Por la noche Olsen y Pau estuvieron hablando.
-Pronto tenemos que comprar las cosas para los bebés.-dijo Olsen.
-Sí, podemos empezar mañana a comprar algunas cosas.-dijo Pau.
-Podemos ir a comprar las cunas y las sillas.-dijo Olsen.
-Perfecto.-dijo Pau.
Al día siguiente Olsen se levantó más tarde que Pau.
-Buenos días.-dijo Olsen.
-Buenos días amor.-dijo Pau dándole un pico a Olsen-. ¿Qué tal están nuestros hijos?
-Muy activos, están dando muchas pataditas.-dijo Olsen con una sonrisa.
Después de eso fueron a comprar.
-¿Qué te parece esta cuna para nuestra hija?-preguntó Olsen.
-Me encanta, ¿y está para nuestro hijo?-dijo Pau.
-Perfecta.-dijo Olsen.
Cogieron las dos cunas y las pusieron en el carro.
Olsen vio algún que le gustó y fue corriendo.
-Olsen no corras, estás embarazada.-dijo Pau.
-Mira un carrito para dos y una es rosa y otra azul.-dijo Olsen.
-Pues lo compramos.-dijo Pau.
Después fueron a pagar y metieron todo en el coche.
Cuando llegaron metieron en la habitación de la segunda planta que estaba vacía.
-Mañana podemos invitar a tus padres y así las montáis.-dijo Olsen.
-¿Dónde las vamos a poner?-preguntó Pau.
-Yo creo que cada una en una habitación.-dijo Olsen.
-Vale, perfecto. -dijo Pau.
Después de un rato Pau cogió las pinturas.
-Voy a pintar la pared. -dijo Pau.
Empezó a pintar una de color rosa, después pintó la otra de azul.
La suya era de color morado, la había pintando antes de que llegara el canapé.
-Bueno pues ya está.-dijo Pau.
-Tenemos que comprar dos mecedoras para los bebés y dos sillas para sentarse en la habitación.-dijo Olsen.
-Lo sé, no te preocupes.-dijo Pau.
Al día siguiente los padres de Pau llegaron y trajeron dos regalos.
Cuando Olsen los abrió eran dos mecedoras para los bebés.
-Son hermosas, no hacía falta.-dijo Olsen.
-Vamos a ir nosotras dos a comprar dos armarios y pañales. Y también dos cambiadores. -dijo la madre de Pau.
Mientras Pau y su padre fueron a montar las cunas.
Cuando llegaron Olsen y la madre de Pau, las cunas ya estaban montadas.
-Vamos a montar los cambiadores.-dijo Pau.
Después de unos minutos ya estaban los dos montados.
Los dos armarios ya estaban en las habitaciones.
-Bueno solo falta comprar algunos juguetes y ropa, pero eso ya lo haremos.-dijo Olsen.
-No se mueven nada.-dijo la madre de Pau tocando la barriga de Olsen.
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Un ángel y una adicta en la oscuridad.
RomanceEn un mundo donde la adversidad y la tragedia parecen prevalecer, descubre una historia de esperanza y redención en "Un ángel y una adicta en la oscuridad". Sigue a Mía Olsen, una talentosa patinadora sobre hielo cuyo pasado atormentado la ha arrast...