𖦹 𝐂𝐡𝐚𝐩𝐭𝐞𝐫 𝐕𖦹

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Susurros en la Oscuridad

Los días pasaban con una inquietante calma. Hyunjin seguía visitando a Felix, cada vez más atraído por el misterio que lo rodeaba. Sin embargo, las conversaciones parecían siempre evitar las respuestas que buscaba. Era como si ambos caminaran sobre una cuerda floja, atrapados en un juego donde las reglas no estaban del todo claras.

Una noche, mientras la niebla se extendía por el pueblo, Hyunjin decidió aventurarse nuevamente en el bosque. Había escuchado a algunos aldeanos hablar de una cueva oculta, un lugar que, según las leyendas, estaba maldito. Impulsado por una mezcla de curiosidad y deseo de comprender los secretos que lo rodeaban, se internó entre los árboles, siguiendo el débil sonido de agua corriendo.

A medida que avanzaba, el ambiente se volvía más denso. Los árboles parecían susurrar a su alrededor, y la luna, aunque no era roja esa noche, se veía extrañamente pálida, casi enferma. Finalmente, llegó a una pequeña cascada que desembocaba en un arroyo. Justo detrás, una abertura oscura en la roca le indicó que había encontrado la cueva de la que hablaban los rumores.

Con cautela, entró. La oscuridad era casi absoluta, pero un extraño resplandor azul emanaba de algunas estalactitas en el techo, dándole al lugar un aire fantasmal. Hyunjin avanzó lentamente, notando marcas en las paredes. Eran símbolos antiguos, tallados con precisión, y a medida que los seguía, se dio cuenta de que formaban un patrón. No era solo decoración; había un mensaje oculto en ellos.

Sin embargo, antes de que pudiera descifrarlo, un sonido detrás de él lo hizo girarse bruscamente. En la penumbra, una figura se movió rápidamente, casi demasiado rápido para ser humana. Hyunjin retrocedió instintivamente, su corazón latiendo con fuerza en sus oídos.

—¿Quién está ahí? —su voz resonó en la cueva, pero la figura no respondió.

Por un momento, el silencio fue total. Luego, una risa suave y melódica resonó en la oscuridad. Hyunjin sintió un escalofrío recorrer su columna vertebral. Conocía esa risa.

—Felix… ¿eres tú?

La figura emergió de las sombras, y efectivamente, era Felix. Pero había algo diferente en él. Sus ojos brillaban con una intensidad que Hyunjin no había visto antes, y su expresión tenía una mezcla de tristeza y advertencia.

—No deberías estar aquí, Hyunjin. Este lugar no es para ti. —La voz de Felix era suave, pero cargada de un peso que lo hacía sonar distante, casi peligroso.

—Quiero entender —respondió Hyunjin, decidido a no dejarse intimidar—. Hay tantas cosas que no me has dicho. Siento que estoy atrapado en un rompecabezas, y tú tienes las piezas que necesito.

Felix lo miró en silencio durante un largo rato. Luego, suspiró y bajó la mirada.

—Hay verdades que no deberían revelarse, porque una vez que las conoces, no puedes escapar de ellas. Pero si estás tan decidido, no puedo detenerte. —Le hizo un gesto para que lo siguiera—. Ven conmigo.

Hyunjin lo siguió por un túnel lateral. La cueva se volvía más angosta, hasta que finalmente llegaron a una cámara oculta. Allí, en el centro, había un altar antiguo, cubierto de símbolos similares a los que Hyunjin había visto en las paredes. En el altar descansaba una daga con una hoja negra, decorada con inscripciones en un idioma desconocido.

—Este lugar es parte de una historia antigua —explicó Felix, su voz baja y solemne—. Un pacto fue hecho aquí hace siglos, uno que marcó el destino de todos los que viven en este pueblo.

Hyunjin observó la daga, sintiendo una energía oscura emanar de ella. Había algo profundamente perturbador en ese objeto, como si estuviera imbuido de siglos de desesperación y violencia.

—¿Qué tipo de pacto? —preguntó Hyunjin, sin apartar la vista de la daga.

Felix lo miró con una expresión dolorosa.

—Uno que fue hecho con sangre y sellado bajo la luz de la luna roja. Es un ciclo que no se puede romper, y aquellos que están atrapados en él están destinados a repetir sus errores una y otra vez.

Hyunjin sintió que un abismo se abría ante él. Sabía que había más en la historia de Felix de lo que él estaba dispuesto a compartir, pero también se daba cuenta de que, al insistir en descubrir la verdad, estaba adentrándose en un territorio peligroso, uno que podía costarle más de lo que estaba dispuesto a pagar.

—Felix, ¿qué papel juegas tú en todo esto?

Felix lo miró fijamente, y en sus ojos Hyunjin vio una mezcla de dolor, culpa y resignación.

—Mi papel… es protegerte, Hyunjin. Incluso de ti mismo, si es necesario.

吸血: 𝐕𝐀𝐌𝐏𝐈𝐑𝐄 [𝐋𝐢𝐱𝐣𝐢𝐧]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora