Un ángel y una adicta en la oscuridad.

Puedes con todo.

Al día siguiente Olsen se levantó un poco alterada. Fue al baño y se lavó la cara intentando tranquilizarse.

Olsen sabía que ese sentimiento era de querer colocarse, pero hizo voluntad propia tratando de olvidarlo. Solo había una manera para hacerla olvidar ese sentimiento, terminó de desayunar lo más rápido que pudo y se puso unos patines y empezó a patinar. Poco a poco ese sentimiento se fue apagando, se quedó bastante tiempo patinando.

Después de eso Olsen fue a comer en la cafetería.

A las 17:00 Pau fue a visitarla.

-Hola.-dijo Olsen.

-¿Qué tal estás?-preguntó Pau.

-Bien.-dijo Olsen con una sonrisa.

-Owen ha hecho unos dibujos para ti.-dijo Pau dándole cuatro hojas a Olsen.

En una hoja había un dibujo de una casa, en otra había un dibujo de un perro, en el tercer papel había un dibujo de un árbol de Navidad y en el último había un dibujo de una chica y al lado había una canción.

-Es Taylor Swift.-dijo Pau.

-Me encantan.-dijo Olsen.

Después de un rato de silencio Olsen volvió a hablar.

-¿Qué tal estás?-preguntó Olsen.

-Bueno, la verdad muy bien.-dijo Pau.

-Te noto apagado.-dijo Olsen.

-Bueno, parece que mi alegría se fue contigo.-dijo Pau.

Olsen tomó las manos de Pau y le dijo :

-Deberías salir con tus amigos y divertirse. No te preocupes por mí, estoy bien.

Después de un rato siguieron hablando hasta que llegó la hora de la cena y Pau se fue.

Después de cenar Olsen fue de nuevo a su cuarto.

Pasaron cuatro días y Olsen tenía ojeras debido al insomnio que le producía la ansiedad. Durante esos cuatro días Olsen recibió los buenos días y buenas noches de Pau. Pau siempre le mandaba un mensaje de buenos días y buenas noches.

Ese día Olsen se encontró a un excompañero del colegio.

-Vaya que irónica es la vida, ¿verdad?-dijo Olsen con ironía.

El chico miró con desagrado a Olsen.

-El chico que se metía conmigo por drogarme y el mismo que dijo que no se drogaría nunca,aquí está. En un centro de desintoxicación.-dijo Olsen.

Pero en ese momento el chico se levantó y le pegó un puñetazo a Olsen en el ojo.

Olsen se dirigió a enfermería y después fue a la zona de visitas donde estaba Pau esperándola.

Pau se sorprendió al ver el ojo de Olsen un poco morado e hinchado.

-¿Qué te ha pasado?-preguntó Pau con un tono preocupado.

Pau intentó tocar la cara de Olsen, pero esta se apartó.

-No ha pasado nada.-dijo Olsen.

-Olsen, ese golpe no es de nada.-dijo Pau.

-Me han pegado, ¿contento?-dijo Olsen.

Después de un silencio Olsen le contó lo sucedido.

-Tampoco le dijiste nada ofensivo.-dijo Pau.

-Ya, pero no se lo tomó muy bien.-dijo Olsen.

-¿No duermes?-preguntó Pau.

-¿Por qué lo preguntas?-preguntó Olsen.