serio lo tendrías que mantener en secreto – dijo tratando de sacar ese pensamiento de su mente y transformando su rostro a una sonrisa alegre otra vez.
Si de hecho tendría que guardárme ese secreto tan grande y no contar nada a nadie si no las consecuencias serian muy serias y aparte horribles tanto en el mundo de los espíritus como en el mio. Pero sentía una gran necesidad de contárselo a alguien y ahora que ya lo hice, siento un gran alivio en mi pecho.
–Un secreto así de grande no es fácil de ocultar, te dan ganas de salir a la calle y gritarlo a los cuatro vientos, ser querido y amado por todos, aunque no seria así en realidad, sino todo lo contrario, serias un fenómeno para las personas que te creyeran y un loco para las personas que no, por eso tenia que contarte y aparte, sentía que te debía una explicación, bueno no una, mas bien muchas explicaciones por todos esos momentos raros en los que me veías hablando con nadie y te escondias para que no te viera –la expresión de Ian era de sorpresa, al parecer el creía que yo no sabia que me encontraba hablando con fantasmas.
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Atrapado Entre Espíritus
FantasyEdad: 15 años Nombre: Elías Amigos: Ian (Vivo), Ulises (Fallecido) Rango de peligro: Extremo Habilidades: Habla con los muertos... Y otras desconocidas. Quién nunca a pensado que existe un lugar a donde todo el mundo va a parar cuando la muerte recl...