吸血: 𝐕𝐀𝐌𝐏𝐈𝐑𝐄 [𝐋𝐢𝐱𝐣𝐢𝐧]

𖦹 𝐂𝐡𝐚𝐩𝐭𝐞𝐫 𝐗𝐕𝐈𝐈𝐈 𖦹

La cabaña parecía más silenciosa después de la partida del misterioso guardián. La tensión entre Hyunjin y Felix era palpable mientras intentaban procesar lo que acababan de escuchar. La promesa de oscuridad que venía con la llegada de la Luna Roja pesaba sobre ellos, y ambos sabían que lo peor estaba por venir.

Felix se mantuvo junto a la ventana, observando cómo el cielo comenzaba a teñirse de un tono rojizo, una señal ominosa de lo que estaba por desatarse. Hyunjin, por su parte, se sentía cada vez más inquieto. Había algo en el aire, una energía pesada que lo llamaba, como un susurro lejano pero ineludible. Sabía que su conexión con la Luna Roja iba más allá de lo que Felix le había contado, y ese desconocimiento lo consumía.

"Hyunjin", la voz de Felix sonó quebrada, como si cada palabra fuera un esfuerzo. "Necesitamos prepararnos... no sabemos cómo reaccionarás cuando la luna esté en su apogeo".

Hyunjin lo miró, sus ojos oscuros reflejando la misma incertidumbre. "¿Y si ya es tarde? ¿Y si ya está dentro de mí?"

Felix se giró hacia él, su expresión endurecida. "No lo sabremos hasta que suceda... pero pase lo que pase, no te dejaré caer en esa oscuridad." Su promesa estaba cargada de desesperación, pero también de una verdad que Felix parecía no querer admitir: el peligro ya no era una posibilidad, sino una realidad inminente.

La habitación se llenó de un silencio pesado, roto solo por el leve crepitar del fuego en la chimenea. Felix se acercó a Hyunjin, posando su mano fría sobre la mejilla del joven artista. Sus ojos, normalmente tan llenos de vida, ahora parecían dos abismos sin fondo, llenos de miedo y anhelo. "No quiero perderte," murmuró Felix, apenas un susurro. "No otra vez."

Hyunjin se estremeció ante esas palabras. ¿Otra vez? ¿Qué significaba eso? Estaba a punto de preguntar, pero algo lo detuvo. Un recuerdo difuso surgió en su mente, como un eco lejano: sombras danzando bajo una luna de sangre, una promesa rota, y un dolor tan profundo que parecía desgarrar su alma. Sacudió la cabeza, tratando de despejar la confusión. No podía ser real... ¿o sí?

"Felix, dime la verdad", exigió Hyunjin, su voz temblando ligeramente. "¿Qué está pasando realmente conmigo? ¿Qué fue lo que olvidé?"

Felix se alejó bruscamente, como si el contacto físico lo quemara. Sus ojos se clavaron en el suelo, incapaces de sostener la mirada de Hyunjin. "No es el momento... aún no."

Hyunjin sintió la frustración subir por su garganta como un nudo. "¡No puedo seguir así, Felix! ¡No puedo seguir siendo una pieza más en este rompecabezas que ni siquiera entiendo!"

Felix cerró los ojos, luchando contra el dolor que lo consumía. No quería decirle la verdad... no quería abrir las puertas a esos recuerdos que tanto había trabajado para sellar. Pero la Luna Roja no perdonaba, y sabía que, eventualmente, todo saldría a la luz, lo quisiera o no.

"Hyunjin..." comenzó, su voz cargada de pesar. "La razón por la que no recuerdas es porque... yo me aseguré de que lo olvidaras."

Esas palabras cayeron como un balde de agua fría sobre Hyunjin, quien retrocedió, incrédulo. "¿Qué dijiste?"

"Lo hice para protegerte", continuó Felix, su voz quebrándose. "Te amaba demasiado... y no podía permitir que sufrieras como lo hacías. Era la única manera de darte una vida sin ese dolor."

Hyunjin sintió que el suelo desaparecía bajo sus pies. ¿Qué significaba todo esto? Los fragmentos de recuerdos que comenzaban a surgir en su mente lo confundían más y más. "¿Protegerme de qué? ¿Qué hice, Felix?"

Felix lo miró, sus ojos llenos de una tristeza insondable. "De ti mismo, Hyunjin. De lo que te convertiste."

Un escalofrío recorrió la espalda de Hyunjin al escuchar esas palabras. Algo profundo dentro de él despertaba, algo oscuro y voraz que había estado dormido por mucho tiempo. La Luna Roja, que ya había comenzado a alzarse en el horizonte, era la llave que abriría la puerta a esos recuerdos prohibidos, a esa verdad que tanto había temido enfrentar.

Hyunjin se llevó las manos a la cabeza, como si el dolor de esos recuerdos fragmentados lo estuviera desgarrando. Las voces en su mente eran cada vez más fuertes, más insistentes. Quería gritar, escapar de lo que estaba a punto de descubrir, pero no había escape. Estaba atrapado.

Y entonces, todo se oscureció.

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Nota: Perdón si hay algo fuera de lugar,hace un tiempo que no actualizo y estoy un poco perdida con como iba la trama (aunque sea mi propia historia 😭)