Un ángel y una adicta en la oscuridad.

El Mundial.

Cada vez se acercaba más el Mundial. Era 1 de marzo y Olsen temía que no llegaría al Mundial ni de broma.

-Olsen, ve a psicología. -dijo Agnes

Olsen se dirigió a psicología y entró.

-Hola.-dijo Olsen.

-Hola Olsen, te preguntarás por qué te he llamado, ¿verdad?-dijo Ana.

-La verdad es que sí.-dijo Olsen.

-Te ves preocupada.-dijo Ana-. ¿Por qué lo estás?

-Porque el 20 de este mes empieza el Mundial y no creo que pueda ir si estoy aquí.-dijo Olsen.

-Bueno, no te preocupes. Has mejorado mucho Olsen desde que empezamos.-dijo Ana.

-¿Eso es bueno?-preguntó Olsen.

-Claro que sí.-dijo Ana.

-Poco a poco he ido esforzándome para poder ser mejor persona para mí y para Pau. Pau se merece todo lo bueno.-dijo Olsen con una sonrisa.

-Vaya que lo has hecho.-dijo Ana.

Olsen solo sonrió.

-Bueno, te quiero preguntar una cosa.-dijo Ana.

-Dime.-dijo Olsen.

-¿Cómo te sientes?-preguntó Ana-. Y no me refiero físicamente sino mentalmente y emocionalmente.

-Bueno mi mentalidad ha cambiado mucho. Ya no soy la misma persona que cuando consumía. Tampoco tengo la misma mentalidad que cuando salí de mi primer centro de desintoxicación.-dijo Olsen.

-¿Y cómo es tu mentalidad ahora?-preguntó Ana.

-Mi mentalidad ahora es fuerte, no se deja llevar por malas influencias.-dijo Olsen.

-¿Y cómo te sientes emocionalmente?-preguntó Ana.

-Emocionalmente me siento viva. Me refiero a que me siento como cuando era niña, tengo esa energía y esas ganas de vivir.-dijo Olsen.

Ana solo tomó notas.

-Ahora tengo ganas de seguir adelante y vivir mi vida. Esa vida que he extrañado tanto. Y ser feliz, quiero ser feliz con Pau. Pero quiero ser feliz sobretodo por mí madre, mi verdadera madre. Ella dio su vida por mí, para que yo pudiera vivir y todo este tiempo que he estado colocada he desperdiciado el sacrificio que hizo mi madre por mí.-dijo Olsen.

-Me gusta la reflexión que has hecho Olsen, demuestra lo mucho que has madurado. -dijo Ana.

Ana abrió un cajón y sacó una bolsa con algo blanco.

-¿Sabes qué es esto Olsen?-preguntó Ana.

-Es cocaína.-dijo Olsen

.-No es solo cocaína.-dijo Ana-. También es heroína.

-¿Por qué me enseñas eso?-preguntó Olsen.

-Es para ti Olsen, es para que la inhales y vuelvas a sentir eso en tus venas y te haga sentir muy bien.-dijo Ana.

-No.-dijo Olsen.

-¿No qué?-preguntó Ana.

-No la quiero, no he llegado tan lejos para volver a caer en la tentación. Esta vez no. No pienso volver a tomar eso, lo único que hace es perjudicar mi salud. He llegado muy lejos y no volveré a caer en las drogas.-dijo Olsen mientras se levantaba.

-Venga Olsen, no seas así.-dijo Ana-. Pruébalo.

-No, no quiero esa mierda. No quiero volver a tener eso en mi sangre y no quiero volver a tener algo que ver con las drogas. Esta vez soy más fuerte, el dolor me ha hecho más fuerte y ya no soy tan tonta como para volver a caer en esa mierda.-dijo Olsen.