~𝐽𝑖𝑚𝑖𝑛~ 𝐿𝑎 𝑐ℎ𝑖𝑐𝑎 𝐼𝑛𝑣𝑖𝑠𝑖𝑏𝑙𝑒

**Capítulo 3: El inicio de todo**

➳Mientras la puerta de la cafetería se cerraba tras ella, Jimin quedó sumido en un torbellino de pensamientos. Nunca había sido alguien que abandonara un reto fácilmente, pero algo en T/N lo había tocado mucho más profundo que el orgullo herido o la simple curiosidad. Era esa tristeza insondable en su mirada, esa resistencia tan férrea como un muro de acero que lo hacía querer dar un paso más. No porque quisiera romperla, sino porque ella merecía que alguien le demostrara que su existencia no tenía que ser invisible para los demás.

Pasó el resto de la tarde pensando en ella, recordando los pequeños detalles que había captado en sus interacciones fugaces durante las últimas semanas. La forma en que siempre tenía la misma marca de libro en la mano, cómo evitaba los ojos con un silencio cargado de significado, y la manera en que caminaba por la lluvia como si estuviera intentando lavar algo más que la simple suciedad del día.

Al día siguiente, Jimin decidió no dejar las cosas al azar. Se dirigió a la librería local, donde solía verla salir antes de sus visitas a la cafetería. Miró las estanterías, preguntándose cuál podría ser el tipo de libro que la tenía tan absorta, hasta que finalmente encontró una sección que estaba llena de autores poco habituales y editoriales independientes. Sonrió ligeramente para sí mismo; parecían ser el tipo de libros que a ella le gustarían. Con esfuerzo, eligió uno que parecía estar cargado de una melancolía silenciosa, tal como era ella. Era una pequeña prueba de intento para entenderla en su propio idioma, un puente, y se prometió llevarlo en su mochila todos los días por si surgía la oportunidad de hablar con ella nuevamente.

La espera se prolongó un par de días, durante los cuales Jimin se sentía constantemente dividido entre la impaciencia y la duda. ¿Se molestaría si se le acercara otra vez? ¿O simplemente lo ignoraría, justo como había empezado a hacer? Pero luego, el destino jugó a su favor en una lluviosa tarde de viernes. La cafetería estaba más vacía de lo normal debido al clima, y mientras Jimin tomaba su habitual asiento por la ventana, la vio entrar con su impermeable empapado y el pelo pegado a la piel.

Sin dudar, Jimin se levantó y caminó hacia la mesa donde ella solía sentarse, llevando consigo no solo una taza de café, sino también el libro que había adquirido para ella.

-Pensé que este podría interesarte -dijo, colocándolo suavemente en la mesa antes de sentarse frente a ella, sin esperar invitación.

Los ojos de T/N se posaron en el libro, y Jimin vio un destello de sorpresa seguido de... ¿aprecio? Lo miró directamente por primera vez en días, con una expresión de desconcierto que fue rápidamente reemplazada por su habitual máscara de precaución.

-¿Por qué? -preguntó ella luego, casi más para sí misma que para él, deslizando cuidadosamente los dedos sobre la cubierta como si se preocupara de que pudiera romperse.

-Porque creo que tiene algo que decirte -respondió Jimin, consciente de que estaba dando un salto en su interpretación de lo que podría atraerla-. O tal vez, porque me gustaría que lo leyéramos juntos.

Ella lo observó en silencio un momento más antes de esbozar esa sonrisa fugaz similar a la tristeza que ya le resultaba tan familiar y, con un gesto lento pero definitivo, abrió la primera página.

Un pequeño puente se había formado entre sus mundos dispares, uno frágil y naciente, pero lleno de posibilidades. Mientras se acomodaban en su lugar, Jimin supo que lo difícil aún estaba por venir. Derribar esas barreras erigidas con tanto cuidado no sería una tarea sencilla ni rápida, pero en ese momento, mientras ambos compartían ese espacio de silencio y palabras escritas, se permitió sentir que quizás estaba en el camino correcto.

Y por primera vez, ella no lo alejó. No le ofreció ninguna sentencia mordaz ni se levantó para marcharse. En cambio, compartió su silencio con él, y en ese silencio, Jimin encontró la chispa de esperanza que había estado buscando. El camino sería largo, lleno de misterios y recovecos, pero él estaba dispuesto a recorrerlo. Porque quizá, al final de todo, ambos podrían encontrar algo más que respuestas en las sombras que la chica tanto se empeñaba en proteger.

Tal vez, podrían encontrar un nuevo comienzo.➳

~𝐸𝑠𝑝𝑒𝑟𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑙𝑒𝑠 ℎ𝑎𝑙𝑙𝑎 𝑔𝑢𝑠𝑡𝑎𝑑𝑜 𝐿𝑢𝑛𝑖𝑡𝑎𝑠... 𝑅𝑒𝑐𝑢𝑒𝑟𝑑𝑒𝑛 지민 𝑙𝑜𝑣𝑒!