Capitulo 11| Complicaciones

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Nota de la autora:Queridas lectoras, sé que he estado un poco ausente y que este capítulo ha tardado más de lo que esperaba en llegar. La verdad es que he estado enfrentando algunos problemas con el tiempo debido a mis estudios, y eso ha hecho que me sea difícil escribir con la frecuencia que me gustaría. Les agradezco mucho por su paciencia y comprensión. Prometo seguir dando lo mejor de mí en cada capítulo y espero que disfruten este nuevo episodio. ¡Gracias por estar siempre ahí y por todo el apoyo!

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El sonido estridente del despertador rompió la quietud de la mañana, obligando a Damian a salir de un sueño inquietante. Sus sueños recientes habían estado plagados de imágenes confusas, destellos de momentos en los que no tenía control. Se sentó en la cama, frotándose los ojos, tratando de sacudirse la sensación de incomodidad que aún lo envolvía.

Detesto estos sueños raros...

La luz del sol apenas comenzaba a filtrarse por la ventana de su dormitorio, pintando el cuarto con un brillo dorado. Damian se levantó lentamente, preparándose mentalmente para el día que le esperaba en la Academia Edén. Su mente ya estaba repasando los eventos del día, desde las clases hasta las prácticas, con la misma determinación y orgullo que siempre lo acompañaban.

El primer período fue asignado a un proyecto en grupo, algo que normalmente no le importaba mucho a Damian, pero esta vez, la suerte no estuvo de su lado. Cuando el profesor comenzó a emparejar a los estudiantes, sintió un nudo en el estómago al escuchar su nombre seguido del de un compañero que no esperaba: Frederick.

—Parece que nos tocó trabajar juntos —dijo Damian con un tono neutral, mirando a Frederick, que solo asintió con la cabeza.

Mientras trabajaban en el proyecto, Damian notó un altercado a pocos metros de donde estaban sentados. Alexa y Anya parecían estar discutiendo acaloradamente. A medida que los decibeles de la conversación aumentaban, las miradas de los demás estudiantes se dirigieron hacia ellas.

—¡Eres una torpe! —exclamó Alexa con desdén, cruzándose de brazos.

—¡No fue mi culpa! —replicó Anya, con el ceño fruncido, claramente molesta—. ¡Tú fuiste la que empujó!

Damian observaba desde su lugar, sintiendo una mezcla de incomodidad y curiosidad. Quería intervenir, pero sabía que meterse en problemas con el profesor significaría una probable cita con una "Tronitus". Se quedó en su sitio, observando en silencio.

El profesor, notando la situación, se dirigió rápidamente hacia las chicas.

—¿Qué está pasando aquí? —preguntó con una severidad que hizo que todos se callaran al instante.

—Anya me empujo, —comenzó Alexa, pero antes de que pudiera continuar, el profesor la interrumpió.

—Señorita Forger, ve a la oficina del director, ahora mismo.

El silencio en el aula se volvió aún más pesado. Todos los ojos estaban en Anya, que miraba al profesor con una mezcla de sorpresa y temor. Damian sintió una punzada en su interior, una parte de él queriendo hacer algo para defenderla, pero su mente rápidamente le recordó lo que estaba en juego. Optó por mantenerse al margen, observando mientras Anya recogía sus cosas en silencio y se dirigía hacia la puerta.

Después de la clase, se dirigió al gimnasio para la práctica de baloncesto. Damian disfrutaba del deporte no solo por la competencia sino también porque le permitía despejar la mente de las complicaciones del día. Al llegar, se unió al calentamiento sin prestar mucha atención a quien lo rodeaba.

Durante la práctica, notó a Anya tratando de participar, pero la pelota siempre parecía ir en otra dirección. Era consciente de su presencia, pero decidió ignorarla, centrando su atención en los movimientos tácticos y las estrategias del juego. No quería complicarse más de lo necesario.

Al final de la práctica, se sentía satisfecho con su desempeño pero también un poco distante. Sabía que debía concentrarse en sus propios objetivos y evitar distracciones, incluso si eso significaba dejar de lado ciertas relaciones en la academia.

Esa noche, Damian se acostó más tarde de lo habitual, con su mente todavía dando vueltas por los eventos del día. Se sumió en el sueño casi de inmediato, pero pronto se encontró inmerso en un extraño y perturbador sueño.

En el sueño, Damian caminaba por un oscuro y frío pasillo. A lo lejos, vio una jaula de metal, y dentro de ella, estaba Anya. Su rostro estaba pálido, y sus ojos reflejaban miedo y desesperación. Alrededor de la jaula, unas figuras sin rostro parecían estar realizando experimentos con ella, susurros incomprensibles llenaban el aire.

—¡Damian, corre! —gritó Anya, su voz llena de pánico.

Damian sentía su corazón acelerarse, pero no entendía lo que estaba sucediendo. Comenzó a correr, como si algo lo persiguiera. Al girar la cabeza, vio que el suelo estaba cubierto de sangre. Su respiración se aceleró aún más cuando miró sus propias manos y las vio manchadas de rojo.

Despertó de golpe, con el corazón latiendo con fuerza en su pecho. Estaba empapado en sudor y respiraba con dificultad. Miró el reloj: eran las 4 a.m. El cuarto estaba en completo silencio, pero la sensación de inquietud aún lo rodeaba.

Damian se recostó de nuevo en su cama, tratando de calmarse. "Solo fue un sueño," se repitió a sí mismo en un susurro. Cerró los ojos, intentando volver a dormir, aunque el eco de las palabras de Anya seguía resonando en su mente.

Solo fue un sueño... —murmuró antes de que el cansancio finalmente lo venciera y lo sumiera nuevamente en el sueño.

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⏰ Última actualización: Aug 24 ⏰

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Juntos a la Aceptación | Anya x DamiánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora