Capitulo 26

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Narra Feli:

No sé qué le pasaba a Camila, pero me preocupaba. Estuvo todo el camino mirando por la ventana y después se quedó dormida.

Mi princesa dormilona.

Se veía tan hermosa durmiendo que no pude evitar darle un beso en la mejilla.

Cuando llegamos, ella se despertó y salió del auto.

¿Me iba a ignorar todo el tiempo?

Suspiré.

Entramos a la casa. La sala tenía dos ventanales grandes donde podías ver el mar. Había un televisor pantalla plana y muebles de color blanco. Moderno.

La cocina se encontraba justo al lado de la sala, era grande.

Después había un corredor, donde se encontraban las habitaciones, habían tres.

Pero sólo usaríamos dos, ¿no es ast?

Olivia y Titan entraron a la habitación
más grande. Si esta fuera mi casa, yo también habría elegido esa sin dudarlo.

Entré a la habitación que quedaba justo al lado. Tenía cama doble, perfecto.

Camila entró a la otra habitación.

No habia manera que durmieramos en diferentes cuartos.

-Eh, eh, eh princesita imposible- dije agarrando sus valijas y llevándolas a mi habitación por el fin de semana

Ella sólo suspiró.

Me senté en la cama y le di una palmadita mi regazo para que se sentara.

Ella lo hizo.

-Ahora si me vas a decir qué te pasa?- dije mirándola, pero su vista estaba
perdida en el ventanal

-Es que le mentí a Bautista- respondio- él sospecha que estoy saliendo con alguien y yo sólo lo negué todo- no quiero mentir más, Feli- me miró- pero tarmpoco quiero que se entere

-Entonces qué es lo que queres hacer?- dije

-Quiero estar con vos sin ningún problema- respondio- estoy cometiendo
un delito?- pregunto- cual es el problema de que este con vos?- dijo- en qué le va a afectar eso a Bautista?- suspiró- estoy aburrida de esto

-Camila- dije

-Qué?- dijo

Ella estaba enojada y la entendía.

-No soy esa clase de chico al que tu hermano le gustaría que estuvieras- dije

-Por qué, Felipe?- dijo

-Bautista sabe muchas cosas de mí, cosas que he hecho, cosas grosas- respondi- a él no le gustaría que un chico así, esté con su hermanita

-Cosas que ya no haces, ¿verdad?- dijo ella en un hilo de voz y me sentí demasiado culpable

No le podía decir que sí, ella no podía saber que hace poco hice algo de lo que me arrepiento mucho.

-No princesa- dije

Ella me abrazó y sin verla, sabía que estaba sonriendo.

-No hay ningún problema, Feli- dijo- si los dos nos queremos, estamos juntos- me miró- y que se enteren todos- sonrió- que sepan lo feliz que estoy de tenerte a mi lado

La bajé de mi regazo y la puse sobre la cama, lo suficientemente rápido para que no se liberara.

La agarré de las muñecas sosteniéndola, mientras me subía sobre
ella, sin apoyarme.

Eres mía, princesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora