𝟏. 𝐀𝐳𝐮𝐟𝐫𝐞

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De manera serena, ______, caminaba observando su alrededor mientras se dirigía hacia su destino, viendo como varias decoraciones adornan cuidadosa y pulcramente las paredes antiguas de aquella enorme mansión, desde armaduras enormes hasta macetas con algunas plantas que no podían ser más que artificiales, esto ya que en el infierno los únicos seres vivos que podían soportar vivir en ese lugar eran los que nacían allí y también, los pecadores que llegaron para pagar sus horribles condenas.

Su paso era tranquilo, hasta detenerse delante de la pared principal de la casa, mirando atentamente el adorno que colgaba en esta. Una gran pintura hecha hace poco tiempo podía apreciarse en esta, en la cual una familia se encontraba trazada delicadamente con pinceladas que seguramente costaron horas y horas de trabajo.

Dicha pintura, mostraba a un hombre rubio de estatura pequeña, con algunas facciones que se asemejaban a las de una especie de marioneta, este mismo, se hallaba posicionado en el lado derecho de una mujer muy alta de cabellera rubia, quien tenía cuerpo esbelto y facciones hermosas, ella, se encontraba sentada en una silla bastante elegante, emanando un aura imponente que cautivaría a cualquiera, y al otro lado de ella, estaba _______, una mujer igual de hermosa, de rasgos delicados como los de un Ángel, una mirada serena que transmitía calma, una sonrisa cálida podía apreciarse en sus labios y entre sus brazos, sostenía a una pequeña bebita de apenas unos meses.

── Sigo sin entender por que tuve que aparecer en la pintura ── Murmuró para sí misma, incrementando ligeramente su agarre en aquella botellita cuyo contenido aún se encontraba tibio a la vez que sentía un ligero sabor amargo en su boca. ── Se supone que era una pintura familiar. ──

Sin apartar la mirada de la pintura, continuaba hablando en voz alta, como si alguien estuviese allí y pudiera escucharla, sin embargo, su presencia era la única que vagaba por el pasillo que parecía interminable. El destino de la mujer, era nada más ni nada menos que la habitación de la menor de los Morningstar, la princesita Charlotte, a quien debía dar de comer pues la hora de su merienda había llegado, y como ambos soberanos se encontraban algo cansados por lo atareados que andaban con sus labores infernales ella se encargaba de los cuidados de la bebé de apenas algunos meses.

______, estaba algo perdida entre sus pensamientos, realizándose un montón de preguntas en su desordenada cabeza, hasta que de repente, un fuerte llanto comenzó a oírse, resonando por todos los pasillos de la mansión y captando por completo su atención, aquel llanto, hizo que la mujer volviera a la realidad, y con paso apresurado se dirigió hacia la habitación donde una bebita con las mejillas rojas lloraba fuertemente mientras removía sus bracitos.

── Ya pequeñita, tranquila. ── Habló suavemente tomando con mucha delicadeza a la bebé, acomodando el biberón para posicionarlo cerca de la bebé y así, esta comenzó a comer con algo de desespero. ── Quien sea que te viera pensaría que estas comiendo por primera vez. ── Riendo ligeramente, miraba con ternura a la bebé, comenzando a mecerla suavemente entre sus brazos luego de que esta terminara de comer.

── ⊹ʿʿ🍎୭𝅄᮫:᧔ 𝐸𝑐𝑜𝑠 - 𝐿𝑢𝑐𝑖𝑓𝑒𝑟 𝑀𝑜𝑟𝑛𝑖𝑛𝑔𝑠𝑡𝑎𝑟 𝑥 _____ ᦳ  ׅ. ─Donde viven las historias. Descúbrelo ahora