➳El sol estaba en su punto más alto cuando llegaste al zoológico con Jimin, ambos emocionados por la salida que habían planeado hace semanas. Desde la noche del campamento, algo había cambiado entre ustedes; cada gesto y mirada se sentía más cargado de significados, como si algo genuinamente conmovedor estuviera brotando en lo profundo.
Tu mano rozó la suya mientras caminaban por el sendero principal del zoológico, y sin pensarlo, entrelazaron los dedos. Ambos rieron alegremente, como si el pequeño contacto físico fuera un reflejo inconsciente del lazo que estaban creando. Ninguno de los dos lo mencionó, pero por dentro, sentiste cómo algo cálido y reconfortante se expandía con cada paso que daban juntos.
Al llegar a la zona de los pandas, Jimin, con su habitual simpatía, te señaló a uno de los pandas más jóvenes, que jugaba torpemente con una bola de bambú. "¿Te das cuenta de que se parece a ti cuando intentas concentrarte en algo complicado?", bromeó, arrancándote una carcajada.
"¿A mí? ¡Claro que no!", respondiste, sonriendo.
"Ciertamente sí", dijo él rotundamente, dándote un suave golpecito en la nariz con su dedo índice. Tú intentaste replicar, pero su risa era tan contagiosa que al final te uniste a él, sin poder contenerte. Los momentos se sucedían con una naturalidad que solo compartes con alguien con quien te sientes plenamente cómoda.
Los minutos, luego horas, pasaron volando mientras exploraban el resto del zoológico, pasando de una exhibición a otra. Desde alimentar a las jirafas hasta imitar el aleteo de un ave exótica, cada pequeña aventura estaba teñida por una mezcla perfecta de diversión y ternura. Jimin tomó tu mano discretamente mientras observaban a los delfines nadar, y una ola de tranquilidad te recorrió al saber que no querías estar en ningún otro lugar.
Fue durante un pequeño receso, sentados en una banca compartiendo una bolsa de palomitas de maíz, cuando algo en el aire cambió. El sonido de risas familiares llegó a ustedes, y al girar tu cabeza, viste a los amigos de Jimin acercándose.
"¡Jimin! ¡Hey!", saludó Taehyung, levantando la mano en señal de saludo.
No pudiste evitar notar cómo la presencia de ellos creaba cierta tensión en la atmósfera. La conexión especial que habías estado disfrutando pareció desvanecerse por un momento cuando escuchaste a Jungkook decir entre risas: "Parece que Jimin está ganando el reto después de todo. ¿Quién lo hubiera pensado?"
Tu sonrisa se congeló, y un malestar comenzó a crecer en ti. '¿Reto? ¿De qué están hablando?' pensaste, mirando a Jimin esperando una explicación.
Sin embargo, Jimin pareció tan sorprendido y confundido como tú por el comentario de Jungkook. "No sé de qué están hablando", dijo rápidamente, su tono mostrando urgencia.
Pero en ese momento no importó. No pudiste soportarlo más. Una indignación irracional mezclada con tristeza te abrumó, y antes de que nadie pudiera detenerte, te levantaste con brusquedad, tus ojos llenos de dolor mal disimulado.
"¿Es esto una broma? ¿Una especie de juego para ti?", le espetaste a Jimin, quien se quedó petrificado y sin palabras.
Antes de que alguien pudiera detenerte, saliste corriendo del zoológico, ignorando los llamados de Jimin que resonaban detrás de ti. Lo único que sentías era la tormenta emocional incontrolable que te llevaba a casa.
En cuanto llegaste, cerraste la puerta de tu cuarto de golpe y te dejaste caer en la cama, sollozando desconsoladamente. No podías creer que todo lo que habías sentido -todo lo que habías comenzado a esperar- tal vez solo había sido una ilusión, un cruel juego. Pensaste en cada risa, cada toque, y cómo todo eso ahora se sentía teñido por la duda y la traición.
No sabías cuánto tiempo pasó cuando finalmente escuchaste un suave golpe en la puerta. Pensaste en ignorarlo al principio, pero al final, te acercaste y entreabriste la puerta solo lo suficiente para descubrir que era Jimin. Intentaste cerrarla rápidamente al verlo, pero él fue más rápido, empujándola suavemente con su mano para impedir que se cerrara.
"No, por favor. No me hagas esto, déjame explicarte", su voz estaba llena de sinceridad y desesperación.
"¿Explicarme qué, Jimin? ¿Cómo me engañaste? ¿Cómo todo esto era solo un juego para ti y tus amigos?", lanzaste las palabras, aún sintiendo la punzada de la traición en tu corazón.
"No es un juego", insistió, con los ojos llenos de una mezcla de arrepentimiento y súplica. "Te prometo que no es así."
"Entonces, ¿por qué Jungkook dijo lo del reto?" preguntaste, queriendo entender, pero al mismo tiempo aterrorizada de que la respuesta te lastimara más.
Finalmente, Jimin dio un paso más cerca, su voz se volvió suave, pero firme, los ojos posados profundamente en los tuyos. "Hubo un juego... hace tiempo. Pero nunca pretendí involucrarte a ti en nada. Lo que siento... lo que hemos compartido... no tiene que ver con ningún reto, ni juego. Me di cuenta de que me estaba enamorando de ti mucho antes de darme cuenta de que había algo en juego. Y me dio miedo perderte por eso, así que intenté mantenerme alejado; por eso incluso al principio en el campamento, me comporté de manera tan distante. Pero después comprendí que no podía... no podía alejarme de ti."
Tus ojos seguían llenos de lágrimas, pero ahora había algo más en su interior: duda, sí, pero también esperanza. Quisiste resistirte, huir de cualquier opción que pudiera llevarte a otro dolor, pero la sinceridad en la voz de Jimin fue como un bálsamo sobre tus heridas.
"¿De verdad? ¿No fue todo esto solo una mentira entonces?", murmuraste, sabiendo que tus palabras a duras penas podían contener tu total vulnerabilidad ante él.
"No. Nunca. Por esto estoy aquí ahora, no podía dejarlo así. No podía dejar que pensaras que todo había sido un engaño cuando lo que siento por ti es lo más verdadero que he sentido en mucho tiempo", dijo, y sus palabras, tan llenas de veracidad, te hicieron vacilar.
Sin darte cuenta, te encontraste unos segundos después en sus brazos, con Jimin abrazándote contra su pecho, y sentiste cómo tu resistencia se desmoronaba lentamente. El llanto que aún temblaba en tu voz finalmente cesó, y solo quedó un silencio cálido, lleno de comprensión y perdón.
Él quedó ahí, abrazándote con todas sus fuerzas, y tú deseaste que el tiempo se congelara, que este momento pudiera durar para siempre. Al final, cuando ambos se separaron solo un poco, Jimin te miró a los ojos y acarició tu mejilla con una ternura que parecía expresarlo todo. "No creo que haya palabras para expresar exactamente lo que siento, así que dejaré que mis acciones lo hagan por mí. Pero por favor, no te alejes de mí", murmuró.
Y aunque el miedo no había desaparecido totalmente, fuiste capaz de darle un pequeño asentimiento, dejando ir cualquier duda poco a poco. En ese pequeño espacio en el que solo existían los dos, sentiste que la comprensión, la confianza y el amor estaban comenzando a florecer, más fuertes y genuinos que antes.
En ese instante, supiste que tomaste la decisión correcta al darle una oportunidad. Y cuando Jimin, finalmente, susurró un casi inaudible "Te amo" contra tu cabello, no miraste atrás. El miedo, la duda, la desconfianza, todo quedó atrás con aquella simple y genuina afirmación.
Jimin, Dulce Jimin, que resultó ser tanto más que solo una promesa.➳
~𝐸𝑠𝑝𝑒𝑟𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑙𝑒𝑠 ℎ𝑎𝑙𝑙𝑎 𝑔𝑢𝑠𝑡𝑎𝑑𝑜 𝐿𝑢𝑛𝑖𝑡𝑎𝑠... 𝑅𝑒𝑐𝑢𝑒𝑟𝑑𝑒𝑛 지민 𝑙𝑜𝑣𝑒!

ESTÁS LEYENDO
~𝐽𝑖𝑚𝑖𝑛~ 𝐿𝑎 𝑐ℎ𝑖𝑐𝑎 𝐼𝑛𝑣𝑖𝑠𝑖𝑏𝑙𝑒
Fanfiction...𝑈𝑛𝑎 𝑐ℎ𝑖𝑐𝑎 𝑑𝑒 𝑐𝑜𝑟𝑎𝑧𝑜́𝑛 𝑑𝑒 𝑝𝑖𝑒𝑑𝑟𝑎 𝑠𝑒 𝑒𝑛𝑐𝑢𝑒𝑛𝑡𝑟𝑎 𝑎𝑡𝑟𝑎𝑝𝑎𝑑𝑎 𝑎𝑛𝑡𝑒 𝑙𝑜𝑠 𝑒𝑛𝑐𝑎𝑛𝑡𝑜𝑠 𝑑𝑒𝑙 𝑐ℎ𝑖𝑐𝑜 𝑚𝑎́𝑠 𝑝𝑜𝑝𝑢𝑙𝑎𝑟 𝑑𝑒 𝑙𝑎 𝑒𝑠𝑐𝑢𝑒𝑙𝑎...𝐿𝑜𝑔𝑟𝑎𝑟𝑎́ ℎ𝑢𝑖𝑟 𝑜 𝑠𝑖𝑚𝑝𝑙𝑒𝑚𝑒𝑛𝑡𝑒...