Había pasado una semana desde que Olsen salió del hospital.
En ese tiempo no había vuelto a saber nada de Pau, al parecer iba enserio.
Pero a Olsen no le afectó en absoluto o eso pensaba ella.
Olsen cada vez se drogaba más y llegaba a casa tardísimo y lo único que hacía era dormir.
Olsen iba de mal en peor, pero a ella le daba igual.
De repente llamaron a la puerta, Olsen se levantó de la cama y fue a abrir la puerta.
Lo que no esperaba es que se encontraría a la persona que menos quería ver.
A su padre, bueno a su abuelo.
-¿Qué haces aquí? Vete de mi casa.-dijo Olsen.
Olsen intentó cerrar la puerta, pero no pudo.
Su abuelo empujó tan fuerte la puerta que hizo que Olsen callera al suelo.
Su abuelo la cogió del brazo y la levantó bruscamente.
-¿Qué quieres?-preguntó Olsen.
-Me ha llegado una factura del hospital.-dijo el abuelo de Olsen furioso.
Su abuelo la tiró al suelo con brusquedad, haciendo que Olsen se golpeara la cabeza con el suelo.
Pero Olsen se volvió a levantar.
-Vete de aquí.-dijo Olsen.
El abuelo de Olsen cogió una botella de cristal y se la estampó en la cabeza a Olsen.
Después empezó a pegarla y golpearla en el estómago y en las costillas. Después de eso la agarró del cuello.
-No quiero volver a ver una puta factura del hospital.-dijo el abuelo de Olsen apretándole el cuello con tanta fuerza que Olsen casi no podía respirar.
Olsen asintió la cabeza como pudo.
Pero su abuelo no aflojó el agarre, haciendo que Olsen empezara a marearse por la falta de oxígeno. Pero de un momento a otro su abuelo la soltó y ella se cayó al suelo agarrándose el cuello mientras tosía.
Su abuelo se marchó de la casa.
Olsen se quedó allí, sentada en el suelo, con el cuello dolorido y mareada.
Olsen respiraba con dificultad. Debido a la presión que su abuelo le había puesto en el cuello le empezó a salir sangre de la nariz. Pero Olsen no se movió, sin embargo alguien le puso un pañuelo en la nariz para que dejará de sangrar.
Era Pau.
-¿Qué haces aquí?-preguntó Olsen.
-Eso no importa.-dijo Pau.
-¿Por qué estás aquí?-preguntó Olsen.
-Mi abuela me ha llamado, vive en el piso de abajo. -dijo Pau.
-¿La señora Ruiz?-preguntó Olsen.
-Sí, ella me dijo que escuchaba golpes de tu departamento y que estaba asustada ¿Qué ha pasado?-dijo Pau.
-Ha venido mi abuelo, ha recibido la factura del hospital y se ha enfadado mucho. Y me ha golpeado y también me ha agarrado del cuello. Casi me dejó sin respirar.-dijo Olsen.
Pau se fijó en las marcas que había en el cuello de Olsen.
Olsen empezó a llorar y Pau se acercó a ella y la abrazó.
-Tranquila Olsen.-dijo Pau.
Olsen seguía teniendo dificultad para respirar, sobre todo después de la agresión de su abuelo. Pau la ayudó a sentarse en el sofá y le trajo un vaso de agua para que se calmara.
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Un ángel y una adicta en la oscuridad.
RomanceEn un mundo donde la adversidad y la tragedia parecen prevalecer, descubre una historia de esperanza y redención en "Un ángel y una adicta en la oscuridad". Sigue a Mía Olsen, una talentosa patinadora sobre hielo cuyo pasado atormentado la ha arrast...