Capitulo 52

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Narra Feli:

Me acerqué a Pablo y una sonrisa se formó en sus labios.

Juro que va a arrepentirse de lo que acaba de decir.

Le di un puñetazo en la mandíbula, lo
cual fue un error, pero no podia pensar.

La multitud se acerco a nosotros y escuche a Camila gritar.

Pero no quiero calmarla.

El comentario de Pablo se repetía una y otra vez en mi cabeza, aumentando mi furia.

Pablo se desmoronó en el suelo agarrando su mejilla.

-Cobarde- dijo él limpiándose la sangre que goteaba de su nariz

Golpee mi puño hacia él de nuevo, pero
esta vez lo esquivó y golpeó su puño en
mi costado.

Traté de no gritar.

Escuche a Camila llorar y gritar desesperada, pero no quiero parar.

Quiero que Pablo se arrepienta de haber dicho eso acerca de mi hermano.

Odio cuando me hablan de mi hermano. Odio cuando hacen el más mínimo comentario acerca de su muerte.

Golpee mi puño en su cara una y otra vez, viendo rojo.

Alguien trato de separarme, pero los empuje repetidamente.

No sé cuánto tiempo transcurria mientras continuaba golpeándolo.

Finalmente alguien es capaz de apartarme de él.

Mis nudillos dolían, pero quería seguir.

Camila se acerco a mí y abrio la boca cuando vimos las luces rojas y azules que me traian de vuelta a la realidad cuando un oficial de policía colocó  esposas en mis muñecas.

-Feli no- dijo Camila pero a penas pude mirarla

-Apártese, señorita- le grita un policia

Me subieron al auto y vi por la ventana lo que causé.

Pablo seguía tirado en el suelo. Su cara estaba ensangrentada e hinchada.

Pero no me importa.

Que se arrepienta de lo que dijo.

No me importaba estar en la cárcel después de lo que había hecho.

Vine a las carreras con María, como todos los años.

Supongo que este lugar nos recuerda a mi hermano y nos trae paz.

No tenía idea de que esta noche terminaría así, cuando vi a Camila acercarse a mí, me preocupé.

Este lugar es bastante peligroso y ella
estaba sola.

No me hubiese perdonado si algo le hubiese pasado.

Acá hay muchos hombres irrespetuosos que les gusta las chicas como Camila.

La idea de que caminó todo esto sola, seguramente ignorando comentarios,
me molestaba y me preocupaba al mismo tiempo.

Sólo me preguntaba qué hacía ahí.

Sé que ella perdió el control y me
gritó muchas cosas horribles. Que sólo
demostraban una cosa: no confía en mí.

Pensé que con ella era diferente. Pensé que ella si creía en mí. Pensaba que había cambiado.

Cuando nombró a Pavlo y después cuando lo vi con él, quise matarlo.

Me molesta tanto que esté con él.

Pablo no es un buen amigo, ni un chico en el que ella pueda confiar.

Eres mía, princesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora